Torras-KIO ocult¨® 7.700 millones de beneficios en Inpacsa, actualmente en quiebra por p¨¦rdidas
Los anteriores gestores de Torras-KIO en Espa?a ocultaron que Inpacsa, empresa papelera del grupo, obtuvo beneficios de casi 7.692 millones de pesetas con la venta de una de sus filiales, ICSA, al grupo irland¨¦s Jefferson Smurfit. Seis a?os despu¨¦s de esta operaci¨®n, se desconoce qui¨¦n o qui¨¦nes recibieron esos beneficios, pero Inpacsa ya no existe. El a?o pasado cerr¨® sus puertas, tras declararse en quiebra por las p¨¦rdidas acumuladas, dejando sin empleo a cerca de 250 trabajadores. Al igual que ¨¦stos, los accionistas minoritarios de Inpacsa no disfrutaron de los beneficios de esas operaciones.
En un documento remitido a las autoridades de Kuwait por un ex ejecutivo de Torras-KIO, se reconoce que el objetivo de la operaci¨®n era evitar que "los accionistas minoritarios de Inpacsa y Torras recibieran parte del beneficio".KIO compr¨® Inpacsa en 1986, por lo que ¨¦sta fue la primera inversi¨®n industrial del grupo ¨¢rabe en Espa?a. La empresa pas¨® a pertenecer formalmente al Grupo Torras cuando ¨¦ste compr¨®, un a?o despu¨¦s, el 100% de la empresa al propio KIO. El grupo ¨¢rabe, que en aquella ¨¦poca pose¨ªa s¨®lo el 40% de Torras -posteriormente llegar¨ªa a controlar el 100%-, obtuvo con esta venta a su holding en Espa?a unos beneficios de 2.500 millones de pesetas.
Inmediatamente despu¨¦s de esa compra, Torras vende a su filial Inpacsa otra empresa papelera que ya era de su propiedad, ICSA, por 1.908 millones de pesetas. Tal y como se recoge en el cuadro que acompa?a a esta informaci¨®n, esa compra se realiz¨® en el mes de marzo de 1987.
En mayo de ese mismo a?o, Inpacsa coloc¨® en las bolsas espa?olas el 40% de su capital, y Torras se mantuvo como el accionista mayoritario, con el 60%. A principios de 1988, los gestores de Torras deciden vender ICSA. Seg¨²n el documento elaborado por un ex ejecutivo de Torras y enviado a las autoridades de Kuwait, los gestores del grupo hicieron los preparativos "para una posible venta de ICSA sin que Inpacsa obtuviera ning¨²n beneficio". Si esta operaci¨®n hubiera reportado beneficios, contin¨²a el informe, Inpacsa "habr¨ªa tenido que pagar impuestos sobre las plusval¨ªas. Adem¨¢s los accionistas minoritarios de Inpacsa y Torras habr¨ªan recibido parte del beneficio".
La venta de ICSA se pone definitivamente en marcha en junio de 1988. Una sociedad fiduciaria llamada Croesus, que tiene su domicilio social en Gibraltar, compr¨® la papelera por la cantidad de 4.200 millones. Croesus, por su parte, revendi¨® ICSA a una sociedad holandesa, Doferas. Esta ¨²ltima cerr¨® la operaci¨®n vendiendo ICSA al grupo papelero irland¨¦s Jefferson Smurfit, en noviembre de 1988, por 11.892 millones.
Es decir, ICSA, que en marzo de 1987 sali¨® de las manos de Inpacsa por 4.200 millones, fue vendida finalmente con un beneficio de 7.692 millones. Los abogados de KIO en Espa?a sostienen que ese dinero fue a manos de los anteriores gestores de Torras, encabezados por Javier de la Rosa. ?stos, por su parte, afirman que fue a manos de KIO. Los abogados de KIO en Londres investigan qui¨¦n es el propietario real de una sociedad gibraltare?a llamada Wantley, en cuya caja se refugiaron los beneficios al cerrarse la operaci¨®n.
Como reconoce el documento antes mencionado, el "problema resid¨ªa en los accionistas minoritarios, quienes pudieron no haber recibido la adecuada compensaci¨®n por la p¨¦rdida de los beneficios. Si eso sucedi¨®, los accionistas podr¨ªan presentar una demanda contra los accionistas mayoritarios, es decir KIO".
Los gestores del grupo toparon con varios problemas de importancia y algunos de los expertos contratados para la operaci¨®n expresaron reparos. As¨ª, "durante las negociaciones para la venta de ICSA, los asesores espa?oles, Salomon Brothers y Freshfields, que conoc¨ªan la estructura de la operaci¨®n, consideraron que exist¨ªa el riesgo de que se tratara de un fraude a los accionistas minoritarios de Inpacsa y Torras si el precio final obtenido en la venta de ICSA exced¨ªa los 40 millones de d¨®lares [4.000 millones de pesetas al cambio de aquel momento]".
De hecho, los accionistas minoritarios de Inpacsa expresaron, en, la junta general de accionistas correspondiente a 1988, su irritaci¨®n por el desenlace de toda la operaci¨®n y acusaron a una supuesta mano negra de haber desviado los beneficios.
