?Hay algo peor que una entradilla aburrida?
Los periodistas, como seguramente ustedes ya sospechan tropezamos continuamente con una duda angustiosa: ?c¨®mo empezamos una informaci¨®n? Se supone que las primeras l¨ªneas son precisamente las m¨¢s importantes a la hora de fijar su atenci¨®n y animarles a seguir leyendo. En general, se procura huir de una entradilla de tipo notarial e introducir otras f¨®rmulas, algunas de ellas consideradas m¨¢s imaginativas.El problema es que, a veces, la imaginaci¨®n del redactor es poco brillante o est¨¢, simplemente, cansada, y el resultado puede terminar siendo poco afortunado, nada afortunado o, incluso, detestable.Algunos lectores se han dirigido a este departamento para quejarse y lamentar una entradilla publicada en EL PA?S el pasado domingo d¨ªa 6, en primera p¨¢gina del cuadernillo dedicado a Madrid. Bajo la firma de Luis Fernando Dur¨¢n e Inmaculada Ruiz, el texto comenzaba as¨ª: "Samuel Ch. O., un angole?o de 27 a?os, no pudo escapar de su ¨²ltima fechor¨ªa".
Como recordar¨¢n, se trataba de un joven que hab¨ªa recibido un tiro en la espalda cuando hu¨ªa con un bolso robado. El autor del disparo era Antonio Sainz, padre del piloto de rallies Carlos Sainz
Alfredo Guti¨¦rrez, de Madrid, telefone¨® a la Defensora del Lector para plantear algunas preguntas: "?Acaso consideran ustedes que lo m¨¢s importante de ese horrible suceso es que Samuel Ch. ya no puede cometer m¨¢s fechor¨ªas?". "Espantoso sistema de acabar con la delincuencia y una sensibili dad, la de EL PA?S, parecida a la de las almejas", coment¨®.
Natalia G¨®mez, tambi¨¦n de Madrid, mostr¨® su sorpresa: "Si quer¨ªan llamar mi atenci¨®n, lo consiguieron. Me fij¨¦, pero me entr¨® tanta rabia que dej¨¦ de leer a los dos minutos".
El Libro de estilo de EL PA?S explica que el primer p¨¢rrafo de una informaci¨®n debe contener el dato m¨¢s importante. Considera tambi¨¦n que hay algunas formas de entradilla que son "totalmente nefastas" y pone dos ejemplos.
El primer ejemplo es una larga cita entrecomillada, que obliga al lector a esperar varias l¨ªneas antes de saber qui¨¦n lo est¨¢ diciendo. El segundo es la redactada con estilo notarial, o pura descripci¨®n de los hechos, del tipo: "El Consejo de Ministros decidi¨® ayer conceder una ayuda...". Para estos casos propone, precisamente, las f¨®rmulas "m¨¢s imaginativas".
Cada periodista de este diario puede decidir qu¨¦ tipo de entradilla escribe y cu¨¢ndo aplicar "la imaginaci¨®n", seg¨²n su mejor entender y habilidad. La secci¨®n de Madrid, por ejemplo, tiene a gala hacer un uso muy extendido de esta f¨®rmula. En cualquier caso, se debe respetar la regla de dar inmediatamente el dato m¨¢s importante.
?Qu¨¦ sucedi¨® en el caso de la informaci¨®n que comentamos? El redactor jefe de la secci¨®n Madrid, Alex Grijelmo, ha escrito estas l¨ªneas para ustedes: "Supongo que los redactores que obtuvieron la informaci¨®n intentaron cumplir con ese precepto. Muchos periodistas recurren con frecuencia al relato cl¨¢sico y aplican casi una plantilla, siempre igual, que se rellena con los datos de cada caso ('dos muertos y cinco heridos es el balance del tr¨¢gico accidente ocurrido en la carretera nacional VI)". "La b¨²squeda de soluciones imaginativas", prosigue Grijelmo, "entra?a riesgos: hay que optar por alg¨²n rasgo que llame la atenci¨®n, que capte el inter¨¦s del lector, que le muestre desde el principio la intenci¨®n del periodista de contarle una historia cuidada, y eso acarrea una cierta subjetividad por cuanto implica elecci¨®n, 'el estilo es elecci¨®n".
"Todo esto", explica el periodista, "nunca debe estar re?ido con la honradez y siempre ha de ajustarse a los hechos, como en este caso: 'No pudo escapar de su ¨²ltima fechor¨ªa' (robar un bolso)".
El redactor jefe de Madrid admite que lo importante no era que Samuel Ch. escapara o no de la fechor¨ªa. "Lo importante (El c¨®nsul honorario de Bolivia, padre de Carlos Sainz, mata de un disparo a un tironero) ya estaba contado en el titular", aclara. "Incluso la mayor¨ªa de los lectores pod¨ªa conocer esta noticia, repetida en radio y televisi¨®n el d¨ªa anterior. Una vez escrita la primera frase de enganche, el resto de la entradilla cuenta con detalle lo que ocurri¨®".
Alex Grijelmo cree, sin embargo, que la f¨®rmula utilizada en esta ocasi¨®n "no result¨® ser la mejor de las posibles". Y a?ade: "Pero es de agradecer que un periodista intente mejorar los fr¨ªos relatos de agencia y aporte una narraci¨®n personal, aunque a veces se equivoque. Asumir un reto as¨ª cada d¨ªa implica el riesgo de ser discutido despu¨¦s. Pero en esto, como en todo, s¨®lo falla los penaltis el que los tira".
Quienes "tiraron el penalti", Dur¨¢n y Ruiz, "entienden la disconformidad de algunos lectores", pero les parece que se trata de "una opini¨®n m¨¢s, respetable, pero no excluyente de una postura contraria". Dado que el t¨ªtulo y el antet¨ªtulo eran estrictamente informativos, "nos pareci¨® oportuno iniciar el texto de la informaci¨®n con el nombre, edad, nacionalidad y otro dato de la v¨ªctima (que en modo alguno pretende excusar el homicidio)".
"Era lo ¨²nico que en ese momento se conoc¨ªa de Samuel Ch.", prosiguen los redactores, "y entendimos que esta frase, en cuanto aporta datos, no es ociosa en la informaci¨®n, sobre todo teniendo en cuenta que los hechos principales se cuentan en los titulares y en el resto del primer p¨¢rrafo".
Dur¨¢n y Ruiz insisten en que pretendieron huir "de la tediosa, y f¨¢cil, f¨®rmula del relato policial. Entendimos que apostar por una redacci¨®n, para una sola frase, menos oficialista, sin abandonar el rigor y la verdad, proporcionar¨ªa una lectura menos aburrida de la informaci¨®n sobre los desafortunados hechos".
La Defensora del Lector comprende la dificultad de elaborar una buena entradilla imaginativa, y las admira, como ustedes, cuando las encuentra. Pero recuerda tambi¨¦n el consejo que le dio, cuando era casi una aprendiz, un periodista veterano: "Cuidado", me dijo, "no olvides que hay algo peor que una entradilla aburrida: un comienzo gratuito". Y me cont¨® una an¨¦cdota ocurrida en 1968 en una emisora de radio. Un periodista, agobiado por la necesidad de ser original, arranc¨® as¨ª su intervenci¨®n: "Cuando yo era joven, mi madre cantaba una canci¨®n que dec¨ªa: 'Mam¨¢ In¨¦s, todos los negros toman caf¨¦'. Desde hoy, un negro no tomar¨¢ caf¨¦: Mart¨ªn Lutero King ha sido asesinado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.