La fiebre del mueble viejo ataca de noche
Una 'ciclostatic' y dos piernas ortop¨¦dicas, bot¨ªn, de la s¨¦ptima recogida municipal de enseres
En la calle de Bail¨¦n, una vagabunda disfruta por unas horas de un cuarto de estar completo bajo las estrellas. "Si no se llevan el sof¨¢, me acuesto aqu¨ª esta noche", dice mientras se calienta a la lumbre de unos cartones. Pero sobre las dos de la madrugada llegan los recogedores municipales y ella se levanta disciplinada. "Es un sof¨¢ estupendo... Me lo llevar¨ªa si tuviera d¨®nde".Los recogedores municipales de muebles volvieron el pasado jueves por la noche a la carga. S¨®lo encontraron somieres oxidados, colchones rijosos, dos piernas ortop¨¦dicas, una ciclostatic y "mucha porquer¨ªa". Los "piratas", como llaman a los espont¨¢neos que se apropian de los muebles que otros vecinos tiran, no pudieron hallar su presa m¨¢s preciada: la buena madera. Las batidas de recogida continuar¨¢n en las pr¨®ximas semanas en distritos m¨¢s fruct¨ªferos, como Chamber¨ª o Salamanca.
El jueves comenz¨® la s¨¦ptima campa?a. Tres camiones de una contrata municipal de limpieza salieron sobre las once de la noche de la Puerta de Toledo y, tras ocho viajes, portearon casi diez toneladas de trastos. Fue una noche flojita. A Luis Miguel Garc¨ªa Cano, conductor de uno de los camiones, le han llegado a dar las ocho de la ma?ana recogiendo cachivaches. Pero ¨¦l conoce las compensaciones de su trabajo, como esos dos v¨ªdeos que recogi¨® el a?o pasado de la acera y a los que s¨®lo les faltaba un fusible.
Su compa?ero, Jos¨¦ Rubio L¨®pez, prefiere el ocio al aire libre. "Una vez encontramos una mesa de pimp¨®n, la misma que estoy disfrutando en mi chal¨¦ de Extremera", recuerda desde lo alto del cami¨®n. El jefe de la brigada, Manuel Zambrano, se muestra tambi¨¦n orgulloso de la reliquia herciana que luce en su sal¨®n, una radio de buj¨ªas que rescat¨® de la calle.
"Nos persiguen mucho los piratas. Yo calculo que el 25% de los muebles que sacan vuelve a subir a las casas de otros vecinos", opina Zambrano.
Con cada campa?a aumenta el n¨²mero de buscadores espont¨¢neos, aunque Centro no es un buen distrito para ellos. "Lo m¨¢s deteriorado sale de Centro; lo m¨¢s valioso, de Salamanca, Retiro, Chamber¨ª o Chamart¨ªn, y lo m¨¢s nuevo, de los barrios perif¨¦ricos", explica Zambrano.
Los espont¨¢neos de la recogida se cobran a veces buenas piezas. Uno de ellos pudo vender el a?o pasado en el Rastro una mesa y cuatro sillas antiguas por 80.000 pesetas, recuerda el jefe de brigada.
El jueves, diez alumnos del taller de restauraci¨®n Arquimesa batieron tambi¨¦n las calles de la Cava Alta, Segovia y la carrera de San Francisco en busca de su m¨¢s apreciada presa: una c¨®moda de caoba. Armados con destornilladores para destripar lo que se les ponga por delante, s¨®lo consiguieron algunas piezas menores: una pizarra, dos sillas, una l¨¢mpara, tiradores y cerraduras.
La campa?a continuar¨¢ en los pr¨®ximos meses recorriendo los 21 distritos de la capital. El a?o pasado se recogieron m¨¢s de 1.600 toneladas de enseres. El destino final de todos ellos, si no son rescatados antes por alg¨²n ciudadano, es el vertedero de Valdeming¨®mez. All¨ª terminaron el jueves su ruta los camiones municipales.
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