Con amigos as¨ª, Clinton no necesita enemigos

Hasta hace poco se paseaban orgullosos por los salones de Washington con sus chapas de FOB (friend of Bill) y FOH (friend of Hillary) en las solapas. Eran una especie nueva en una capital que suele normalmente mirar por encima del hombro a los forasteros.El grupo de amigos que Bill y Hillary Clinton se trajeron de Arkansas, s¨ªmbolo hasta ahora no s¨®lo de una nueva Administraci¨®n, sino de una nueva generaci¨®n en el poder, ha terminado convirti¨¦ndose en un permanente foco de complicaciones para el presidente.

Bill Clinton no es el primer presidente que se trae a sus amigos a Washington. Jimmy Carter tambi¨¦n encontr¨® dificultades por la misma raz¨®n. Pero s¨ª es el primero para quien sus amigos llegan a ser su mayor problema. La dimisi¨®n esta semana de Webster Hubbell, de quien Clinton dijo en una ocasi¨®n que era la persona junto a la que mejor se sent¨ªa, ha llegado apenas diez d¨ªas despu¨¦s de que otro ¨ªntimo amigo del matrimonio, Bernard Nussbaum, tuviera tambi¨¦n que renunciar por su vinculaci¨®n al caso Whitewater.

Nussbaum no proced¨ªa de Arkansas, pero su relaci¨®n con los Clinton se remonta a los tiempos en los que Hillary, entonces reci¨¦n graduada en derecho por la Universidad de Yale, vino a Washington como ayudante de un abogado, el propio Nussbaum, que trabajaba en el caso Watergate.

Ni Nussbaum, abogado de la Casa Blanca, ni Hubbell, n¨²mero tres del Departamento de Justicia, ocupaban puestos fundamentales de decisi¨®n. Su poder emanaba de su proximidad personal al presidente. Hubbell, que trabaj¨® junto a Hillary en el bufete de abogados Rose, en Little Rock, era el m¨¢s frecuente compa?ero de golf de Bill Clinton y, en la pr¨¢ctica, su hombre en el importante ministerio dirigido por Janet Reno. Las funciones de Nussbaum exced¨ªan tambi¨¦n de las de un simple consejero legal y, como se demostr¨®, abarcaron tanto como para decidir los pasos pol¨ªticos a dar para hacer frente al Whitewater.

Hubbell, que ha sido criticado por falta de ¨¦tica en su desempe?o como abogado, no es el ¨²nico empleado de Rose que Hillary se trajo a Washington. Otro miembro de esa firma, Vince Foster, trabajaba tambi¨¦n en el servicio legal de la Casa Blanca cuando se quit¨® la vida, el pasado mes de julio. Su muerte fue un terrible golpe emocional y pol¨ªtico para los Clinton.

Los ¨²nicos del grupo de Rose que todavia siguen n su puesto en Washington son la propia Hillary y William Kennedy, que tambi¨¦n est¨¢ empleado como asesor del presidente, aunque su papel ha sido hasta ahora m¨¢s discreto.

Los primeros problemas presenados por los amigos de los Clinton aparecieron en mayo de 1993, cuando Hillary le quiso dar a uno de ellos, el productor de Hollywood Harry Thomason, casado con una mujer de Arkansas, el control sobre la agencia de viajes de la presidencia. El asunto se convirti¨® en un esc¨¢ndalo que acab¨® con la renuncia de Thomason a su pase especial para la Casa Blanca.

El pasado de Clinton en Arkansas, donde fue gobernador entre 1978 y 1992, con una interrupci¨®n de s¨®lo dos a?os, est¨¢ plagado de peque?os sucesos que han perturbado la carrera presidencial del presidente desde el comienzo. No se puede entender este fen¨®meno si no se comprende el ambiente provinciano y estrecho en el que se desarrolla la vida pol¨ªtica en Little Rock, donde la firma Rose, la caja de ahorros Madison, la oficina del gobernador y la sede del peri¨®dico Arkansas Democratic Gazzette est¨¢n repartidas en cuatro manzanas. De ese clima, en el que todo el mundo conoce a todo el mundo y en el que siguen a Clinton desde que hizo campa?a para fiscal general con poco menos de 30 a?os, ha surgido la mayor parte de los esc¨¢ndalos que han perseguido al presidente, desde sus l¨ªos amorosos hasta el Whitewater. Del Gazzette, de tendencia conservadora, han salido las cr¨ªticas que se han hecho universales.

El mejor amigo de Clinton en el Congreso, el senador de Arkansas David Prior, se ha lamentado esta semana de que tengan que ser precisamente amigos y antiguos amigos de Clinton los que le compliquen su presidencia. Prior es uno de los que se han mantenido fieles a Clinton, y sigue siendo uno de sus principales apoyos para la acci¨®n presidencial en el Capitolio. Una pieza importante del clan de Arkansas es el jefe de Gabinete de, la Casa Blanca, Thomas McLarty, al que se ha criticado por su falta de personalidad para un cargo tan prominente. Otro todav¨ªa en s¨®lida posici¨®n, aunque ¨¦ste no de Arkansas, sino de Los ?ngeles, es el representante de Comercio, Mickey Kantor.

En el apartado de ex amigos, la posici¨®n m¨¢s distinguida la ocupa Jim McDougal, el socio de los Clinton en el proyecto inmobiliario que da nombre al caso Whitewater. McDougal y su mujer, Susan, fueron un tiempo los mejores amigos de los Clinton y sus mayores recaudadores de fondos para las campa?as electorales. La relaci¨®n se rompi¨® a finales de los ochenta.