?Capricho o reto?

El b¨¦isbol se prepara para la llegada de Michael Jordan sin saber si se trata de un antojo quijotesco o de un atleta singular verdaderamente capaz de conquistar nuevos mundos. Jordan, quien practic¨® este deporte por ¨²ltima vez hace 14 a?os, por fin ha persuadido al Chicago White Sox, campe¨®n de la Divisi¨®n del Oeste de la Liga americana, para que le firmen un contrato con su equipo de las ligas menores. Dentro de poco tiempo, justo antes de su 31? cumplea?os, el 17 de febrero, Jordan se trasladar¨¢ a Florida para intentar cumplir con un sue?o eterno."Es el sue?o de toda mi vida", afirm¨® Jordan, que se pasa horas cada d¨ªa en una pista cubierta entrenando con un bate frente a una m¨¢quina y lanzadores de ligas menores o equipos universitarios. "A¨²n no consigo el nivel debido pero no es por falta de esfuerzo. Muchos piensan que me he vuelto loco pero es algo que quiero hacer".

A favor de Jordan est¨¢ el hecho que Jerry Reinsdorf, el due?o del club, es tambi¨¦n propietario del Chicago Bulls, su antiguo equipo de la NBA. Reinsdorf sigue convencido de que se trata de un capricho. Sin embargo, ha decidido que su deber es complacer al hombre que le consigui¨® tres t¨ªtulos de Liga.

La opini¨®n dentro del club tambi¨¦n es reticente. "Michael est¨¢ de camino. Es un hecho", declar¨® Gene Lamont, el entrenador. "La posibilidad de que consiga un puesto y que juegue el b¨¦isbol de grandes ligas, es de una entre un mill¨®n. Pero recibir¨¢ su oportunidad".

La gerencia del club no ha hecho p¨²blicos los pormenores de su contrato. Se supone, que como todos los jugadores de ligas menores, su salario estar¨¢ sobre los 1.500 o 2.000 d¨®lares al mes (entre 200 y 250.000 pesetas), muy lejos por tanto de los cuatro millones anuales (unos 560 millones de pesetas) que percib¨ªa en Chicago Bulls y que todav¨ªa sigue cobrando.

Jordan parece haberse planteado un reto: ser profesional en dos deportes tan distintos como el baloncesto y el b¨¦isbol. S¨®lo dos jugadores intentaron esta posibilidad, Bo Jakson y Denion Sanders (b¨¦isbol y f¨²tbol americano), pero la diferencia estriba en que ambos practicaron su "segundo deporte" en su carrera universitaria. Jordan no juega al b¨¦isbol desde los 14 a?os.

El propio Reinsdorf dijo: "Nunca pens¨¦ que Michael llegar¨ªa tan lejos. Pero se lo ha tomado en serio y la gente con quien entrena afirma que es un atleta incre¨ªble. Pude haber dicho que no pero otro club le hubiera dado otra oportunidad igual que hicimos con Jackson. Prefiero que fracase con nosotros".

Ron Schueler, gerente del White Sox, es el directivo del club que m¨¢s apuesta por Jordan. Schueler, un ex lanzador de grandes ligas, se enfrent¨® a Jordan la pasada semana y su opini¨®n despu¨¦s del mano a mano fue la siguiente: "Me gusta mucho lo que promete". Dadas las facultades f¨ªsicas de Jordan, su adaptaci¨®n al juego defensivo no deber¨ªa ser dificil. Lo que m¨¢s preocupa es su capacidad con el bate frente a lanzamientos complicados como la curva y el cambio de velocidad. Algo que se adquiere s¨®lo con la experiencia.