El fracaso no sorprende en Tokio

El ministro de Comercio, Hisohi Kumagai, inst¨® a la calma y a nuevos esfuerzos negociadores, el presidente de la C¨¢mara de Comercio, Kosaku Inaba, pidi¨® a Washington que no recurra a las sanciones comerciales, y el presidente de la patronal Keidanrem, Gaishi Hiraiwa, reparti¨® las responsabilidades. Pero nadie se sorprendi¨® en Jap¨®n del fracaso de la cumbre negociadora entre el presidente norteamericano, Bill Clinton, y el primer ministro nip¨®n, Morihiro Hosokawa.Desde el momento en que Estados Unidos mantuvo la exigencia de establecer controles num¨¦ricos para medir los avances del acuerdo marco suscrito el pasado a?o en Tokio entre los dos pa¨ªses para reducir el desequilibrio comercial, el bloqueo negociador era un hecho.

Las autoridades niponas conf¨ªan en que la importancia pol¨ªtica de las relaciones bilaterales evitar¨¢ una reacci¨®n norteamericana excesivamente dura, pero no descartan alg¨²n tipo de represalia. Forzar la apreciaci¨®n del yen es citada como una de las posibles. En una comparecencia ante la prensa, el titular de Comercio reconoci¨® ayer que en el pasado la posici¨®n nipona fue deliberadamente vaga, pero insisti¨® en que se trata ahora de que los negociadores del Gobierno dejen bien claro ante EE UU "que Jap¨®n est¨¢ haciendo todo lo que puede para abrir sus mercados".

Hiraiwa, contrariamente a otros ejecutivos en el sector privado, consider¨® que el fracaso es consecuencia de la intransigencia de su pa¨ªs frente a la pretensi¨®n estadounidense de fijar alg¨²n tipo de meta cuantificable. Poco antes de partir para Washington, 150 economistas expertos remitieron un escrito a Hosokawa recomend¨¢ndole firmeza, pero con tacto. Recordaban tambi¨¦n que el equivocado enfoque nip¨®n de las anteriores negociaciones ha llevado a Estados Unidos a exigir la entrada en juego de la calculadora para determinar la sinceridad de los compromisos firmados.