Dos hermanos portugueses son los supuestos asesinos del pintor Abel Mart¨ªn
JAN MART?NEZ AHRENS La amistad abri¨® las puertas a la muerte. Los hermanos portugueses Gonzalo Montezuma, de 25 a?os, y Manuel Franco, de 23, son los supuestos autores del asesinato, en agosto pasado, del grabador y pintor Abel Mart¨ªn. Los presuntos homicidas, encarcelados por ello en Coimbra (Portugal), conocieron de ni?os a la v¨ªctima: son hijos de un m¨¦dico que trat¨® en su enfermedad al artista Eusebio Sempere, del que fue ¨ªntimo colaborador Mart¨ªn. Esta relaci¨®n les permiti¨® entrar sin violencia en su chal¨¦ de El Plant¨ªo, en Madrid. All¨ª le clavaron una varilla met¨¢lica en la frente y robaron valiosas obras de arte.
La investigaci¨®n de la Guardia Civil, cuyos agentes se trasladaron al pa¨ªs vecino, llev¨® hace un mes al apresamiento de los hermanos en la ciudad de Coimbra, pero no fue sino hasta ayer, seg¨²n las citadas fuentes, cuando el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 40 de Madrid emiti¨® un auto de procesamiento contra los sospechosos y dict¨® orden de b¨²squeda y captura intemacional.
Los supuestos asesinos del pintor vendieron en Portugal obras robadas en la casa de la v¨ªctima
El crimen de Mart¨ªn conmocion¨® el mundo del arte y suscit¨® numerosas inc¨®gnitas. ?C¨®mo entraron los asesinos? ?Qui¨¦nes eran? ?Por qu¨¦ no hab¨ªa signos de violencia en la casa? La resolucion de estas interrogantes recay¨® en la Brigada de Homicidios de la Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil (112 Comandancia), que para la investigaci¨®n se traslad¨® en diciembre al pa¨ªs atl¨¢ntico. All¨ª los investigadores indagaron en el mercado art¨ªstico junto a la polic¨ªa judicial del pa¨ªs atl¨¢ntico. Fue entonces cuando aparecieron dos hermanos galeristas con el apellido Montezuma. Uno de ellos, Gonzalo, arrastra antecedentes por tr¨¢fico de drogas y hab¨ªa sido investigado en Portugal como sospechoso del crimen de un artista.El padre de ambos, adem¨¢s, fue el m¨¦dico que atendi¨® de par¨¢lisis progresiva a Eusebio Sempere. Abel Mart¨ªn colabor¨® con Sempere durante tres d¨¦cadas y se hizo cargo de ¨¦l durante la enfermedad que acab¨® con su vida. M¨¢s de una vez le acompa?o a la cl¨ªnica que dirig¨ªa la familia Montezuma en Coimbra. Y, a la inversa, Montezuma le visit¨® en Madrid.
Puerta abierta
De esas visitas conoc¨ªa Abel Mart¨ªn a los hijos del m¨¦dico, Gonzalo y Manuel. Esta relaci¨®n le llev¨®, a juicio de los acusadores, a abrirles aquel 4 de agosto la puerta con confianza.
La Guardia Civil, en Portugal, tambi¨¦n descubri¨® que uno de los hermanos, convertido en galerista, hab¨ªa intentado vender a mitad de precio dos de los cuadros sustra¨ªdos en casa de Mart¨ªn -un Momp¨® y un Poliakov- Estas obras abstractas fueron desgajadas durante el robo de sus respectivos marcos para facilitar su salida de Espa?a. El valor de ambos lienzos, cuyo circuito de venta es muy reducido, asciende apr¨®ximadamente a cuatro millones de pesetas.
Varios galeristas portugueses confirmaron a los agentes que fue Gonzalo quien les ofreci¨® las citadas obras. Estas declaraciones han dado pie a dos registros en el domicilio de Gonzalo. Se procedi¨® a su detenci¨®n y, posteriormente, a la de su hermano. Pero hasta la fecha ni el Momp¨® ni el Poliakov, dos lienzos de reducido tama?o y f¨¢ciles de ocultar, han sido hallados. Lo que s¨ª ha recuperado la polic¨ªa en una galer¨ªa de Aveiro (100 kil¨®metros al norte de Lisboa), son las tres esculturas de v¨ªrgenes sustra¨ªdas de la casa del asesinado. Las obras -una prueba fundamental para la apertura del procesamiento- fueron vendidas por Gonzalo.
Este hecho coincide con el relato de tres allegados de la v¨ªctima que recordaban que dos portugueses visitaron a Mart¨ªn en su vivienda d¨ªas antes del asesinato e intentaron comprar varias obras. Aunque no se cerr¨® acuerdo alguno, la pareja lusa prometi¨® volver.
Poco despu¨¦s, la ma?ana del viernes 5 de agosto, el cad¨¢ver de Mart¨ªn fue descubierto por la asistenta. Le cubr¨ªa una s¨¢bana blanca. Sellaba su frente una herida mortal. Tambi¨¦n mostraba un corte en el dedo ¨ªndice de la mano derecha.
Desde un principio, se supo que en la vivienda faltaban numerosas obras de arte procedentes de la colecci¨®n particular de Sempere, fallecido en 1985. Este ausencia alumbr¨® la hip¨®tesis de un crimen con m¨®vil econ¨®mico.
Trato de confianza
La duda, sin embargo, proced¨ªa de la facilidad con la que los supuestos ladrones hab¨ªan entrado en la vivienda, en el n¨²mero 80 de la avenida de la Victoria. Esta hecho delataba un trato de confianza.
Sin embargo, desde la muerte de Sempere, en 1985, el c¨ªrculo de amistades de Mart¨ªn se hab¨ªa reducido. El pintor, seg¨²n fuentes cercanas a la familia, viv¨ªa apartado y raras veces recib¨ªa visitas. Prefer¨ªa tener sus citas en el restaurante La Roce?a, donde diariamente desayunaba. Y entre sus ¨ªntimos no surg¨ªa ning¨²n sospechoso.
A esta dificultad se a?adi¨® el que las obras de arte no hab¨ªan sido inventariadas, con lo que su rastro corr¨ªa el riesgo de diluirse. Para evitarlo, la Guardia Civil reconstruy¨® el patrimonio art¨ªstico mediante el testimonio de los conocidos de la v¨ªctima y de su asistenta.
Los hermanos, detenidos en Portugal desde el hallazgo de las obras robadas, han negado su implicaci¨®n en el homicidio, aunque reconocen que conoc¨ªan a la v¨ªctima y que le visitaron en Madrid. La Guardia Civil califica a Gonzalo como "un hombre violento".
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