Palabras a olvidar
De las declaraciones del domingo 11 de noviembre de 1990, d¨ªa de clausura del 32? congreso, casi nadie se quiere hacer ahora responsable. Parece que ha pasado un siglo desde que Felipe Gonz¨¢lez dijese no entender muy bien el inter¨¦s de algunos de sus ministros por estar en la ejecutiva federal y la frustraci¨®n que parec¨ªa haberles producido: "Gratifica mucho m¨¢s ser ministro que estar en la ejecutiva, que supone una labor m¨¢s oscura e ingrata".Gonz¨¢lez llam¨® "plural" a la direcci¨®n elegida por Alfonso Guerra. "Se ha elaborado una lista que representa la pluralidad y la complejidad del partido y, a lo mejor, quienes no est¨¢n tienen m¨¢s responsabilidad que la de estar en el partido". La respuesta vino tras conocer que Carlos Solchaga se acababa de declarar perdedor del congreso.
Narc¨ªs Serra, entonces ministro de Defensa, expuso una tesis parecida a la de Felipe Gonz¨¢lez y absolutamente diferente a lo que ambos parece que piensan hoy: "En la ejecutiva no tiene que haber ministros, como no tiene que haber presidentes de comunidades aut¨®nomas o alcaldes, sino personas de peso en el partido y en la sociedad".
Joaqu¨ªn Almunia hizo unas declaraciones muy conciliadoras que no lograron tapar las que hizo el d¨ªa de inicio del c¨®nclave: "El congreso no tiene patr¨®n, ni rumbo, ni futuro". Dos d¨ªas despu¨¦s se?alaba: "Estoy satisfecho con las resoluciones que han salido del congreso y la nueva direcci¨®n est¨¢ capacitada para llevar a la pr¨¢ctica las ideas de la renovaci¨®n y los nuevos talantes".
Joaqu¨ªn Leguina fue de los m¨¢s expresivos: "Ha triunfado la apertura. Pero, ?qui¨¦n gestiona el s¨ª? Los del no.
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