Yeltsin ha jugado a fondo sus bazas para evitar el bombardeo

El presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, ha jugado a fondo todas sus bazas, poniendo en el envite todo su peso pol¨ªtico y su influencia para conseguir que los serbios acepten retirarse de Sarajevo y evitar as¨ª el bombardeo de las posiciones serbias, ya que esto significar¨ªa una verdadera cat¨¢strofe para el Kremlin, con repercusiones grav¨ªsimas en la pol¨ªtica exterior e interior rusa.

Si hay algo en lo que todas las fuerzas pol¨ªticas coinciden en Rusia es el problema yugoslavo: no se puede permitir que la OTAN bombardee las posiciones serbias, aunque la mayor¨ªa est¨¢ de acuerdo con los pa¨ªses occidentales en que es preciso terminar con el bloqueo de Sarajevo. El ataque a¨¦reo, sostiene Mosc¨², s¨®lo conducir¨ªa a una nueva espiral de la guerra en Bosnia y no solucionar¨ªa el conflicto.Con independencia de que los rusos tengan raz¨®n o no en esto, el problema es que el bombardeo de la OTAN llevar¨ªa indefectiblemente a un enfrentamiento de Rusia con Occidente y tendr¨ªa consecuencias nefastas para la pol¨ªtica interior rusa.

El menosprecio por parte de la Alianza Atl¨¢tica de los intereses de Rusia significar¨ªa, en opini¨®n de la mayor¨ªa de los observadores, la derrota total de los pol¨ªticos proocidentales, como el titular de Exteriores, Andr¨¦i K¨®zirev, quien probablemente ser¨ªa reemplazado por alg¨²n adicto, en uno u otro grado, a la idea imperial de Rusia. Y, en el plano interno, el enfrentamiento con Occidente significar¨ªa tambi¨¦n la derrota de la reforma en curso.

El presidente ruso, a pesar de su agudo proceso gripal -que los ¨²ltimos 10 d¨ªas le ha impedido ocuparse de los asuntos internos del Estado, ha desarrollado una actividad telef¨®nica febril para tratar de hacerse o¨ªr en Occidente. Al parecer, sus resultados fueron inicialmente escasos. Eso explica la advertencia p¨²blica hecha durante la visita del primer ministro brit¨¢nico, John Major. "Hay quienes est¨¢n tratando de resolver el problema bosnio sin la participaci¨®n de Rusia. Pero no lo conseguir¨¢n; nosotros no lo permitiremos", dijo en aquella ocasi¨®n Yeltsin.

En realidad, Rusia ten¨ªa una sola forma de impedir que se resolviera el problema bosnio sin su participaci¨®n: presionar a los serbios para hacerles comprender la necesidad de retirar su artiller¨ªa de los alrededores de Sarajevo. Eso fue lo que consigui¨® el jueves el viceministro de Exteriores Vitali Churkin, cuando llev¨® a Pale una carta de Yeltsin. Pero los serbios cedieron s¨®lo a cambio de un mayor compromiso de Rusia: el Kremlin, que el lunes se neg¨® a trasladar parte de sus tropas de Croacia a Sarajevo, decidi¨®, a petici¨®n de Radovan Karadzic, el env¨ªo urgente de 400 paracaidistas a la capital bosnia.