Vuelven la 'budoman¨ªa' y el refrito
El maestro Mario Monicelli se plagia a s¨ª mismo en 'Queridos amigos'
Es conocido en todo Occidente el olfato exportador de Corea. Nos venden enlatadas algas, ra¨ªces, insectos. Y ahora que se han enterado de que lo consumimos, nos han tra¨ªdo, tambi¨¦n en latas, una oferta de budismo. De eso va Hwaomkyung, dirigida por Chang Sun Woo, aportaci¨®n desde la fuente asi¨¢tica a la ola de budoman¨ªa abierta por Bertolucci. Y junto a esta ola de trivializaci¨®n sacr¨ªlega, lleg¨® el refrito.
En Queridos amigos, Mario Monicelli, viejo maestro de la comedia italiana, se plagia a s¨ª mismo. Otro tanto consigue la veterana h¨²ngara Martha Meszaros en El feto, mientras que la novata francesa Tonie Marshall entra a saco en todos los g¨¦neros para ofrecemos un guiso de autora titulado No muy cat¨®lica, que es, un muestrario de plagios.Esta repentina epidemia de inventiva la redondearon el ruso Nikita Mijalkov, que en su documento familiar Anna no se priva de hablar del t¨®pico de la Santa Madre Rusia; su compatriota Aleksandr Sokurov, que en P¨¢ginas escondidas colecciona incontables refritos de Dostoievsk?, Gogol, Gorki, Ostrovski y otros cl¨¢sicos decimon¨®nicos rusos; y finalmente la propia organizaci¨®n de la Berlinale, que si comenz¨® haci¨¦ndonos tragar la corruptela de inaugurar un festival que se presume de pel¨ªculas in¨¦ditas con una ya comercial?zada, precisamente Peque?o Buda, ahora, a media programaci¨®n, se plagia a s¨ª misma y pone en el escaparate principal a otra obra ya en pleno consumo: Tierras de penumbra.
Todo el mundo, desde los medios de comunicaci¨®n hasta los tenderetes del mercado, se hace aqu¨ª c¨¢bala de por qu¨¦, o cambio de qu¨¦, un festival de tan alto prestigio erosiona su imagen con estos dos descarados ejercicios de refrito y de favoritismo hacia dos producciones brit¨¢nicas comercializadas y realizadas con apoyo financiero conjunto europeo y norteamericano.
Cuando, hace unos d¨ªas, el jefazo de Hollywood Jack Valenti vino aqu¨ª a fumar la pipa de la paz dijo -nuevo plagio: lo dijo antes Martin Luther King- que "hab¨ªa tenido un sue?o". Su sue?o es hacer una pel¨ªcula producida al alim¨®n por americanos y europeos, dirigida por un ingl¨¦s, rodada en Espa?a, protagonizada por un actor egipcio y escrita por un ruso.
Mientras tanto, a Berl¨ªn han llegado los ministros de Cultura de la Uni¨®n Europea, para debatir y unificar posturas estatales y comunitarias frente a la nebulosa oferta de colaboraci¨®n bab¨¦lica hollywoodiense. Tal vez por eso se ha elegido como pel¨ªcula que sirva de tel¨®n de fondo a Tierras de penumbra, en la que Debra Winger y Anthony Hopkins hacen maravillas con un gui¨®n elegante y de soberbio trenzado literario, mientras detr¨¢s de la c¨¢mara sir Richard Attenborough, como de costumbre, se las pone dif¨ªciles con su torpeza para crear im¨¢genes, su falta de sentido del ritmo interior de la secuencia y su miop¨ªa cr¨®nica en la direcci¨®n de actores.
Con este fondo, el autoplagio de Mario Monicelli en Queridos amigos resulta coherente y benigno. Su pel¨ªcula se ve bien, pero ya la vimos hace muchos a?os: es un refrito a partes iguales de las maravillas de Todos a casa, que dirigi¨® su colega Luigi Comencini, y Rufuf¨², que dirigi¨® ¨¦l mismo. Y con la contribuci¨®n coreana a la budoman¨ªa ocurre otro tanto: atempera su oportunismo comercial el que est¨¦ muy bien hecha y sea esp¨ªritu budista de pura cepa el que inspira y anima su extra?o poema. Es decir, todo lo contrario del penoso seudobudismo de turista del esp¨ªritu que el globito hinchado de Bertolucci hace volar en un Peque?o Buda solamente peque?o.
Babelia
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