Azkoiti promueve ante la c¨²pula de ETA el di¨¢logo con el Gobierno para acabar con la violencia

Las declaraciones oficiales de los nuevos responsables de Interior sobre el cierre de todas las v¨ªas de di¨¢logo con ETA responden s¨®lo en parte a la realidad. La conexi¨®n Gobierno-ETA es hoy rocambolesca: el etarra Jos¨¦ Luis Arrieta Zubimendi, Azkoiti, oficialmente huido de la justicia francesa desde enero, est¨¢ en contacto directo con la c¨²pula etarra, intentando abrir v¨ªas de negociaci¨®n que desemboquen en el fin de la lucha armada. A la vez mantiene relaci¨®n con los mentores policiales franceses de esta operaci¨®n. El Ministerio del Interior espa?ol est¨¢ al tanto, seg¨²n afirman fuentes antiterroristas de ambos pa¨ªses. El intermediario espa?ol es el comisario Manuel Ballesteros, responsable del gabinete de informaci¨®n del ministro.

En julio de 1992, Azkoiti, entonces preso en Pau (Francia), recibi¨® la visita del comisario franc¨¦s Joel Cathala, portador de una misiva de su Gobierno. Una semana despu¨¦s, acudi¨® al mismo centro el ex dirigente de Herri Batasuna (HB) I?aki Esnaola con un mensaje del entonces secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera. En ambos casos, el planteamiento fue similar: el dirigente podr¨ªa abandonar la prisi¨®n en breve y, a cambio, forzar¨ªa el inicio de conversaciones Gobierno-ETA con el consiguiente alto el fuego.La extradici¨®n a Espa?a de Azkoiti, formalmente trasladado a Par¨ªs para estar a disposici¨®n de la juez Laurence Levert mientras instruye un sumario que le afecta, est¨¢ concedida por el asesinato del vicealmirante Crist¨®bal Col¨®n de Carvajal y de su conductor, Manuel Trillo Mu?oz. Se le considera responsable tambi¨¦n, como jefe del comando itinerante de ETA, entre enero de 1985 y noviembre de 1986, del asesinato de Clement Perret y de un atentado contra un microb¨²s de la Guardia Civil.

Desde entonces -primero en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s y luego en Par¨ªs-, Azkoiti ha transmitido numerosos mensajes en uno y otro sentido, hacia la direcci¨®n de ETA y hacia el Gobierno espa?ol, a trav¨¦s de los intermediarios que le visitaron en prisi¨®n. Entretanto, el dirigente de la organizaci¨®n terrorista ten¨ªa que presentarse peri¨®dicamente en Par¨ªs a la juez Laurence Levert.

La huida de enero

La novedad se produjo a comienzos de enero de este a?o. Azkoiti desapareci¨® del mapa. Oficialmente, huy¨®. Seg¨²n fuentes de Herri Batasuna, Jos¨¦ Luis Arrieta fue obligado por la direcci¨®n de la banda a incorporarse a la misma para poner fin a todos los equ¨ªvocos y recelos que levant¨® su actividad, toda vez que, para ellos, el ¨²nico interlocutor v¨¢lido de ETA sigue siendo Eugenio Etxebeste, Antxon, deportado en la Rep¨²blica Dominicana.

Seg¨²n fuentes policiales francesas, Azkoiti se encuentra desde el mes de enero en permanente contacto con la c¨²pula de ETA, pero los ministerios del Interior de Francia y Espa?a est¨¢n "perfectamente informados" de sus gestiones en favor de la v¨ªa del di¨¢logo. Fuentes de la lucha antiterrorista, incluso, ven con buenos ojos su te¨®rica integraci¨®n en la direcci¨®n de ETA para reforzar su credibilidad en la banda.

Lo cierto es que ni las autoridades francesas ni las espa?olas han expresado la m¨¢s m¨ªnima preocupaci¨®n por la desaparici¨®n de Azkoiti. Por el contrario, fuentes espa?olas de la lucha antiterrorista se han mostrado "muy esperanzadas" por la labor del dirigente de ETA y aseguran que, "hoy por hoy, es la mejor opci¨®n para alcanzar una posible tregua". Dichas fuentes de la lucha antiterrorista precisan que incluso Eugenio Etxebeste, Antxon, que en principio se mostr¨® muy cauto con respecto a la v¨ªa Azcoiti , est¨¢ prestando ¨²ltimamente atenci¨®n" a lo que est¨¢ haciendo su compa?ero en Francia. Al respecto, cabe se?alar que sobre Antxon pende la amenaza de una pr¨®xima expulsi¨®n a Madrid a petici¨®n de Espa?a, con lo que quedar¨ªa definitivamente rota la ventanilla de Santo Domingo.

Hace s¨®lo unas semanas el Ministerio del Interior espa?ol traslad¨® al comisario Joel Cathala que exist¨ªa luz verde para seguir trabajando en la v¨ªa Azkoiti, a trav¨¦s del comisario Manuel Ballesteros, reci¨¦n condenado por la Audiencia de San Sebasti¨¢n por prevaricaci¨®n. Desde dentro de la direcci¨®n de la organizaci¨®n terrorista, Azkoiti pretende insistir en el mismo mensaje que ofrec¨ªa desde el piso parisino que compart¨ªa el a?o pasado con Eloy Uriarte, se?or Robles, otro hist¨®rico de ETA: ha llegado el momento de dialogar.

Elecciones europeas

Por esta v¨ªa apuestan otros destacados miembros de la llamada ETA Zaharra (ETA vieja), como Julen Madariaga, Sabino Euba Cenarruzabeitia, Juan Jos¨¦ Etxabe Orobengoa o el propio Eloy Uriarte. Seg¨²n algunas fuentes, incluso el propio Francisco M¨²gica Garmendia, Pakito, n¨²mero uno de ETA hasta su detenci¨®n en Bidart (Pa¨ªs Vasco franc¨¦s) en marzo de 1992, se muestra predispuesto a esa tesis.

La inminencia de los comicios europeos, en junio pr¨®ximo, alimenta el inter¨¦s de ETA de hallar un pretexto para callar las armas, al menos durante la campana, con el fin de favorecer la imagen de su brazo pol¨ªtico, HB.Expertos de la lucha antiterrorista de ambos pa¨ªses se han mostrado estas semanas un tanto desconcertados con la actual situaci¨®n, coincidente con el rechazo p¨²blico a toda v¨ªa de contacto con ETA. Por el contrario, algunos de los que hist¨®ricamente han sido partidarios de las v¨ªas de di¨¢logo con los terroristas se sienten ahora reconfortados.

Entretanto, el promotor policial franc¨¦s de la operaci¨®n, Joel Cathala, toma hoy posesi¨®n como nuevo coordinador antiterrorista en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. Este veterano luchador antiETA no ha dejado de abonar la pol¨ªtica de palo y zanahoria impulsada bajo los auspicios de su amigo Rafael Vera. Cathala no ha cesado de enviar el mensaje a ETA de que, si la banda no se pliega a asumir una tregua, dar¨¢ una vuelta de tuerca a la pol¨ªtica represiva desde su nuevo puesto como responsable antiterrorista.

Su aterrizaje en el puesto es observado desde distintos ¨¢ngulos. Algunos estiman que sabr¨¢ conjugar perfectamente ambas v¨ªas, mientras otros temen que esa t¨¢ctica lo invalide en los dos terrenos, en la negociaci¨®n y en la represi¨®n.