La dosis perfecta de autodestrucci¨®n
Granos en la cara, gre?as, ropa de saldo, un poco de hero¨ªna y rock and roll. Kurt Cobain. y su mujer, Courtney Love, son la pareja perfecta. Al menos para los seguidores del grunge, el movimiento musical y est¨¦tico pospunki que ha convertido la basura en la piedra preciosa de los noventa.El l¨ªder de Nirvana, su esposa -cabecilla del grupo Hole- y su hija de un a?o, la peque?a Frances Bean, viven felices -para ellos, la felicidad implica unas bofetadas y unos gritos de vez en cuando- en una moderna casa de Seattle, la ciudad que los ha parido musicalmente. En su hogar los discos y los libros est¨¢n mejor en el suelo que en una estanter¨ªa; el t¨¦ se toma con tostadas y la lavadora s¨®lo suena una vez al mes.
Hasta hace poco, a Courtney Love -que canta canciones como Una puta adolescente- y a Kurt Cobain les gustaba ser los Sid y Nancy de los noventa, pero el nacimiento de su peque?a hija ha cambiado el rumbo de su autodestrucci¨®n. "Ahora tengo una meta, educar a mi hija", dijo recientemente el l¨ªder de Nirvana esquivando una pregunta sobre su presunta adicci¨®n a la hero¨ªna. "Mis mejores canciones las he escrito bajo los efectos de la hero¨ªna", se?alaba un a?o antes el cantante defendiendo su consciente y perseguida relaci¨®n con la m¨¢s profunda de las drogas. "Me propuse ser yonqui", afirmaba el m¨²sico de 27 a?os. Para Kurt Cobain, inconformista por naturaleza, el movimiento que ¨¦l representa est¨¢ ya demasiado extendido. Se ve en las pasarelas de la alta costura y los j¨®venes con tarjeta de cr¨¦dito le imitan rebuscando en los baratillos vaqueros y zapatillas de marcas s¨®lo conocidas en almacenes perdidos.
"Dentro de 10 a?os me imagino muy bien en mi casa, con mi mujer y con mis hijos", se?al¨® hace poco tiempo un sosegado Cobain. "Ellos son m¨¢s que suficiente para mi felicidad. La m¨²sica estar¨¢ siempre ah¨ª, quiz¨¢ tendr¨¦ otro grupo diametralmente opuesto a Nirvana", continuaba a?adiendo el m¨²sico antes de dar otra vuelta de tuerca al revelar sus m¨¢s ¨ªntimos gustos musicales: "A nuestros fans m¨¢s radicales les cuesta admitirlo, pero tendr¨¢n que aceptarlo. Adoro a los Beatles". "Tambi¨¦n siento una admiraci¨®n sin l¨ªmites por Neil Young, que nunca le ha dado a la gente lo que ¨¦sta esperaba. Me gustar¨ªa envejecer como ¨¦l, que se me considerara como un compositor de canciones y no s¨®lo como el l¨ªder del grupo Nirvana".
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