No se habla japon¨¦s
LA EXIGENCIA por parte de Suzuki de una aportaci¨®n exterior, p¨²blica o privada, de casi 40.000 millones de pesetas para no cerrar sus instalaciones de Linares (Ja¨¦n) es tan dif¨ªcilmente asumible que pr¨¢cticamente condena a la desaparici¨®n a una f¨¢brica que en su d¨ªa dio trabajo a 4.500 empleados y en torno a la cual gira la econom¨ªa de toda la comarca. Se trata de una condici¨®n imposible para cualquier Administraci¨®n, porque ni siquiera con esa aportaci¨®n de fondos p¨²blicos garantizar¨ªa Suzuki el empleo actual: 2.400 trabajadores. A continuaci¨®n plantea el despido de 1.700 trabajadores, el 70% de la plantilla.La ¨²nica esperanza es qu¨¦ se trate de un ¨®rdago de la multinacional japonesa para que la movilizaci¨®n de la comarca provoque, si no una aportaci¨®n tan descomunal, otras ayudas oficiales que contribuyan a financiar la reconversi¨®n de la planta o tal vez a convertir al Estado -sus Fuerzas Armadas y de seguridad- en cliente principal de la misma, como ya lo fue en la ¨¦poca en que fabricaba los famosos Land-Rover Santana. Pero es poco probable que se trate s¨®lo de un movimiento estrat¨¦gico. El caso de Linares, como los que lo han precedido, est¨¢ poniendo de manifiesto no s¨®lo la profundidad de la crisis del sector del autom¨®vil, sino la debilidad de la posici¨®n espa?ola frente a las multinacionales instaladas aqu¨ª con fuertes ayudas oficiales pero sin posibilidad por parte de la Administraci¨®n de condicionar su toma de decisiones estrat¨¦gicas.Hay, de entrada, un problema de demanda. Se venden menos coches, en Espa?a y en todas partes. Aqu¨ª existen seis empresas fabricantes de autom¨®viles, dos de camiones y autobuses, y tres de todoterrenos y furgonetas (entre. ¨¦stas, las japonesas Suzuki y Nissan). Todas ellas tienen en marcha medidas reconversoras. Ah¨ª est¨¢n los problemas de Seat (cierre de la planta de la Zona Franca barcelonesa y reducci¨®n de 10.000 empleos), de Nissan (segregaci¨®n de la empresa en cinco sociedades para reducir costes, acompa?ada de reducci¨®n de plantilla) y la de Mercedes Benz, con la p¨¦rdida de 1.000 empleos en Barcelona.
En todos estos casos se ha manifestado el llamado efecto sede: cuando les van mal las cosas, las multinacionales tienden a reducir sus-¨ªnversiones en los centros situados fuera del pa¨ªs en que se encuentra su sede central.. A veces para cerrar, a veces para trasladar: la posibilidad de producir en pa¨ªses con costes laborales menores, que favoreci¨® a Espa?a en las d¨¦cadas anteriores, le perjudica ahora en favor de los pa¨ªses del Este y otros. A la debilidad de la demanda, nacional e internacional, se suman, pues, unos costes que son ahora menos competitivos que hace una d¨¦cada. Es la combinaci¨®n de ambos factores lo que determina el cierre o la deslocalizaci¨®n.
En cualquier caso, el problema plantea una crisis de dimensiones enormes para toda una comarca que ya vivi¨® otra cuando se dej¨® de explotar la miner¨ªa despu¨¦s de siglos. La suspensi¨®n de pagos de Suzuki ha encendido la alarma y ya ha habido empresas auxiliares que han comenzado a no renovar los contratos temporales. Ello ha provocado la movilizaci¨®n de los trabajadores, que alegan el incumplimiento por parte de la empresa de compromisos anteriores. Ese factor ser¨¢ leg¨ªtimamente utilizado en la negociaci¨®n. La Administraci¨®n tambi¨¦n deber¨¢ hacer valer las subvenciones concedidas en el pasado, as¨ª como la ventaja que ha obtenido Suzuki al hacerse con una cuota del mercado nacional que sin duda aspira a mantener aunque se vaya de Linares.
Est¨¢ en la l¨®gica de la negociaci¨®n poner precio a esos factores. Pero carece de fundamento la idea, expresada ayer por algunos demagogos de guardia, siempre dispuestos a ganarse el elogio como sea, seg¨²n la cual, si se van los japoneses, el Estado tendr¨¢ que hacerse cargo de la empresa en defensa de los puestos de trabajo. Esa l¨®gica es la que ha conducido a una tasa de paro que dobla la media comunitaria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Empresas multinacionales
- Opini¨®n
- Producci¨®n
- Mercedes Benz
- Suzuki Motor Company
- Linares
- Seat
- Conflictos diplom¨¢ticos
- Nissan
- Ayuntamientos
- Pol¨ªtica exterior
- Jap¨®n
- Provincia Ja¨¦n
- Administraci¨®n local
- Pol¨ªtica industrial
- Andaluc¨ªa
- Empleo
- Relaciones internacionales
- Espa?a
- Relaciones exteriores
- Empresas
- Administraci¨®n p¨²blica
- Industria
- Econom¨ªa
- Trabajo