Rusia presiona a Israel para que participe en una nueva conferencia de Madrid sobre Oriente Pr¨®ximo
Rusia intensific¨® ayer sus s¨²bitos esfuerzos diplom¨¢ticos en Oriente Pr¨®ximo mientras Israel tuvo que adoptar medidas hist¨®ricas para impedir un desbordamiento de la violencia en Jerusal¨¦n tras la matanza de palestinos en Hebr¨®n. El ministro de Exteriores ruso, Andrei K¨®zirev, lleg¨® a Israel para tratar de persuadir al Gobierno del primer m¨ªnistro laborista, Isaac Rabin, de que participe en una nueva conferencia de Madrid sobre Oriente Pr¨®ximo.
Tras sus entrevistas en Israel, K¨®zirev viaj¨® anoche a T¨²nez, donde se entrevist¨® con el presidente de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), Yasir Arafat. El ministro ruso anunci¨® al finalizar su encuentro con el l¨ªder palestino que ¨¦ste hab¨ªa tomado "la decisi¨®n pol¨ªtica importante y muy audaz" de "reanudar las negociaciones" con Israel. El propio Arafat, sin embargo, se mostr¨® mucho m¨¢s cauto e impreciso al respecto.En realidad, tanto en Jerusal¨¦n como en T¨²nez, K¨®zirev propuso dos f¨®rmulas tendentes a poner de nuevo en marcha el proceso de paz. La primera propuesta con vehemencia pero sin ¨¦xito por los palestinos, tiene que ver con el desplazamiento de un contingente internacional capaz de proteger a los palestinos frente a la evidente amenaza que representan los colonos jud¨ªos armados y atrincherados en los territorios ocupados. La segunda, la convocatoria a una segunda conferencia internacional -Madrid-2, como se ha bautizado la idea- para impulsar el proyecto y sacarlo de su actual estancamiento.
Israel ya ha dicho que, en principio, no se opondr¨ªa a la presencia de observadores, pero en ning¨²n caso tolerar¨¢ una fuerza armada. En cuanto a lo de Madrid-2, el no, gracias del Gobierno de Rabin ha sido categ¨®rico.
Mientras tanto, dos semanas despu¨¦s de la matanza de Hebr¨®n, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hasta. anoche no se hab¨ªa decidido a aprobar la terminolog¨ªa de la condena y eso no ha contribuido a disipar la desconfianza palestina hacia la diplomacia internacional.
Esa desconfianza es tan s¨®lo uno de los factores que siguen atizando la tensi¨®n en Israel y los territorios ocupados. Una de las vividas ilustraciones del temor israel¨ª a una explosi¨®n de violencia fue el dispositivo de seguridad sin precedentes que se impuso sobre Jerusal¨¦n ayer, ¨²ltimo viernes del Ramad¨¢n, una ceremonia , de alto simbolismo religioso musulm¨¢n.
Asistieron unos 20.000 palestinos, pero de no haber sido por el cierre de los territorios por parte del Ej¨¦rcito, la cifra habr¨ªa rozado el cuarto de mill¨®n. M¨¢s de 2.500 polic¨ªas tomaron la Ciudad Vieja para evitar roces entre los millares de palestinos que acud¨ªan a orar en la mezquita de Al Aqsa y los jud¨ªos que fueron a hacer lo propio en el adyacente Muro de las Lamentaciones. Adem¨¢s del odio ancestral, lo que ayer hab¨ªa entre jud¨ªos y palestinos era una muralla de polic¨ªas esparcidos en las callejuelas y las azoteas. La expresi¨®n mas gr¨¢fica del af¨¢n gubernamental israel¨ª de demostrar su disposici¨®n a poner coto, al menos simb¨®licamente, a los colonos, fue la prohibici¨®n de que jud¨ªos armados acudieran al Muro de las Lamentaciones.
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