Frescura juvenil
El Madrid hall¨® en Morales a un desatascador para un partido muy espeso. La frescura juvenil del delantero blanco sirvi¨® de alivio para las mentes ya muy cansadas de todo el colectivo local.Era el de ayer uno de estos partidos en que, desde el banquillo, se nota que se van de las manos del entrenador, y cavilas una y otra vez en busca de una soluci¨®n. Llega un momento en que tienes que decidir para variar un discurso que no te gusta. No basta con tener el control del juego y disponer del cuero. Debes jug¨¢rtela. Y ayer Floro dio con el ant¨ªdoto para frenar el dolor de cabeza que estaba d¨¢ndole el Atl¨¦tico.
El partido respond¨ªa, al fin y al cabo, al gui¨®n previsto. Quiz¨¢ la ¨²nica sorpresa fue la ubicaci¨®n de Dubovsky, metido m¨¢s para atr¨¢s, junto a la medular, y el adelantamiento de Luis Enrique casi como acompa?ante en ataque de Zamorano. El Atl¨¦tico acus¨® la sorpresa. Sali¨® con un 4-4-2, con Pizo m¨¢s replegado, y todo el grupo algo desplazado. La lucha en la divisoria se sald¨® de esta forma a favor del Madrid. Tuvo tres buenas ocasiones para marcar mientras los forasteros s¨®lo arriesgaron con una contra de Kosecki. Luego tuvo que recurrir a menudo la defensa atl¨¦tica a la falta para recuperar posiciones. Pero el Madrid no supo sacar rendimiento ni de los golpes francos ni de sus situaciones de ventaja, manifiestas cuando el contrario intentaba adelantar la l¨ªnea de zagueros.
El Atl¨¦tico se reencontr¨® con su mejor f¨²tbol en la segunda parte. El equipo de Romero hizo un buen f¨²tbol de cobertura -tanto en la l¨ªnea media como en su defensa, que torpede¨® constantemente las maniobras del Madrid. A cada salida de un jugador madridista se cruzaba, se adelantaba, un rojiblanco. Y as¨ª estaban, con el colectivo local muy ofuscado y el visitante m¨¢s fresco -apuntando incluso la posibilidad del gol-, cuando apareci¨® Morales.
El nuevo valor madridista supuso encontrar la puerta contraria con una facilidad que dej¨® en evidencia a los que llevaban ya largo tiempo en la cancha. La frescura juvenil de Morales result¨® vital. Tanto que acab¨® marcando el gol que parec¨ªa negado.
La superioridad muchas veces se expresa de la forma menos previsible. Los cambios resultan muchas veces vitales para decidir un partido. Y esta vez la elecci¨®n de Floro fue la acertada.
El gol lleg¨®, adem¨¢s, en el instante preciso para el Madrid. Cinco minutos, generalmente, dan para muy poco. El Atl¨¦tico roz¨® el empate con la misma intenci¨®n con que pudo adelantarse antes, pero no acert¨®. Ya no hab¨ªa tiempo para grandes cosas. Los derbies, generalmente, se saldan como se puede y no como se quiere.
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