Dos estudiantes quieren mandar una tela gigante a la Luna

Desde esta semana, dos estudiantes de la Escuela Superior de Ingenier¨ªa Aeron¨¢utica de la Universidad Polit¨¦cnica forman parte de un proyecto intemacional que parece sacado de una novela de ciencia-ficci¨®n o de la fantas¨ªa de un visionario: enviar, sin ning¨²n tipo de combustible, una tela gigante (aproximadamente medir¨¢ lo que un campo de f¨²tbol) nada menos que a la Luna y propulsada s¨®lo por energ¨ªa fot¨®nica o, dicho de otra manera, por la presi¨®n de la radiaci¨®n solar.En el proyecto participan, adem¨¢s de la Polit¨¦cnica, universidades de Italia, Francia y B¨¦lgica, y la Uni¨®n Europea ha aportado la financiaci¨®n para estos primeros pasos, en competencia con Jap¨®n y EE UU, que tambi¨¦n planean enviar esta inmensa vela solar, que, seg¨²n los c¨¢lculos, tardar¨ªa un a?o en acabar el viaje.

Ilusionados como nunca

F¨¦lix Ar¨¦valo e Irene Fern¨¢ndez, ambos en tercer curso y ambos de 21 a?os, trabajan ya cuatro o cinco horas diarias en un despacho, ilusionados como nunca, aunque cobran 13.000 pesetas al mes, y la vela no ser¨¢ lanzada hasta por lo menos dentro de cinco a?os.

Tal vez ni ellos mismos sigan en el proyecto cuando esto ocurra, pero mientras tanto rebuscan en su cerebro ideas que ayuden a solucionar uno de los problemas principales de la aventura: conseguir que la tela se despliegue por control remoto, despu¨¦s de que haya sido lanzada en una c¨¢psula que no medir¨¢ m¨¢s de un metro c¨²bico.

Una vez desplegada viajar¨¢ impulsada "gracias a la energ¨ªa resultante del choque de los fotones contra la superficie", seg¨²n F¨¦lix, un poco a la manera a la que viaja un barco de vela propulsado por el viento.

De hecho, la conducci¨®n de la tela, para que no se pierda en el espacio y llegue efectivamente a la Luna, se rige un poco por leyes n¨¢uticas, y la s¨¢bana, seg¨²n el proyecto, podr¨¢ orientarse para aprovechar la direcci¨®n de los fotones seg¨²n convenga.

"No estamos en esto por el dinero, claro. Yo creo que, simplemente, porque el proyecto es precioso y por la satisfacci¨®n de hacer un trabajo bien hecho", comenta F¨¦lix. "Adem¨¢s", a?ade Irene, "es una manera de investigar con nuevas fuentes de energ¨ªa no contaminantes".

En cuanto termine Semana Santa, estos dos estudiantes viajar¨¢n a Toulouse, en donde se reunir¨¢n los equipos de los cuatro pa¨ªses participantes para intercambiar los progresos. Hay tambi¨¦n un aspecto competitivo, ya que cada equipo est¨¢ dise?ando un modelo de vela: el franc¨¦s recuerda a una espiral que se desplegar¨¢ por rotaciones sucesivas; el italiano planea desplegarse con unos artefactos muy parecidos a unos matasuegras, que forman la vela. Los espa?oles trabajan en un proyecto con un motor que ayude al despliegue. En septiembre, en Par¨ªs, saldr¨¢ elegido el proyecto que vuele.