El terreno juega a favor de los sitiadores

Sarajevo es como un plato rodeado de colinas, por tanto absolutamente vulnerable al fuego de quienes las ocupan. Si finalmente la OTAN desencadenara el d¨ªa 21 un ataque a¨¦reo contra las posiciones artilleras serbias, el trabajo de los pilotos no ser¨ªa f¨¢cil dada su dispersi¨®n, su tama?o y la naturaleza del terreno.Las bater¨ªas serbias que tienen a su merced la capital bosnia est¨¢n emplazadas b¨¢sicamente al noroeste de la ciudad, en las zonas de Setup y Vogosca, y en el sureste, en las ¨¢reas de Romanisa y Grbavica, y a distancias que pueden oscilar entre uno y diez kil¨®metros, seg¨²n el tama?o de las piezas.

Las tropas serbias abrazan por los cuatro costados la ciudad, dividida por el poco caudaloso r¨ªo Mi1jacka, y la l¨ªnea de fuego entre soldados serbios y bosnios es un hilo Imaginario que a la manera de un metro perif¨¦rico recorriera todo su per¨ªmetro. Las principales posiciones serbias, artilleras o de infanter¨ªa, se sit¨²an, adem¨¢s de las zonas citadas, en Kosevo, noroeste; Lukavica, en el sur y sede del cuartel general serbio; llidza, en el suroeste, y Rajlovac, en el noreste.

El grueso de las piezas serbias que apuntan a Sarajevo son morteros de 80 y 120 mil¨ªmetros -un proyectil de estos ¨²ltimos caus¨® la matanza del mercado hace una semana- con un alcance entre los cuatro y los seis kil¨®metros aproximadamente, y piezas artilleras de 122 mil¨ªmetros, cuyo radio de acci¨®n llega a los 20 kil¨®metros.

Aunque ocasionalmente se han utilizado calibres mayores, los an¨¢lisis de impactos sugieren que las piezas de 122 mil¨ªmetros son las m¨¢s utilizadas por los artilleros serbios, en despliegues de pocas unidades. Lo accidentado del terreno y el hecho de que estos ca?ones puedan ser escamoteados en media hora si se tienen dispuestos los escondites pertinentes, dificultar¨ªan seriamente la tarea de los pilotos de la OTAN.