La derrota pisa Las Margaritas

El Lugo le sac¨® los colores al Getafe y aprovech¨® su ¨²nica oportunidad para dar la sorpresa. Los gallegos son el primer equipo que gana en Las Margaritas despu¨¦s de 25 jornadas y descubre las miserias de un equipo incapaz de crear una sola ocasi¨®n de gol en 90 minutos de juego. Si la Ponferradina ya sorprendi¨® arrancando un punto cuando perd¨ªa por dos a cero, el Lugo no hizo m¨¢s que convertir en real algo ya anunciado. Para vencer en el feudo getafense, el Lugo aplic¨® durante 90 minutos una m¨¢xima muy especial, que vendr¨ªa a afirmar que cuanto m¨¢s tiempo est¨¢ el bal¨®n en el aire, menos minutos tiene el rival para jugarlo con un m¨ªnimo de correcci¨®n. Aplicados a semejante tarea, los gallegos no s¨®lo usaron y abusaron del patad¨®n, sino que tambi¨¦n le hurtaron al Getafe dos dimensiones imprescindibles: el espacio y el tiempo.

El primero, porque el t¨¦cnico lucense revis¨® los manuales del achique de espacios y aleccion¨® a sus jugadores en las modernas reglas de la presi¨®n al contrario. As¨ª, lo m¨¢s normal fue ver al encargado local de crear juego rodeado por dos o tres jugadores rojiblancos. Como consecuencia a?adida, los getafenses tambi¨¦n carecieron de los segundos necesarios para pensar. El Lugo tambi¨¦n les negaba el tiempo.

Mientras el Getafe, anclado en el medio campo, buscaba el modo de hincarle el diente al partido, Alejandro aprovech¨® una indecisi¨®n defensiva para adelantar a su equipo. La falta de entendimiento entre Benito y Caballero fue la particular r¨²brica de la sentencia escrita por los getafenses. Alejandro no hac¨ªa m¨¢s que poner en evidencia a una l¨ªnea defensiva que se ha mostrado muy insegura en los ¨²ltimos partidos jugados en Las Margaritas.

El tanto en contra, en vez de convertirse en un revulsivo para el conjunto local, termin¨® por ahogar las pocas ideas mostradas por los getafenses. El sistema defensivo lucense, en l¨ªnea, zonal y adelantado, hizo incurrir a los delanteros locales en numerosos fueras de juego, lo que, con el aumento de la estad¨ªstica, cre¨® miedo e inseguridad en sus acciones.

Por contra, el Lugo termin¨® por asentarse a¨²n m¨¢s sobre el c¨¦sped del terreno getafense e invirti¨® los papeles. Los gallegos se dedicaron a oficiar de locales, y el Getafe, de visitante. Ni los minutos, ni los cambios, ni las ¨®rdenes de Duque, sirvieron para atemperar el juego local.