"La situaci¨®n se est¨¢ poniendo fea"

Drante la permanencia del avi¨®n en Alicante hubo dos claros protaginistas: Los controladores del aeropuerto de L'Atlet y el comandante del aparato, portavoz de los exigencias de los secuestradores. Las conversaciones se desarrollan en ingl¨¦s.Eran poco despu¨¦s de las cuatro.

Comandante: "La sitaci¨®n se est¨¢ poniendo fea aqu¨ª".

Controlador: "( ... ) Estamos considerando su petici¨®n. (...) Por favor, p¨ªdales que dejen bajar a los dem¨¢s pasajeros ( ... ), la negociaci¨®n no se ha acabado (...)".

La contestaci¨®n de los secuestradores, por boca del comandante, es rotunda: "No. Exigimos la carta [concedi¨¦ndoles el asilo pol¨ªtico exigido], r¨¢pido, ya es demasiado tarde, por favor env¨ªen el combustible (... )".

Amenazan con despegar y la torre de control reacciona lanzando otro cebo: "Por favor, necesito los nombres de las personas que quieren pedir asilo ( ... )".

Pero los nombres no llegan ' s¨®lo que se trata de tres polic¨ªas argelinos. Y la paciencia se acaba.

Comandante: "Espero hasta las cinco en punto". [A esa hora el avi¨®n intenta despegar, sin ¨¦xito. Se retorna la conversaci¨®n].

Comandante: "No quieren utilizar las pistolas, ( ... ), no creo que haya ning¨²n problema aqu¨ª. ( ... ) Tienen pistolas que no quieren utilizar, s¨®lo piden la carta, entonces bajar¨¢n". [El piloto insiste.]

Comandante: "Les leer¨¦ la carta ( ... ) y tirar¨¢n las pistolas por la ventana.(...) Lo haremos, lo haremos,( ... ), no habr¨¢ disparos".

Uno de los secuestradores, que habla en franc¨¦s, se decide a hablar y lo confirma: "( ... ) No habr¨¢ ning¨²n problema, le hablo claramente( ... ), d¨¦nme la carta, no habr¨¢ ning¨²n problema, se lo garantizo."