Inpacsa cierra sus puertas
En septiembre de 1989, el grupo Smurfit, que un a?o antes hab¨ªa adquirido ICSA, compr¨® el 35% de Inpacsa y asumi¨® la gesti¨®n de la empresa, aunque Torras se mantuvo como accionista minoritario, con el 22% del capital. Posteriormente, Smurfit cre¨® el grupo papelero EPPIC fusionando ICSA e Inpacsa
La nueva empresa, sin embargo, comienza a, sufrir las consecuencias de un descenso de ventas en el sector papelero. Entre los a?os 1990 y 1992, las p¨¦didas acumuladas por EPPIC alcanzaron los 4.400 millones de pesetas. Como consecuencia de ello, el accionista mayoritario, Jefferson Smurfit, decidi¨® cerrar las puertas de la empresa catalana en abril del a?o pasado. En cualquier caso, las p¨¦rdidas acumuladas eran inferiores a los beneficios evaporados.
Las causas de la crisis
Las ¨²ltimas informaciones sobre importantes movimientos de fondos del Grupo Torras ofrecen claves reveladoras sobre las verdaderas causas de una de las crisis empresariales m¨¢s importantes de los ¨²ltimos a?os. De acuerdo con los documentos confidenciales elaborados por un ex ejecutivo del holding de KIO en Espa?a, no se puede achacar el desastre a la negativa de los nuevos gestores de aportar m¨¢s fondos a las empresas.Supuestos pagos pol¨ªticos de 30.000 millones de pesetas, que ascienden a casi 40.000 si se les suman los gastos generados por el trasiego del dinero a trav¨¦s de bancos y para¨ªsos fiscales. Posible desv¨ªo de 20.000 millones de pesetas, de nuevo m¨¢s gastos, hacia cuentas bancarias privadas en Suiza y Londres. Evaporaci¨®n de 7.700 millones en operaciones de venta de empresas. Torras declar¨® entre los a?os 1991 y 1992 p¨¦rdidas de 197.000 millones de pesetas. Los nuevos gestores de KIO exigen explicaciones sobre el destino de 100.000 millones de pesetas.
Independientemente de qui¨¦nes hayan sido los beneficiados por estas operaciones y de que los pagos pol¨ªticos se hubieran producido o no, las cifras mencionadas hasta ahora suman casi 70.000 millones. Cuesta creer que todos estos momentos de dinero obedecieran a las necesidades de financiaci¨®n de las actividades cotidianas de las empresas del grupo. La gesti¨®n de estos fondos est¨¢ pendiente de' justificaci¨®n. En cualquier caso, los anteriores gestores no han explicado a¨²n por qu¨¦ no relacionan la crisis de Torras con esas operaciones y se lamentan de que no llegaran nuevos fondos.
?ste es el cometido de los jueces encargados del caso en Londres y en Madrid. A pesar de que la demanda de KIO en la capital brit¨¢nica se present¨® varios meses despu¨¦s que la querella de Madrid, los jueces del alto tribunal de Londres han demostrado ser r¨¢pidos y eficientes.
De momento, en Londres hay dos embargos de cuentas decretados contra dos ex altos cargos de KIO, los dos de nacionalidad kuwait¨ª. Sin embargo, se esperan nuevos avances en los pr¨®ximos d¨ªas, seg¨²n las fuentes que conocen el desarrollo de las investigaciones.
"De seguir as¨ª, el juez Moreiras puede encontrarse con el caso resuelto por sus colegas brit¨¢nicos cuando comience la instrucci¨®n", comentan fuentes pr¨®ximas al equipo jur¨ªdico de KIO.
Finalmente, queda, pendiente de dilucidar el car¨¢cter de las inversiones de KIO en Espa?a y el Reino Unido. En el primer caso, las autoridades investigan para saber si se cometi¨® falsedad en documento p¨²blico al declarar que los fondos invertidos eran privados. Todo indica que nadie discute que son p¨²blicos.
En el Reino Unido, seg¨²n el documento del ex ejecutivo de Torras-KIO, "KIO obtuvo significativos beneficios fiscales ( ... ) por todas las inversiones, cualquiera que fuera la fuente de esos fondos. En cualquier caso, en concordancia con las condiciones establecidas por el Gobierno brit¨¢nico, tales beneficios fiscales fueron concedidos ¨²nica y exclusivamente para los fondos de las nuevas generaciones". El an¨¢lisis concluye alertando del "riesgo de que KIO recibiera un tratamiento fiscal beneficioso en el Reino Unido en algunas inversiones para las que no ten¨ªa autorizaci¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Consejo administraci¨®n
- Kuwait Investments Office
- Inpacsa
- Cultura empresarial
- Javier de la Rosa
- Caso Torras Kio
- Jefferson Smurffit Group
- Cuenta resultados
- Blanqueo dinero
- Kuwait
- Relaciones econ¨®micas
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Casos judiciales
- Corrupci¨®n
- Pol¨ªtica exterior
- Delitos fiscales
- Sucesos
- Derecho
- Delitos
- Empresas
- Proceso judicial
- Pol¨ªtica
- Justicia
- Relaciones exteriores
- Espa?a