La guerra comercial se recrudece al rechazar EE UU el plan de apertura comercial de Jap¨®n

La guerra comercial entre Jap¨®n y Estados Unidos se recrudece despu¨¦s de que la Administraci¨®n norteamericana haya rechazado por insuficiente el plan que el Gobierno nip¨®n present¨® ayer para acelerar el crecimiento econ¨®mico y reducir el super¨¢vit comercial exterior. Aunque el representante de Comercio norteamericano, Mickey Kantor, dijo que a¨²n es posible el entendimiento entre Washington y Tokio, la negativa acogida del plan, presentado por Jap¨®n como "un esfuerzo m¨¢ximo", provoca negras perspectivas en el conflicto entre los dos colosos econ¨®micos del mundo.

Este nuevo episodio, que coincide con el p¨¦simo ambiente creado por el asesinato el lunes de dos estudiantes japoneses en Los Angeles, coloca las relaciones entre los dos pa¨ªses en la peor situaci¨®n desde hace a?os.Kantor dijo que el plan japon¨¦s "no satisface las preocupaciones de Estados Unidos". En la pr¨¢ctica, esto significa que EE UU mantiene su amenaza de aplicar sanciones contra los productos japoneses.

El responsable del comercio exterior a?adi¨® que este paso dado por Jap¨®n, que espera que no sea el ¨²ltimo, es insuficiente para reanudar las negociaciones, bruscamente suspendidas el mes pasado tras el fracaso de una reuni¨®n entre Bill Clinton y el primer ministro japon¨¦s, Morihiro Hosokawa.

Hosokawa telefone¨® a Clinton para transmitirle su esperanza de que "este esfuerzo m¨¢ximo hecho por Jap¨®n sirva para refozar los lazos entre los dos pa¨ªses y para reabrir las conversaciones bilaterales", seg¨²n la versi¨®n oficial japonesa.

Los mercados internacionales reflejaron el mal clima que revelaba esa conversaci¨®n, lo que provoc¨® la ca¨ªda de la cotizaci¨®n del d¨®lar hasta los 103,50 yenes desde los 104,05 yenes del d¨ªa anterior.

La Bolsa de Nueva York lleg¨® a perder al mediod¨ªa de ayer casi cincuenta puntos. El promedio Dow Jones cerr¨® con una p¨¦rdida de 63,33 puntos.

Vagas promesas

Altos funcionarios norteamericanos manifestaron que el plan japon¨¦s est¨¢ lleno de vagas promesas y no ofrece ninguna medida concreta en la direcci¨®n exigida por Washington: el est¨ªmulo del consumo interno y la apertura de sus mercados.El plan japon¨¦s, reflejo de las duras tensiones pol¨ªticas de ese pa¨ªs, promete m¨¢s dinero para proyectos de obras p¨²blicas a largo plazo, pero aplaza la inversi¨®n en la revitalizaci¨®n econ¨®mica y prescinde de medidas de car¨¢cter impositivo.

Masayoshi Takemura, jefe de gabinete de la Presidencia del Gobierno japon¨¦s, declar¨® que el plan pretende recortar en un 2,8% el super¨¢vit nip¨®n. El deequilibrio comercial con el resto del mundo al final de 1993 favorece a Jap¨®n en 120.000 millones de d¨®lares, y con EE UU, en m¨¢s de 50.000 millones.

Expertos norteamericanos coincidieron, sin embargo, en calificar el plan de decepcionante con respecto a las promesas de Hosokawa, aunque fuentes oficiales japonesas han indicado en Tokio que el primer ministro estudia otro paquete de medidas para el segundo semestre. Fuentes japonesas han explicado que Hosokawa tiene dificultades legales internas para adoptar acciones m¨¢s dr¨¢sticas al menos hasta junio.

Despu¨¦s de la fr¨ªa acogida del plan japon¨¦s, proliferaron las especulaciones sobre medidas punitivas estadounidenses. Kantor dijo en conferencia de prensa que 1a pelota sigue de su lado" y que Clinton ha indicado que "la puerta sigue abierta a la negociaci¨®n".

Kantor insisti¨®, no obstante, en que la ¨²nica forma de evitar la guerra comercial es que se fijen "criterios objetivos cuantitativa y cualitativamente" con el fin de determinar los esfuerzos para abrir los mercados, y se establezca "un nuevo y significativo compromiso hacia el est¨ªmulo macroecon¨®mico".

El pasado 3 de marzo, Clinton firm¨® una orden ejecutiva -la llamada ley 301- que le permite aplicar indiscriminadamente sanciones comerciales si fracasa el di¨¢logo con Jap¨®n.

Kantor trat¨® de cortar ayer los rumores sobre la aplicaci¨®n de sanciones, aunque no las descart¨®. Dijo que el Gobierno de EE UU seguir¨¢ observando el proceso interno japon¨¦s "para ver con claridad si existen otras medidas por llegar".