El folletin acaba en derrota
La ucrania Baiul vence a Kerrigan, y Harding s¨®lo alcanza el octavo puesto. El cap¨ªtulo final del follet¨ªn sobre hielo mereci¨® la pena. El patinaje art¨ªstico abandon¨® su cara angelical y se llen¨® de tensi¨®n como un aut¨¦ntico thriller. Tonya Harding, con problemas en un tobillo y con los cordones del pat¨ªn, tard¨® en salir, interrumpi¨® su programa libre y al final apenas subi¨® dos puestos para acabar octava. Nanecy Kerrigan, pese a liderar el programa t¨¦cnico, no pudo con la ucrania Oksana Baiul y se qued¨® con la plata.
En el fondo, trat¨¢ndose de un culebr¨®n a la norteamericana, ten¨ªa que quedar mejor la buena, pero tampoco demasiado. As¨ª podr¨¢ tener continuaci¨®n todo el montaje y m¨¢s d¨®lares por medio. Celebrarse incluso alguna que otra revancha, aunque se ha demostrado que historias as¨ª dan mucho m¨¢s juego en los juzgados.La noche se calent¨® al m¨¢ximo en el anfiteatro de Hamar cuando lleg¨® el momento de actuar a Tonya Harding y ¨¦sta no apareci¨®. Un escalofr¨ªo de sorpresa inund¨® las gradas."?Se retira? Vaya final para tanta parafernalia" se coment¨®. Harding hab¨ªa ca¨ªdo al ensayar uno de sus saltos triples en el calentamiento y se tem¨ªa lo peor. Ya se conoc¨ªan desde hace tiempo sus problemas con un tobillo, pero ella tampoco los ha querido utilizar para justificarse. La realidad fue mucho m¨¢s prosaica. No se hab¨ªa atado bien los cordones de la bota. Despu¨¦s de tanto montaje parec¨ªa rid¨ªculo.
Empez¨® su programa, pero se tuvo que parar, llorando. Apuros de la entrenadora y core¨®grafa para ponerle otro cord¨®n, dos minutos de cortes¨ªa, dos m¨¢s, y al final le permitieron actuar al final de su grupo, tras cuatro patinadoras . Pero ni con los cordones bien atados respondi¨®. Su triple axel, ¨²nica que lo hace, e qued¨® en doble, fall¨® la salida de otro salto y pareci¨® otra sombra sobre el hielo."No pod¨ªa dejar que un cord¨®n me impidiera patinar", dijo despu¨¦s, conformista.
Kerrigan, de beige con estrellitas, siempre m¨¢s discreta y elegante, patin¨® con el retraso de su rival casi detr¨¢s de ella. Y la diferencia fue brutal. Hizo siete triples y s¨®lo fall¨® la recepci¨®n en uno. La medalla de oro parec¨ªa a su alcance. Pero Baiul, la esquel¨¦tica ucrania de 16 a?os, le contest¨® con otros siete triples clavados con un m¨ªnimo error. No pod¨ªa esperar que la juez norteamericana le diera el primer puesto, pero de los nueve jueces cinco s¨ª lo hicieron, inclu¨ªdo el ucranio, naturalmente.
Mayor¨ªa suficiente. La subjetividad en las puntuaciones , como en gimnasia, sigue manteniendo muchas desverg¨¹enzas patri¨®ticas. La norteamericana, curiosamente, tampoco se mostr¨® decepcionada y s¨ª liberada. "El puesto no es importante" se?al¨®. "Ahora que todo ha terminado puedo decirlo: ha sido muy duro. Ten¨ªa la sensaci¨®n de estar en una prisi¨®n estas dos semanas y he sido feliz durante los minutos que he pasado sobre el hielo" a?adi¨®. La china LuChen, ya tercera en el Mundial 93 de Praga tras Baiul y la francesa Bonaly, gan¨® el bronce.
Si el concurso ol¨ªmpico puso en su sitio real a Kerrigan y a Harding, tambi¨¦n lo hizo con Kattarina Witt, la doble campeona de Sarajevo 84 y Calgary 88. Doce a?os mayor que Baiul, por ejemplo, es imposible que pueda competir ya en dificultades. Su programa ya era menos exigente y encima, tras evitar una primera ca¨ªda apoyando la mano en el hielo, no pudo evitar la ¨²ltima, ya agotada.
Acab¨® s¨¦ptima.
La espa?ola Marta Andrade, aunque a un punto (un mundo) de diferencia, tambi¨¦n midi¨® el suelo dos veces. Luch¨® con su modestia y subi¨® un puesto respecto al programa t¨¦cnico. Acab¨® 20? entre 24. Aunque por los pelos, tambi¨¦n pudo decir que cumpli¨® la p¨ªrrica aspiraci¨®n federativa espa?ola de terminar entre los 20 primeros del mundo.
Seg¨²n su entrenadora, Susana Pals, tiene todas las disculpas por la falta de apoyo. Ni de la federacion ni de su propio club, el Barcelona, donde incluso tiene problemas para que le den suficientes horas de entrenamiento. Marta, que vive cerca del pabell¨®n azu1grana, empez¨® a ir a patinar con el colegio. Ahora estudia Empresariales y ha mirado "con respeto" dice, a Kerrigan y Harding. "No me he entrenado con ellas, pero s¨ª las he visto en el vestuario y me parecen muy norinales". Tanto, como para perder cuando parec¨ªan campeonas de todo.
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