Iban a un albergue y sufrieron un cuartel

Enviaron a sus hijos a divertirse, no a que les salvaran el alma; esperaban un albergue y se encontraron un cuartel. Los padres, alumnos y profesores del colegio p¨²blico Trabenco, de Legan¨¦s (175.000 habitantes), han puesto el grito en el ministerio, para que les oigan estas quejas. En un largo escrito denuncian vejaciones, arbitrariedades y criterios sexistas durante un curso educativo promovido por el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia en Navaleno (Soria). Lo que se presentaba como una semana de conocimiento del medio rural acab¨® en una serie de incidentes y enfrentamientos entre los monitores y los responsables de este programa. El curso se desarroll¨® del 31 de enero al 4 de febrero pasado con las clases de s¨¦ptimo y ¨®ctavo (ni?os de 13 y 14 a?os).Los responsables del programa en Soria, pese al criterio contrario defendido por el claustro del colegio, impusieron que los chicos y las chicas se alojaran en plantas separadas. El informe-denuncia elaborado despu¨¦s por los profesores se?ala que en Navaleno "chicas y chicos no pueden ni siquiera visitar los dormitorios en que se alberga el sexo contrario; es m¨¢s, se procuraba que no se utilizasen los dormitorios fuera de las horas nocturnas hasta el punto de rega?arles si pretend¨ªan subir a cambiarse de ropa despu¨¦s de un rnarcha". La labor de vigilancia era desarrollada "con celo seminarista" por el monitor de la casa-hogar, Luis Bartolom¨¦, al que Luis Pumares, tutor de octavo, define como "un aut¨¦ntico templario".

Los chicos de octavo cuentan y no acaban del r¨¦gimen cuartelario implantado por el monitor en Soria. En cada habitaci¨®n hab¨ªa un responsable de persianas, estaba prohibido comer chicle en todo el albergue, se produc¨ªan gritos y golpes en las puertas de las habitaciones para que apagasen la luz. Adem¨¢s, en el desayuno era obligatorio tomar Cola Cao, y a los monitores del colegio les cost¨® "una desagradable discusi¨®n" conseguir que quien quisiera pudiese tomar la leche sola. Nadie pod¨ªa ducharse fuera del horario previsto: de 19.00 a 19.30 para los chicos; de 19.30 a 20.00 para las chicas. Y eso s¨®lo son unas muestras.

Despu¨¦s de haber visitado cerca de 50 albergues espa?oles, los profesores mostraron su sorpresa por la situaci¨®n generada en Soria. "Hicieron una cuesti¨®n de Estado de algo que nos parec¨ªa normal porque lo l¨®gico era dividir las plantas por curso", se queja Luis Pumares. Las dos plantas de la casa-hogar est¨¢n divididas en habitaciones para 10 personas.

El jefe de programas educativos de la direcci¨®n provincial de Soria ha rechazado las acusaciones y culpa al colegio de Legan¨¦s de haber llegado a la casa-hogar "con la intenci¨®n de hacer de su capa un sayo". Seg¨²n este responsable, que no quiso facilitar su nombre, la imposici¨®n de esta norma se debe a razones higi¨¦nico-sanitarias derivadas de la propia constituci¨®n biol¨®gica que diferencia a los dos sexos. Para el responsable de programas educativos, era mejor enfrentarse a las quejas del Trabenco que afrontar una hipot¨¦tica denuncia de un padre. "Eso s¨ª que hubiera sido un l¨ªo gordo", concluy¨®.