Miles de espa?oles empiezan a sufrir los trastornos psicol¨®gicos de la primavera
S¨®lo uno de cada 10 casos de astenia estacional se consultan al m¨¦dico
El olor cambiante del aire, m¨¢s c¨¢lido, la brisilla suave, los d¨ªas que imperceptiblemente se hacen m¨¢s largos. Los primeros barruntes de la primavera, que hoy comienza oficialmente, alteran la sangre, pero, en lugar de la euforia, traen a veces un baj¨®n del ¨¢nimo y del cuerpo, como si a la maquinaria le faltara impulso. Una fatiga repentina y el ¨¢nimo desganado convierten en una dura cuesta arriba el cambio de estaci¨®n. Esta desgana no es casual y tiene nombre, los especialistas la denominan astenia primaveral, y se combate mimando al cuerpo m¨¢s que de costumbre.
La astenia primaveral es uno de los trastornos psicol¨®gicos estacionales con el que est¨¢n m¨¢s familiarizados los m¨¦dicos de cabecera, aunque apenas uno de cada diez casos llegan a la consulta, seg¨²n estiman los facultativos. A la sensaci¨®n de permanente fatiga se suma una ligera tristeza y malestares como dolores de cabeza, inapetencia, insomnio o falta de inter¨¦s sexual. Los problemas suelen durar unas pocas semanas, al cabo de las cuales desaparecen igual que hab¨ªan llegado. Los especialistas no conocen la causa, pero si los s¨ªntomas, que pueden confundirse con los de una ligera depresi¨®n, una vez descartado que los dolores, la fatiga, el malestar, la irritabilidad o el desinter¨¦s sexual y el cansancio se deban a una afecci¨®n org¨¢nica: los an¨¢lisis de sangre son normales y las exploraciones no se?alan la existencia de ninguna patolog¨ªa. Es un mal t¨ªpico para tratarse en la consulta del m¨¦dico de familia."Los psiquiatras no han catalogado como tal este trastorno", explica Pilar Serrano, especialista en medicina familiar y comunitaria en un Centro de Salud de Parla, en el Sur de Madrid, "pero es una realidad que nos llega con cierta frecuencia a las consultas de cabecera. La diagnosticamos un poco por exclusi¨®n, por su evoluci¨®n, y por no encontrar ninguna causa org¨¢nica que podamos objetivar, en personas que previamente no tienen ning¨²n problema".
"A veces es algo demasiado vago e intermitente para que el afectado no le d¨¦ importancia, y, de hecho, si se trata realmente de una astenia primaveral, no tiene ninguna, aunque en una personalidad un poco fr¨¢gil podr¨ªa desencadenar una depresi¨®n si se siente desatendido", a?ade Serrano. El ¨²nico trastorno f¨ªsico objetivable es, en algunos casos, una tensi¨®n m¨¢s baja de lo normal.
Cambio de temperatura
Aunque no existen estudios que puedan dar una idea de su incidencia, s¨ª se sabe que afecta m¨¢s a las mujeres, especialmente las j¨®venes. Los especialistas apuntan al cambio en la temperatura o en la humedad del aire, por imperceptible que sean, como el posible desencadenante de un trastorno en los complejos mecanismos de regulaci¨®n del sistema hormonal, endocrino y neurovegetativo, que condicionan el funcionamiento en plena forma o a medio gas del organismo.Una personalidad depresiva o una vida profesional estresante y unas relaciones personales insatisfactorias pueden agudizar los s¨ªntomas o hacer que se repitan cada primavera. "Pero no sabemos en realidad qu¨¦ mecanismos se alteran y c¨®mo", afirma Fernando Caballero, m¨¦dico de familia en un Centro de Salud de Pozuelo, una zona acomodada de Madrid. "El problema es que lo que se diga sobre sus causas es pura especulaci¨®n y a veces se utiliza un poco como un caj¨®n de sastre. En ocasiones basta hacer m¨¢s ejercicio con la llegada de la primavera, para que se manifieste una anemia o una falta de hierro. Otra cosa son las astenias asociadas al comienzo de un proceso viral o de un trastorno mucho m¨¢s grave, como un linfoma", a?ade.
Los especialistas se muestran reacios a recetar medicamentos o a realizar demasiadas pruebas, algo que a veces piden los propios pacientes para sentirse m¨¢s tranquilos. "Una vez descartado que haya un problema f¨ªsico, mediante un an¨¢lisis cl¨ªnico b¨¢sico, o una depresi¨®n, es fundamental indagar en la vida cotidiana del paciente, en sus problemas de trabajo o de familia, en sus relaciones. En definitiva hablar con ¨¦l y escucharle. Es, en realidad, el ¨²nico tratamiento que podemos poner: prestarle un cierto apoyo psicol¨®gico y seguirle hasta que desaparecen los s¨ªntomas", contin¨²a Serrano. A veces, se receta un complejo vitam¨ªnico, aunque su efectividad reside m¨¢s bien en el efecto placebo.
Sin medicamentos
"Existen estimulantes, pero somos cautelosos a la hora de recetarlos. Cuidar la alimentaci¨®n, desayunar fuerte y no comer demasiado, dormir bien, evitar el estr¨¦s y aprovechar las horas de ocio son los consejos m¨¢s importantes", contin¨²a Caballero. "Es una buena oportunidad para hacer una revisi¨®n general de los h¨¢bitos del paciente, para que deje de fumar, por ejemplo o se vacune si no se ha vacunado". El perfil m¨¢s frecuente de los casos de que llegan a la consulta de Caballero con este tipo de trastornos difusos es el de un profesional joven, de un nivel medio alto, cotidianamente atrapado en el atasco de tr¨¢fico cada vez que va y vuelve a trabajar, por lo general insatisfecho en su relaci¨®n familiar, porque no tiene tiempo para disfrutar de sus hijos y para dedicarse a otras cosas adem¨¢s del trabajo. "Aunque, en realidad, suelen ser casos que se repiten todo el a?o, y pueden constituir verdaderas depresiones reactivas", explica. "Las astenias t¨ªpicamente primaverales no sobrepasan la decena de casos, sobre los alrededor de 3.000 pacientes que atiendo"."En cualquier caso, es fundamental entender al paciente como un todo con aspectos f¨ªsicos, psicol¨®gicos y sociales", insiste Caballero. A veces es un equilibrio delicado, seg¨²n reconocen los especialistas, discriminar entre los que presentan estos trastornos difusos, sin mayor importancia y los que pueden estar incubando una trastorno psicol¨®gico m¨¢s importante: se trata de no quitarse pacientes de encima, deriv¨¢ndolos a otros servicios, pero tampoco despacharlos con el socorrido "son los nervios", cuando quiz¨¢ pueda haber detr¨¢s el inicio de una dolencia real.
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