El empate desenmascara al Legan¨¦s

JOSEBA ELOLA El Municipal de Legan¨¦s ya estaba de fiesta de carnaval. El Lega se hab¨ªa disfrazado de equipo seguro y daba la sensaci¨®n de que la segunda victoria en casa no se pod¨ªa escapar. Pero un despiste defensivo a cuatro minutos del final hizo caer la alegre m¨¢scara que luc¨ªa el equipo de Duque. El disfraz de equipo que tambi¨¦n sabe ganar partidos fuera de casa se ti?¨® de empate. Los primeros minutos del partido fueron para el Marbella. El equipo andaluz dispuso de cuatro oportunidades de gol en los 15 minutos iniciales. La corpulencia de sus jugadores y su dominio del juego a¨¦reo en los primeros compases de juego parec¨ªa augurar una tarde de angustia para la parroquia local. El Lega era un equipo lento y descompuesto por los boquetes y pasillos que se abr¨ªan en su defensa. La banda de Pizarro fue, en el tramo inicial del partido, un coladero por el que entraban a placer los atacantes del Marbella.

El centro del campo del Lega y la delantera no se comunicaban. Los pases largos nunca llegaban a su destino y el peligro aparec¨ªa en jugadas a bal¨®n parado. Los jugadores madrile?os desperdiciaron cuatro friquis. En el minuto 24, la sombra del gol local sobrevol¨® el estadio. Chuso le hac¨ªa un globo al portero del Marbella, le sobrepasaba en carrera escudado por dos defensas y, a duras penas, met¨ªa la pierna. El poste repeli¨® el disparo.

El Legan¨¦s se cambi¨® de disfraz para saltar al terreno de juego en la segunda parte. Dos movimientos de peones cambiaron el aspecto del equipo. Vivar adelant¨® su posici¨®n, ejerciendo de aut¨¦ntico media punta, y David tambi¨¦n adelant¨® unos metros en el campo. Miguel ?ngel, que hab¨ªa pasado desapercibido en el primer tiempo como pareja atacante de Peces, brill¨® m¨¢s en su nueva ubicaci¨®n como centrcampista con proyecci¨®n ofensiva.

Peces vuelve a pescar

Y dio comienzo la fiesta de carnaval con un Lega disfrazado de equipo alegre, veloz y con ideas. En el minuto 17, la elegancia de Vivar combinada con un disparo de David daba el aviso de lo que se avecinaba. Ocho minutos despu¨¦s llegaba el gol. Vivar, de nuevo, elaboraba la jugada y, esta vez, le daba el bal¨®n a Peces. El delantero marino del Lega, como siempre, esperaba con la ca?a a punto. Y pesc¨® un gol lejos del mar, el medio natural cerca del que consegu¨ªa la igualada el domingo pasado, en Mallorca.

El carnaval se adue?¨® del Municipal. Una legi¨®n de monjas con las piernas peludas y la cruz del Lega bordada en el h¨¢bito acompa?ados de un grupo de barbudos vikingos echaron mano de tambor y hicieron alardes con guturales para apoyar al equipo.

Pero la fiesta no dur¨® m¨¢s de veinte minutos. El tiempo suficiente para que la defensa del Legan¨¦s perdiera los papeles y se le cayera a los pies el disfraz de zaga segura. Un boquete, como los de la primera parte, permit¨ªa al defensa del marbella Aguilar rematar un c¨®rner de cabeza, libre de marca. El silencio volvi¨® al Municipal. Los jugadores de Duque siguieron intent¨¢ndolo, pero pagaron caro el error defensivo. No quedaba tiempo para resucitar el ambiente de carnaval.