Espa?a no debe ceder
UNA DE las cuestiones que se discuten a estas horas en las complejas negociaciones de adhesi¨®n de Austria, Finlandia, Suecia y Noruega es el sistema de votaci¨®n que va a emplear el Consejo de Ministros cuando sean 16 los pa¨ªses que se sienten alrededor de la mesa. Espa?a, junto al Reino Unido e Italia, se niega a aceptar la propuesta de aplicaci¨®n mec¨¢nica de los actuales porcentajes a la nueva distribuci¨®n de votos, de forma que exige dejar en 23 votos sobre 76 la llamada minor¨ªa de bloqueo, en vez de los 27 sobre 90 que quieren los pa¨ªses candidatos y buena parte de los otros socios. -La complejidad del sistema de votos no permite que la opini¨®n p¨²blica espa?ola perciba con claridad lo que de verdad se est¨¢ jugando en una cuesti¨®n aparentemente t¨¦cnica. No se trata de que Espa?a reivindique el derecho a realizar obstruccionismo en votaciones dirigidas adem¨¢s a acelerar la construcci¨®n europea y a mejorar la cohesi¨®n y la solidaridad entre los pa¨ªses socios. El problema es que en numerosas votaciones en las que se est¨¢n jugando ayudas econ¨®micas, limitaciones a la producci¨®n agr¨ªcola, est¨¢ndares medioambientales o salvaguardas comerciales Espa?a debe contar, como m¨ªnimo, con la capacidad de negociaci¨®n que le proporciona la posibilidad de alcanzar la minor¨ªa de bloqueo.
Hasta ahora, los negociadores espa?oles en el d¨ªa a d¨ªa de la Uni¨®n Europea han contado siempre con una doble elecci¨®n para alcanzar los 23 votos o amenazar con alcanzarlos. A los ocho votos espa?oles deb¨ªan sumar los diez de un pa¨ªs grande -Francia o Italia, habitualmente- y los cinco de uno peque?o -Portugal o Grecia-. Esto es lo que se ha venido en llamar la minor¨ªa de bloqueo mediterr¨¢nea, que ha permitido salvar los muebles in extremis en numerosos casos, en cuestiones principalmente agr¨ªcolas.
El ingreso de tres pa¨ªses n¨®rdicos y uno centroeuropeo y alpino va a desequilibrar de entrada la ¨®ptica con que se observar¨¢n muchos problemas propios de los pa¨ªses mediterr¨¢neos. El aceite de oliva, el consumo de bebidas alcoh¨®licas, las relaciones con los pa¨ªses del Magreb o la caza de ballenas se ven con ¨®pticas muy distintas desde los fiordos noruegos o desde las costas andaluzas. Estos pa¨ªses, adem¨¢s, van a con tar con un numero de votos en el Consejo que desequilibra profundamente la representaci¨®n de la poblaci¨®n. Los ciudadanos del sur, donde hay pa¨ªses de mogr¨¢ficamente muy importantes, como Francia, Italia o Espa?a, contar¨¢n a partir de ahora con una representaci¨®n desproporcionadamente peque?a en relaci¨®n a los del norte, m¨¢s fragmentados, y, en con secuencia, con m¨¢s votos en el Consejo. Es muy razonable, por tanto, que el Gobierno espa?ol quiera mantener la minor¨ªa de bloqueo en 23 votos o alternativamente exigir que los 27 votos representen a tres pa¨ªses o a 100 millones de habitantes. No valen argumentos supuestamente federalistas o europe¨ªstas para exigir a Espa?a que renuncie a defender sus intereses y sus derechos. Quienes quieran reforzar la unidad pol¨ªtica europea tienen otros caminos m¨¢s contundentes que la imposici¨®n del tr¨¢gala de los del norte sobre los del sur. Por ejemplo, una mayor representatividad demogr¨¢fica. Si es un problema de efectividad, pueden ir m¨¢s lejos y propugnar la creaci¨®n de un directorio de pa¨ªses grandes con peso espec¨ªfico y con una diplomacia importante.
Ser¨ªa bueno, sin embargo, que los ciudadanos espa?oles conocieran mejor lo que est¨¢ en juego en la ampliaci¨®n de la Uni¨®n y espec¨ªficamente en el sistema de votos. Estar¨ªa muy bien que los ganaderos que se preocupan sobre las cuotas y las multas lecheras, los agricultores que temen por sus exportaciones tempranas o los industriales del textil que se indignan por los acuerdos del GATT conocieran mejor la importancia de este envite y de lo que puede resultar si a los negociadores espa?oles se les ocurriera ceder en esta cuesti¨®n, calificada como "de Estado" por uno de ellos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.