Advertencias para militares

El Catecismo patri¨®tico espa?ol de Men¨¦ndez Reigada (1939), texto para las escuelas por orden del Ministerio de Educaci¨®n Nacional) y el Devocionario del requet¨¦ (aprobado por el arzobispo de Burgos, que conced¨ªa 100 d¨ªas de indulgencias a los que lo leyeran y practicaran), dan una idea de la formaci¨®n que la Iglesia ha dado a nuestros militares. En ellos se puede leer:- "El esp¨ªritu del pueblo espa?ol se ha formado en el amplio molde del catolicismo, con los ideales supremos de una catolicidad imperial que es lo que ha civilizado al mundo".

- "'Las principales y m¨¢s gloriosas empresas de Espa?a son: la humanizaci¨®n y espiritualizaci¨®n del imperio romano; la conversi¨®n y civilizaci¨®n de los b¨¢rbaros; la derrota de los turcos en Lepanto; la defensa de la civilizaci¨®n cristiana y del esp¨ªritu greco-romano contra el protestantismo; el aplastamiento del bolchevismo ruso-asi¨¢tico... "

- "Ante Dios nunca ser¨¦ h¨¦roe an¨®nimo".

- "Requet¨¦: ?firme! La causa que defiendes es la causa de Dios".

- "Consid¨¦rate soldado de una cruzada que pretende devolver a Cristo la Naci¨®n de sus predilecciones que las sectas le hab¨ªan arrebatado".

- "Cuando en tus carnes la metralleta hiere y cuando tu sangre corre y ves ¨ªrsete la vida, tu ?Viva Espa?a! sobrenaturalizado con la suavidad m¨ªstica de una jaculatoria equivale al acto de voluntad de entrega a Dios. Como partecita del precio de adquisici¨®n de esta gracia: la salvaci¨®n de Espa?a".

- "Para morir has nacido. Toda muerte es buena si abre las puertas del cielo. La muerte en campo de batalla es la muerte ideal de las almas grandes. Si te llega ese trance llama al confesor".

En los S¨¢bados populares dedicados a Mar¨ªa, del jesuita C¨¢ndido Arbolea, Pamplona, 1937, se cuentan, con gozo, cosas como ¨¦stas: "Oficial hubo que, sirviendo personalmente el ca?¨®n, frotaba con una medalla (de la Virgen) las balas para lograr mejor punter¨ªa". Y para sembrar con mayor fuerza la muerte entre hermanos espa?oles, un alf¨¦rez les ofrece -a los soldados- unas miniaturas de la Virgen del Perpetuo Socorro, regalo de su madre. Todos se santiguan, rezan el acto de contrici¨®n y con gran fe la tragan y van serenos y tranquilos a repetir los hero¨ªsmos del d¨ªa anterior". En la exaltaci¨®n religioso-pol¨ªtica se lleg¨® a decir que algunos dogmas de fe, como la Eucarist¨ªa, deben ser cre¨ªdos no s¨®lo por motivos religiosos, sino tambi¨¦n patri¨®ticos. "La creencia de que Dios est¨¢ todo ?l en la hostia consagrada milagrosamente es, adem¨¢s de general en todo cat¨®lico, muy espa?ola".

Patria y religi¨®n eran una sola cosa, como militarismo y espiritualismo.