P¨¦rez Rubio ya tiene 15 dedos
El piloto accidentado ha recibido un dibujo de Eduardo Chillida que representa una mano
Las manos de Andr¨¦s P¨¦rez Rubio son grandes y rosadas. Su pigmentaci¨®n, para asombro de los doctores, no se diferencia de la del resto de su cuerpo. Los antebrazos, que el ex campe¨®n de Espa?a de 500cc perdi¨® en un accidente de tr¨¢fico el pasado 12 de diciembre, seccionados por los guardabarreras de la N-1 y que le fueron reimplantados gracias a su sangre fr¨ªa, forman ya parte de la leyenda del motorismo. Desde el "meted mis manos en hielo" hasta el "tengo toda la vida por delante" s¨®lo han pasado tres meses.P¨¦rez Rubio, de 47 a?os, ya puede abrir ¨¦l mismo la puerta de su habitaci¨®n en la cl¨ªnica Asepeyo de Coslada, hojear las p¨¢ginas de un libro, marcar un tel¨¦fono y hasta intentar escribir en un cuaderno, ayudado por un brazalete con un bol¨ªgrafo atado. Sus dedos siguen agarrotados, pero su voluntad le permite, poco a poco, avanzar en su larga recuperaci¨®n. Todos los d¨ªas, el motorista se somete a largos tratamientos y ejercicios de rehabilitaci¨®n. Hace unas semanas, el ex campe¨®n recibi¨® un valioso regalo: el escultor y pintor Eduardo Chillida le enviaba un dibujo que representa los cinco dedos de una mano. Andr¨¦s lo guarda como un tesoro y lo mantiene a¨²n en la habitaci¨®n. Cuando pueda escribir bien, le dar¨¢ las gracias por carta al artista vasco.
Comentarista deportivo
P¨¦rez Rubio ve lejos ya el 12 de diciembre pasado. "Hace unas dos semanas que sal¨ª del t¨²nel del tiempo. Mi reloj se par¨® aquel d¨ªa. No s¨¦ cu¨¢ntos a?os han pasado".
Desde entonces ha aprendido que "hay muy buena gente en el mundo". "Tambi¨¦n he recordado", explicaba ayer, "que hay personas que viven de la desgracia ajena. No se puede acabar con ellos. Son como los mosquitos en verano". ?Le gustan los llamados reality shows? "No demasiado. Dej¨¦moslo as¨ª".
P¨¦rez Rubio tiene claro lo que har¨¢ cuando salga del hospital: "Vivir. S¨¦ que no volver¨¦ a efectuar trabajos de precisi¨®n, pero a¨²n me quedan muchas alternativas. Me gustar¨ªa comentar carreras de motociclismo en alg¨²n medio de comunicaci¨®n [su tienda de motos, como las dem¨¢s del gremio, est¨¢ notando la crisis]. Ya veremos, tengo una vida por delante". Y ha recibido ofertas para pasarse al periodismo deportivo, adem¨¢s de otras: "De todo tipo. Prestigiosas empresas farmac¨¦uticas han cedido algunos de sus productos para mejorar mi recuperaci¨®n. Tambi¨¦n me han hecho ofertas publicitarias de lo m¨¢s extra?o. Pero no anunciar¨¦ nada. Esos productos no est¨¢n relacionados con mi mundo". Ni siquiera dice el nombre de esas firmas: "Me da verg¨¹enza".
Por las noches no logra conciliar el sue?o como antes del accidente. "Sue?o con que me arden los brazos. Luego encuentro un grifo y los introduzco en el agua. Ese momento coincide con la hora de levantarme". Pero las manos se van recuperando. "Tengo calambres nerviosos y un hormigueo continuo".
-?Qu¨¦ es lo m¨¢s agradable que le han dicho en estos meses de hospital?
-No s¨¦. He recibido cientos de cartas llenas de ternura. Estoy apabullado.
Andr¨¦s se emociona mientras ense?a una copiosa correspondencia que guarda en tres carteras de mano.
El momento m¨¢s deplorable tras el accidente lo sufri¨® despu¨¦s de despertarse de la primera operaci¨®n. "No sab¨ªa si los doctores hab¨ªan conseguido reimplantarme los antebrazos. Fue un momento angustioso".
-?Le ha llamado alguien pidi¨¦ndole consejo?
