La doble resurrecci¨®n de Antonin Artaud
Dos pel¨ªculas y dos libros sobre el poeta relanzan al te¨®rico del surrealismo
Dos pel¨ªculas y dos libros han devuelto la figura de Antonin Artaud (1896-1948) a las primeras p¨¢ginas de la actualidad cultural. El te¨®rico del movimiento surrealista, el hombre que intent¨® -y en parte consigui¨®- revolucionar el teatro, transform¨¢ndolo en una experiencia ceremonial, y que se enfrent¨® a Andr¨¦ Bret¨®n cuando ¨¦ste decidi¨® apoyar el comunismo, parece ahora aportar soluciones visionarias a los nuevos tiempos. Las pel¨ªculas las firma G¨¦rard Mordillat; los libros son una reedici¨®n de los Noveaux Ecrits de Rodez -las cartas y reflexiones de Artaud durante su periodo de encierro en el manicomio- y En compagnie d'Antonin Artaud, una suerte de dietario del poeta Jacques Prevel.
Poeta, pintor, actor, guionista y due?o de una lucidez mordaz, desmesurada, Antonin Artaud dej¨® una serie de libros y documentos desperdigados que supuran angustia, soledad y una aguda percepci¨®n m¨ªstica. Las pel¨ªculas de Mordillat sobre el autor de libros como Manifiesto del teatro de la crueldad (1932); Van Gogh, el suicidio de la sociedad (1947) y Heliog¨¢balo o el anarquista coronado, han sido coproducidas por el canal de televisi¨®n franco-alem¨¢n ARTE. Una de ellas es un documental de algo mas de tres horas titulado La veritable histoire d'Artaud le Momo. Su destino l¨®gico es la peque?a pantalla, pero en Par¨ªs tambi¨¦n se explota en salas. Sus protagonistas son las personas que vivieron o conocieron el poeta durante los ¨²ltimos a?os de su vida, los que van de su salida del psiqui¨¢trico de Rodez -1946- hasta el 4 de marzo de 1948, d¨ªa de su muerte en Ivry, en los alrededores de Par¨ªs, a los 53 a?os, consumido por las drogas, el c¨¢ncer y las interminables sesiones de electrochoques a que fue sometido entre 1937 y 1946.El filme de ficci¨®n est¨¢ protagonizado por Sami Frey y responde a una l¨®gica propia de Artaud, que despu¨¦s de leer algunos poemas de Prevel le aconsej¨® que s¨®lo conservase los fragmentos en que fuese ¨¦l mismo. Para el autor de El teatro y su doble, la poes¨ªa era una met¨¢fora del sufrimiento, y viceversa.
Para G¨¦rard Mordillat, la soluci¨®n a la hora de organizar el relato pas¨® tambi¨¦n "por guardar ¨²nicamente los fragmentos en que me ve¨ªa a m¨ª mismo. Me da igual que no se entienda qui¨¦n es qui¨¦n, el c¨®mo o el porqu¨¦. Nos hemos dejado invadir por un modelo americano que s¨®lo funciona a partir del sistema de causa y efecto. A partir de ah¨ª pueden hacerse obras maestras, pero eso no significa que sea el ¨²nico sistema v¨¢lido para contar una historia. He buscado algo m¨¢s salvaje, que nos violenta, que nos hiere, que en ning¨²n momento da la sensaci¨®n de que las cosas se encadenan. No quer¨ªa hacer un cine tranquilizador". El resultado es impresionante, tal y como lo prueba que En compagnie d?Antonin Artaud fuese premiado en Cannes y el impacto que ha causado la pel¨ªcula entre un p¨²blico de devotos de Artaud.
Trabajo de investigaci¨®n
Parte de esos devotos testimonian en La veritable histoire d'Artaud le Momo. La existencia misma del documental es un ejemplo, tanto desde el punto de vista de trabajo de un cineasta como por lo que supone el que una televisi¨®n p¨²blica asuma un trabajo de investigaci¨®n intelectual.Mordillat relata c¨®mo se produjo la interrelaci¨®n entre documental y ficci¨®n: "Fuimos [con J¨¦rome Prieur] a visitar a Rolande Prevel para informarle de que quer¨ªamos adaptar el libro de su marido. Tuvimos la sensaci¨®n incre¨ªble de enconrarnos con una mujer para la que Artaud segu¨ªa siendo un amigo que a¨²n estaba presente. Y de ah¨ª el pensar que un trabajo documental pod¨ªa ayudar a la realizaci¨®n de una ficci¨®n. Luego se produjo algo imaginable, como es el que todas las personas que le hab¨ªan conocido aceptasen hablar de ¨¦l, incluidas aquellas que sab¨ªan que, desgraciadamente, ¨¦sa iba a ser la ¨²ltima vez".
La historia de los libros es compleja. De entrada, porque los herederos legales de Artaud no aceptan la labor de Paule Th¨¦venin -fallecida hace poco- como editora. Paule acompa?¨® al poeta los ¨²ltimos a?os de su vida, no pose¨ªa ning¨²n t¨ªtulo que la acreditase ante el mundo universitario o de la edici¨®n, se le acus¨® de haber "secuestrado" los manusritos de Artaud y tambi¨¦n de publicar textos que hubieran debido ser destruidos e incluso de modificarlos.
El sobrino del escritor, Serge Malauss¨¦na, lleva una guerra a muerte contra quienes se consideran sus herederos: Gallimard, Paule, Jacques Derrida o Philippe Sollers; por considerar que se aprovechan de un muerto que en vida no quiso saber nada de una familia que le trataba como a un apestado.
El caso de Jacques Prevel es distinto. Este poeta poco conoido, cuyo apellido se presta a interminables bromas sobre su identidad, hecha a medias entre Pr¨¦vert y Crevel, fue un aut¨¦ntico admirador de Artaud, al que s¨®lo conoci¨® el d¨ªa siguiente de que ¨¦ste llegase a la estaci¨®n de Austerlitz, reci¨¦n liberado del sanatorio de Rodez. A partir de ese momento se convirti¨® en su compa?ero y confidente, pero tambi¨¦n en la persona que le suministraba l¨¢udano, la droga que calmaba los dolores de Artaud como enfermo terminal. En su peor momento, durante la guerra, cuando se le trataba con electrochoques, Artaud, que med¨ªa 1,72 metros de estatura, lleg¨® a pesar escasamente 50 kilos.
Prevel muri¨® tres a?os despu¨¦s que su maestro. "Desde que he vuelto a Par¨ªs", escribi¨® Artaud, "s¨®lo he conocido a dos hombres vivos y destrozados: Prevel y Adamov".
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