Muere el fil¨®sofo Paul K. Feyerabend

El diario italiano La Repubblica informaba ayer de la muerte del fil¨®sofo Paul K. Feyerabend. Cualquier intento de averiguar d¨®nde, cu¨¢ndo y c¨®mo result¨® infructuoso. Y sin embargo, la noticia estaba clara; junto a un art¨ªculo evocativo de Sergio Givone, pod¨ªa leerse: "Ha muerto Paul Feyerabend, considerado el ni?o terrible de la epistemolog¨ªa". Ni?o terrible, dotado de un sentido del humor s¨®lo comparaba a su acidez cr¨ªtica, escrib¨ªa con voluntad de arrasar, de no dejar t¨ªtere con cabeza. Sus trabajos hab¨ªan sido etiquetados, con su benepl¨¢cito, como "anarquismo epistemol¨®gico", y su pensamiento constre?ido a una frase suya, acu?ada casi como lema: "Todo vale".Naci¨® en. Viena (Austria), en 1924, y sus preocupaciones se hallan en la estela del pensamiento que, por aquellos mismos a?os, bull¨ªa en la capital austriaca. Uno de sus primeros textos se titula Contra el m¨¦todo. Esquema de una teor¨ªa anarquista del conocimiento. Y se abre con la siguiente afirmaci¨®n: "El siguiente ensayo ha sido escrito desde la convicci¨®n de que el anarquismo puede procurar una base excelente a la epistemolog¨ªa y a la filosof¨ªa de la ciencia".

Feyerabend propon¨ªa cualquier forma de conocimiento, incluidos los m¨¢s esot¨¦ricos, sin olvidar la inventiva individual. Era una forma de resistencia frente a la voluntad de verdad excluyente que, desde los a?os cincuenta, pretend¨ªa la filosof¨ªa de la ciencia dominante. Sosten¨ªa que no hay motivos fundados para preferir la ciencia y el racionalismo occidental frente a otras tradiciones. En sus ¨²ltimos textos, Paul K. Feyerabend hab¨ªa experimentado una evoluci¨®n notable hacia la claridad expositiva, quiz¨¢s por ello sus cr¨ªticos los rechazaban como "poco filos¨®ficos".