Juicios y prejuicios

La posibilidad de establecer una relaci¨®n hist¨®rica entre el arte y la arquitectura producidos durante los reg¨ªmenes de Hitler, Mussolini y Stalin s¨®lo es pertinente realizarla a partir de una gran reducci¨®n o de una sencilla simplificaci¨®n. Sobre el arte nazi, el arte fascista o el realismo socialista se han volcado con insistencia inevitables juicios de valor morales, pol¨ªticos y est¨¦ticos. Precisamente los mismos mecanismos ideol¨®gicos que esos reg¨ªmenes usaban como coartada para ilustrar su propio poder.Si es cierto que todos ellos, Hitler, Mussolini o Stalin entend¨ªan el Estado como figuraci¨®n de su propio arte, de su af¨¢n de presentarse y ser reconocidos ellos mismos como grandes artistas no pueden, sin embargo, olvidarse que las muchas opciones art¨ªsticas escondidas bajo la aparente uniformidad de consignas, son muy sugerentes como problema historiogr¨¢fico.

Diferentes lenguajes art¨ªsticos pod¨ªan representar la misma ideolog¨ªa y, viceversa, un mismo lenguaje pod¨ªa aspirar a expresar contenidos ideol¨®gicos diferentes. El arte nazi, el arte fascista o el realismo socialista distan mucho de poder ser unificados como experiencias est¨¦ticas y formales semejantes. En todo caso, habr¨ªa que iniciar una nueva lectura de conceptos tales como el de tradici¨®n, en perpetuo conflicto con el de naci¨®n, pueblo o raza para intentar explicar su instrumentalizaci¨®n ret¨®rica en reg¨ªmenes hist¨®ricos y de poder tan distintos.

es historiador del arte.