Garc¨ªa Vargas anuncia nuevos datos sobre las escuchas y niega la implicaci¨®n del Cesid

MIGUEL GONZ?LEZ El ministro de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, reiter¨® ayer en el Senado que el Cesid no est¨¢ implicado en la red de escuchas ilegales desmantelada en Barcelona, tal como hizo el 9 de diciembre en el Congreso y a pesar de las informaciones publicadas tras levantarse el secreto del su mario. El ministro admiti¨®, no obstante, la necesidad de aportar datos adicionales a los difundidos entonces y se mostr¨® dispuesto a comunic¨¢rselos en se creto a los representantes de los grupos parlamentarios.

El ministro se ofreci¨® a explicar tambi¨¦n, a puerta cerrada, el motivo por el cual varios veh¨ªculos y agentes del espionaje militar se encontraban en las inmediaciones de la sede del diario El Mundo el pasado 29 de noviembre. Seg¨²n Garc¨ªa Vargas, los agentes secretos no espiaban a ning¨²n periodista, sino investigando un asunto "que afecta gravemente a la seguridad nacional" y que no quiso desvelar.

El titular de Defensa se quej¨® de las "insinuaciones y filtraciones" que se han producido ¨²ltimamente con el objetivo de desprestigiar al Cesid. Aunque se neg¨® a se?alar el origen de estas filtraciones, pod¨ªa deducirse que alud¨ªa a sectores policiales enfrentados al servicio secreto.

Mientras, el juez del caso de la red, de escuchas ilegales, Eduardo Navarro, ha pedido a Interpol que investigue las actividades de un ciudadano italiano a quien cita en su declaraci¨®n Miguel Ruiz, El Lobo, uno de los ex agentes del Cesid implicados en esta causa, informan Blanca Cia y Carles Pastor.

El Lobo declar¨® al juez que un tal Luigi C¨®dena (o C¨®tena o C¨®tera, pues de las tres formas aparece en el sumario), de nacionalidad italiana, se trasladaba peri¨®dicamente a Barcelona desde Roma para cobrar talones -de 5 millones de pesetas cada uno, seg¨²n algunas versiones- en una agencia de La Caixa de la calle de Pelayo, a poca distancia de la sede de La Vanguardia.

Una empresa de Roma

El italiano ven¨ªa de parte de una empresa de Roma llamada Aquarius (o Acuarius) International. El dinero se lo repart¨ªan a partes iguales el italiano y El Lobo, quien le acompa?aba a cobrar los talones. Fuentes cercanas a Miguel Ruiz reconocieron esa relaci¨®n con el ciudadano italiano, pero se?alaron que fue el coronel del Cesid Fernando Rodr¨ªguez, tambi¨¦n implicado en el caso, quien puso en contacto a El Lobo con Luigi C¨®dena, con la presunta intenci¨®n de desmantelar la empresa que utilizaban de pantalla, Boadcast.

En e? registro mercantil de Roma aparecen varias empresas con aquel nombre, con objetivos sociales declarados perfectamente normales, seg¨²n fuentes conocedoras del caso. El juez quiere saber si la empresa italiana trabajaba para la red desmantelada en noviembre pasado, o para quien les hab¨ªa contratado: el presidente de La Vanguardia, Javier de God¨®, y con qu¨¦ fin.

Por otro lado, el Congreso de los Diputados aprob¨® pr¨¢cticamente por- unanimidad instar al Gobierno para que modifique el C¨®digo Penal y endurezca las penas por delitos de escuchas telef¨®nicas ilegales, informa Camilo Valdecantos. Igualmente pide al Gobierno que regule la fabricaci¨®n, importaci¨®n, comercializaci¨®n y uso de instrumentos dedicados a la interceptaci¨®n de escuchas telef¨®nicas. -

La moci¨®n presentada por el PP fue defendida por Rogelio Ba¨®n que atac¨® duramente la pol¨ªtica del Gobierno en este campo con alusiones constantes al esc¨¢ndalo de Barcelona, las implicaciones del Cesid, y con (Juras referencias al vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra.

Nicol¨¢s Redondo Terreros, en nombre del PSOE, se opuso a la primera parte de la moci¨®n en la que se ped¨ªan mecanismos policiales urgentes para actuar contra las escuchas ilegales.