La econom¨ªa japonesa crecer¨¢ un 0,2% este a?o fiscal, el alza m¨ªnima desde 1975
"Ninguna concesi¨®n fundamental", reclama una gran parte del empresariado japon¨¦s al primer ministro, Morihiro Hosokawa, que hoy viaja a Washington instado a la resistencia por el sector privado y advertido por la Uni¨®n Europea con un serio enfrentamiento si concede a Estados Unidos un trato de favor en la soluci¨®n del d¨¦ficit comercial que la primera potencia tiene con Jap¨®n. Un d¨ªa antes de su partida, la oficial Agencia de Planificaci¨®n Econ¨®mica reconoci¨® que el crecimiento del Producto Nacional Bruto cuando termine el a?o fiscal 1993/94, el 31 de marzo, no ser¨¢ el esperado 3,3% sino un 0,2%, el m¨¢s bajo desde la crisis del petr¨®leo de 1975.C¨®mo evitar el empeoramiento de una disputa larga y crispada y c¨®mo reducir un desequilibrio comercial favorable a Tokio en 50.000 millones de d¨®lares, constituyen los asuntos esenciales de la reuni¨®n que ma?ana sostienen Hosokawa y el presidente norteamericano Bill Clinton. "Espero que Estados Unidos dispensar¨¢ a las medidas aprobadas el valor que merecen", declar¨® el jefe de Gobierno al anunciar la puesta en marcha de un plan de recuperaci¨®n econ¨®mica presupuestado en 141.000 millones de d¨®lares (unos 20 billones de pesetas), cuant¨ªa r¨¦cord ¨²nicamente posible en un pa¨ªs que atraviesa una grave crisis pero dispone de reservas suficientes para afrontarla.
EE UU mantiene exigencias
El primer ministro nip¨®n, cuya administraci¨®n anunci¨® ayer una previsi¨®n de crecimiento del 2,6% en el ejercicio 1994/95, ha admitido que las negociaciones se encuentran bloqueadas y los norteamericanos mantienen sus exigencias. El ministro de Asuntos Exteriores, Tsutomu Hata, sal¨ªa ayer con destino a Washington para intentar un compromiso de ¨²ltima hora que evite sanciones o una maniobra de la Casa Blanca para apreciar el yen frente al d¨®lar -que abarata las importaciones estadounidenses y encarece las exportaciones niponas-. Hosokawa tratar¨¢ de convencer a Clinton de que el conjunto de medidas aprobadas disparar¨¢n el consumo interno y las importaciones, y el comportamiento de la balanza comercial acusar¨¢ positivamente el alza. No todos est¨¢n seguros de que sea as¨ª.
Pero diferencias bilaterales m¨¢s precisas en la negociaci¨®n, sobre trabas burocr¨¢ticas, cuotas en el mercado del autom¨®vil y componentes, seguros y equipos de telecomunicaci¨®n ensombrecen ese optimista enfoque macroecon¨®mico. Estados Unidos pide el establecimiento de controles num¨¦ricos que faciliten la comprobaci¨®n de los avances, o de los incumplimientos, y contra esa demanda Jap¨®n ha cerrado filas. Gaishi Hiraiwa, presidente de la influyente Federaci¨®n de Organizaciones Econ¨®micas, se dirigi¨® al primer ministro para recordarle que el gobierno puede decidir el levantamiento de barreras aduaneras o la suavizaci¨®n de procedimientos de entrada de mercanc¨ªas siempre que no sobrepase sus competencias. "Establecer objetivos num¨¦ricos en el sector privado vulnerar¨ªa los principios b¨¢sicos de la econom¨ªa capitalista".
La Administraci¨®n Clinton no cree que el plan aprobado sea suficiente para corregir los desequilibrios. El secretario del Tesoro estadounidense, Lloyd Bensten, considera que el est¨ªmulo fiscal es tan s¨®lo un "modesto paso" en la direcci¨®n correcta.
La cumbre preocupa tambi¨¦n al presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors. Fuentes gubernamentales informaron que en una carta remitida recientemente a Hosokawa, Delors le pide que no suscriba con Clinton acuerdos a costa de los intereses de la Uni¨®n Europea, cuyos 12 pa¨ªses tienen un d¨¦ficit comercial de 26.000 millones de d¨®lares.
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