-Una enferma tetrapl¨¦jica me coment¨® el otro d¨ªa que, si yo me recuperaba, ella no iba a ser menos. Un joven me llam¨® hace una semana para decirme que se hab¨ªa seccionado la mano derecha con una sierra mec¨¢nica, que actu¨® como yo en el accidente y que ya se la han reimplantado. Me alegra servir como ejemplo a quienes lo necesitan.
Andr¨¦s P¨¦rez Rubio no tiene inconveniente en hablar de su accidente. "S¨ª, no me importa. He pensado mucho en ¨¦l", explica el piloto, que fue campe¨®n de Espa?a en 1982 y 1985, y que gan¨® las 24 Horas del Jarama. ?Y ha pensado si existi¨® alguna manera de evitar cortarse las manos con los guardarra¨ªles? "Si hubiera ido a 140, 150 o 160 kil¨®metros por hora, yo me habr¨ªa tirado voluntariamente de la moto. Mi trayectoria habr¨ªa sido en l¨ªnea recta y, simplemente, habr¨ªa rodado por la carretera. Al ir a escasamente 100 kil¨®metros por hora, desech¨¦ esa posibilidad.
-?Por qu¨¦? Habr¨ªa rodado un tramo m¨¢s corto por el asfalto.
-No. Simplemente me habr¨ªa estrellado contra el suelo. Me habr¨ªa quedado parapl¨¦jico. La inercia de mi cuerpo no era suficiente. Me agarr¨¦ a la moto para intentar dominarla.
Y entonces cay¨®, describiendo una par¨¢bola, sobre los guardarra¨ªles de la Nacional I.
Corri¨® en la prueba popular
El motorista no llevaba seguro a todo riesgo. "S¨®lo a terceros. Por eso, todos los gastos corren por mi cuenta. Menos mal que existe la Seguridad Social".
No sabe cu¨¢nto tiempo ha de permanecer todav¨ªa en el hospital. "Esto va lento. Llevo tres fines de semana saliendo a la calle, algunas horas. El domingo corr¨ª la prueba popular de Madrid. Cualquier persona es capaz de hacer cualquier cosa.
-?C¨®mo dice?
-De veras, tard¨¦ dos horas en recorrer los cinco kil¨®metros. Como tem¨ªa que alg¨²n participante me golpease sin querer en los brazos, sal¨ª de los ¨²ltimos. Ten¨ªa que participar porque ¨¦sta es mi ciudad.
-?Qu¨¦ le dir¨ªa a un joven que duda en comprarse una moto?
-Que la compre sin miedo. La moto bien utilizada representa la libertad, la autosuficiencia y el respeto a los dem¨¢s.
"Su valor me impresion¨®", dice el escultor
A Eduardo Chillida le impresion¨® sobremanera la sangre fr¨ªa y el valor demostrado por Andr¨¦s P¨¦rez Rubio el d¨ªa de su accidente en la N-l. "Me qued¨¦ impresionado leyendo el valor de ese hombre. Enseguida pens¨¦ demostrarle mi apoyo de alguna manera", relataba anoche el artista vasco.Chillida (premio Pr¨ªncipe de Asturias, Orden del M¨¦rito de las Ciencias y Artes de Alemania y premio europeo de las Artes Pl¨¢sticas, entre otros galardones) se encerr¨® en su estudio y dise?¨® para el piloto un aguafuerte en el que se perfilan cinco dedos. "Es un dibujo en el que se representa la fortaleza de ¨¢nimo y la rudeza de una mano de hombre. Se lo merece, porque es un tipo estupendo", comenta Chillida.
El aguafuerte lleva una dedicatoria, en la que se lee: "Para Andr¨¦s, con mis mejores deseos".
Los ocho hijos de Chillida son aficionados a las motos. Uno de ellos incluso result¨® gravemente herido en un accidente de tr¨¢fico, del que le quedaron graves secuelas. Otro de sus hijos ha participado en pruebas internacionales, como el Par¨ªs-Dakar.
Eduardo Chillida reconoce que no le gustan las motos, pero ha enviado tambi¨¦n una obra suya al piloto norteamericano Wayne Rainey, accidentado el pasado septiembre en una prueba del Campeonato Mundial. Rainey, ex campe¨®n del mundo en 500cc, perdi¨® la movilidad en las piernas.
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