Jap¨®n aprueba un programa econ¨®mico de reactivaci¨®n de 20 billones de pesetas
Jap¨®n, que logr¨® superar una nueva crisis en el seno de la coalici¨®n en el Gobierno, anunci¨® ayer oficialmente su mayor paquete de medidas de estimulaci¨®n econ¨®mica: 141.000 millones de d¨®lares (unos 20 billones de pesetas), incluida una desgravaci¨®n fiscal de 55.000 millones, para salir de la recesi¨®n este a?o. La publicaci¨®n del paquete se hab¨ªa retrasado al surgir la pasada semana serias diferencias en los siete partidos de la alianza en el Ejecutivo.Peligrosamente dividida e incapaz de ponerse de acuerdo sobre las caracter¨ªsticas de un impuesto para financiar la desgravaci¨®n, la coalici¨®n decidi¨® prorrogar la discusi¨®n de esa carga fiscal y aprobar mientras tanto el multimillonario paquete, cuyo principal punto es el recorte impositivo sobre las rentas.
El viaje que el primer ministro japon¨¦s, Morihiro Hosokawa, efect¨²a ma?ana a Washington, facilit¨® este compromiso provisional entre los socialistas y el resto de las formaciones coaligadas. El jefe de Gobierno declar¨® en una conferencia de prensa que la ampliaci¨®n aprobada "ha sido lo m¨¢ximo que podemos hacer en este momento".
Hosokawa pide perd¨®n
Hosokawa, cuya popularidad ha bajado a ra¨ªz de este traspi¨¦s, pidi¨® perd¨®n al pa¨ªs por su precipitaci¨®n de la semana pasada al anunciar en solitario el controvertido impuesto, que ha sido retirado del paquete y que deber¨¢ ser sometido a debate a lo largo de todo este a?o. Durante los cinco d¨ªas de negociaciones, advirti¨® a la coalici¨®n que tomar¨ªa ¨¦l mismo una decisi¨®n-salom¨®nica sobre el controvertido impuesto en caso de no llegarse a un acuerdo.Hosokawa no quiere entrevistarse con el presidente Bill Clinton sin nada que ofrecer. El super¨¢vit comercial con EE UU es de 50.000 millones de d¨®lares y Clinton ha pedido insistentemente que se arbitren r¨¢pidamente medidas para que disminuya.
El primer ministro, que anuncio un nuevo impuesto sobre bienes y servicios, a aplicarse a partir de 1997, y despu¨¦s debi¨® echarse atr¨¢s ante las amenazas socialistas de abandonar la coalici¨®n, intenta a toda costa evitar sanciones y una guerra comercial con el principal aliado pol¨ªtico de Jap¨®n. Para ello, intentar¨¢ convencer a Clinton de que la econom¨ªa nacional lograr¨¢ salir de la prolongada recesi¨®n con el paquete aprobado, se disparar¨¢ el consumo interno y tambi¨¦n las compras de productos extranjeros.
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