El creciente malestar social en Francia coincidi¨® en las cantonales
La primera vuelta de las elecciones cantonales Francesas, celebrada el pasado domingo, ha dejado a casi todo el mundo contento. La coalici¨®n conservadora RPR-UDF confirma su hegemon¨ªa, el Partido Socialista (PS) empieza a salir del pozo y tanto los comunistas como la extrema derechista conservan su clientela. Hasta los ecologistas, con s¨®lo un 3% del voto, se dan por satisfechos. La principal lecci¨®n de estos comicios es que el rampante malestar social, aventado por los j¨®venes, no incide de momento en las urnas.
La coalici¨®n de los gaullistas del RPR y el centro-derecha de la UDF esperaba con cierta ansiedad la prueba de las cantonales. La popularidad de su primer ministro, Edouard Balladur, empez¨® a descender hace un par de meses, tras permanecer en niveles estratosf¨¦ricos durante casi todo el primer a?o de mandato, y hac¨ªa falta ver si la sociedad francesa transmit¨ªa alguna se?al de frustraci¨®n.No hubo muestra alguna de desencanto. El voto conservador, que sum¨® un 44,7% del total, se mantuvo en l¨ªnea con el registrado en las cantonales de 1988 (44,9%) y en las legislativas de 1993 (42,8%), tras las que la RPR-UDF y sus sat¨¦lites obtuvieron una abrumadora mayor¨ªa parlamentaria. La derecha sigue, pues, ¨®ptimamente colocada para ganar la sucesi¨®n del socialista Fran?ois Mitterrand en la presidencia de la Rep¨²blica. La gran inc¨®gnita radica en qui¨¦n ser¨¢ el candidato, si el primer ministro Edouard Balladur (a quien espera un indudable desgaste en los pr¨®ximos meses) o el jefe de su partido, Jacques Chirac, eclipsado y claramente molesto por la popularidad de su te¨®rico subordinado.
Los socialistas, a su vez, empiezan a levantar cabeza. En la primera vuelta del domingo obtuvieron un 28,7% de los votos, un porcentaje algo m¨¢s digno que el 20,1% registrado en las legislativas del a?o pasado, pero a¨²n inferior al 34% de las cantonales de 1988. El secretario general del PS, Michel Rocard, afirm¨® que los resultados permit¨ªan so?ar con la presidencia. Como argumento, Rocard utiliz¨® la suma de todo el voto de izquierdas: los socialistas, m¨¢s los radicales de izquierda, m¨¢s los comunistas, m¨¢s los grupos extraparlamentarios, acumulaban un 40,8% de los votos, frente al 44,7% del conjunto de la derecha. La desventaja, vista as¨ª, no parec¨ªa tanta.
Rocard necesita, adem¨¢s de resucitar al socialismo, cerrar el paso a la candidatura presidencial de Jacques Delors. El actual presidente de la Comisi¨®n Europea sigue mucho mejor colocado que Rocard, seg¨²n las encuestas, para aspirar a un inquilinato de siete a?os en el El¨ªseo.
Otro dirigente de la ¨®rbita socialista, el pol¨¦mico empresario y ex ministro Bernard Tapie (Movimiento de los Radicales de Izquierda), obtuvo un resonante 43% en su cant¨®n marsell¨¦s, y sugiri¨® ayer su intenci¨®n de aspirar a la alcald¨ªa de Marsella en las municipales del a?o pr¨®ximo.
El Partido Comunista Franc¨¦s, con su nuevo l¨ªder Robert Hue al frente, sum¨® un 11,4% de los votos, dos puntos m¨¢s que en las legislativas. El ultraderechista Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen se qued¨® estancado en un 9,7%, porcentaje pr¨¢cticamente id¨¦ntico al de 1993.
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