Romeros
Tras muchos a?os se celebr¨® la romer¨ªa de San Blas, abogado del mal de garganta y patr¨®n del cantor, que en tiempos del perseguidor Diocleciano libr¨® a una criatura engullidora de una espina de atragantarse y desde entonces es, patr¨®n de los romeros, los af¨®nicos, los profesores, los parlamentarios y otros menos notables que viven de su pico. Y febrero se estrena con la romer¨ªa de San Blas y los romeros se ponen con m¨¢s facilidad que en otras fechas con el canto en el cielo.As¨ª se entiende que estos d¨ªas cantara hasta el canario de Fuenlabrada, que lleg¨®, cant¨® y fue premiado en un concurso mundial entre miles y miles de avecicas de las que cantan a moco tendido. El nuestro lleg¨® a dar nada menos que siete notas con el pico cerrado, como si el amo le hubiera puesto aquella letra de la J¨ªoplin: "Si quieres ser gran estrella de la canci¨®n, debes cantar sola y sin que se te note". La verdad es que el canario de Fuenlabrada ha cantado en un foro internacional por peteneras y lo han. premiado entre 20.000 propios, nuevaversi¨®n de romer¨ªa neocapitalista, que da a notar con el tarareo un secreto disfrute sostenido nada aceptable en estos meses de micr¨®fonos y v¨ªdeos de verte y no verte rendir. Y hoy no estamos, como en tiempos de san Blas, con un Diocleciano cualquiera, sino con se?ores tan plim como los japoneses de Santana (santa tambi¨¦n, pero moderna) que andan con mis paisanos transhumantes de romer¨ªa por la sede de Industria de Madrid, con la merienda y todo. Ayer iban al pantano de Cubillas y a la sierra de And¨²jar a hacer el sindicato y hoy navegan en los estuarios ministeriales.
Dir¨¢s que hay romer¨ªas antiguas como aquella de Lourdes en el Prado Nuevo, que entran en la comunidad por la eme treinta y luego aparcan en El Escorial en autobuses C¨®ndor cerca de un fresno a ver si aparece lo que tiene que aparecer, con su nube, su ¨¢ngel, su fuente sellada por contaminaci¨®n y su profec¨ªa, como lo hac¨ªan las apariciones de toda la vida.
Pero hoy la romer¨ªa moderna la llevan los romeros de Suzuki, nietos de La Barrena y La Fraternidad (cuando las minas), y que est¨¢n con el olivo y la fuente del Pisar sin el milagro de la llave de, paso, guardada en la cajita de un se?or que se apellida Eguiagaray con un eco de alcance.
Desde este mes tenemos la provincia repartida entre dos grupos de romeros: el de la sorbredosis de santo y esguince de Prado Nuevo de los s¨¢bados y los del plan de viabilidad y el accionista de Santana, que p¨ªan de momento sin que se note, como el canario. Pero est¨¢ claro que ¨¦stos son quienes tienen que regresar de la excursi¨®n esta semana con el canto del duro.
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