Cuatro meses sin cobrar una beca

El ordenador personal de Xabier E. Dom¨ªnguez P¨¦rez est¨¢ estropeado. El dinero para repararlo deber¨ªa estar depositado hace meses en la cuenta de la Caja Postal que tiene abierta para que la Direcci¨®n General de Formaci¨®n Profesional Reglada y Promoci¨®n Educativa le ingrese las 350.000 pesetas de una beca que le concedi¨® el 10 de noviembre de 1993.Xabier no es un fan¨¢tico de los ordenadores. Eso le salva, a pesar de encontrarse en el ¨²ltimo curso para licenciarse como matem¨¢tico. Lo suyo es la matem¨¢tica conceptual, una materia que escapa al conocimiento del com¨²n de los mortales. La tesina que prepara versa sobre operadores maximales mon¨®tonos, una compleja investigaci¨®n relacionada con las ecuaciones diferenciales en la que utiliza m¨¢s su cabeza que el ordenador, por suerte para ¨¦l, ya que su reparaci¨®n depende de la beca que le concedieron y que a¨²n no ha cobrado.

El y sus tres hermanos han gozado de becas de mayor o menor cuant¨ªa. Su padre ha sido bedel de instituto. En ese marco docente se han criado todos y parece ser su destino com¨²n. Su hermana mayor es profesora de EGB; el siguiente estudi¨® Magisterio y se licenci¨® en Geograf¨ªa e Historia; la peque?a es ATS, y Xabier, de 22 a?os, se dedicar¨¢, con toda seguridad, a la docencia. "En otras regiones, los licenciados en Matem¨¢ticas encuentran trabajo en la industria, pero aqu¨ª, en Galicia, no hay nada de eso, as¨ª que me buscar¨¦ la vida dando clases", se resigna.

Ya se entrena para ello. Las 6.000 o 7.000 pesetas que semanalmente gasta en cine, teatro, o comprarse discos las saca de unas clases particulares a alumnos de universidad. En principio no pretend¨ªa hacerlo, confiado como estaba en la beca que le hab¨ªan concedido.

Solicit¨® la beca el pasado 23 de julio, a sugerencia del departamento de An¨¢lisis Matem¨¢tico de su Facultad. Se trata de una beca de las 1.525 convocadas en junio de 1993 para ayudar con 350.000 pesetas a los universitarios de los ¨²ltimos cursos con altas calificaciones que desean desarrollar un trabajo espec¨ªfico, avalado por un departamento.

Despu¨¦s de las navidades

Xabier reun¨ªa todas las condiciones para optar a una beca de este tipo. Es un estudiante aventajado. Arranc¨® con inclinaciones literarias -"quer¨ªa ser escritor"- y aunque no las ha abandonado, pues sigue vinculado a asociaciones culturales, con el tiempo se encontr¨® "m¨¢s c¨®modo" entre la f¨ªsica y la matem¨¢tica. Su curr¨ªculo acad¨¦mico avala esa sensaci¨®n: tiene una media de notable.

A mediados de noviembre recibi¨® una credencial desde la Subdirecci¨®n General de Becas de Madrid en la que se le comunicaba la concesi¨®n de la beca: "Si usted ya es titular de una cuenta corriente o cartilla de ahorro de Caja Postal, se le ingresar¨¢ el importe de la beca en dicha cuenta o cartilla. En caso contrario, podr¨¢ presentarse ( ... ) en cualquier oficina, para indicar la forma en que desea recibir su importe".

La forma de recibir el dinero es lo que menos importa a Xabier. La Caja Postal le dice que no -depende de ellos la recepci¨®n del importe. El departamento de An¨¢lisis Matem¨¢tico agrega que tenga paciencia. Llam¨® en dos o tres ocasiones a la sede del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia, en Madrid. Toda la informaci¨®n que obtuvo fue que, una vez transcurrida la Navidad, volviera a pasar por la Caja. Xabier se hart¨® y escribi¨® a EL PA?S. El laberinto indag¨® ante el Ministerio de Educaci¨®n por qu¨¦ Xabier y otros compa?eros gallegos no hab¨ªan recibido la beca. El viernes pasado, un portavoz de Educaci¨®n afirm¨® que el dinero ya estaba ingresado; un defecto inform¨¢tico hab¨ªa retrasado la operaci¨®n. Informado Xabier, llam¨® a su oficina bancaria para comprobarlo, pero all¨ª le respondieron que en los ¨²ltimos d¨ªas no se hab¨ªa registrado ingreso alguno en su cuenta.