Directivos de la empresa publica de revisi¨®n catastral cobraron comisiones por subcontratar los trabajos

Directivos de la empresa p¨²blica Catrisa (Societat de Gesti¨® Catastral i Tribut¨¤ria), a la que el Centro de Gesti¨®n Catastral adjudic¨® entre 1987 y 1990 alrededor de 4.000 millones de pesetas en contratos para actualizar el catastro, han sido acusados por empresarios del sector de cobrar comisiones a las empresas con las que subcontrataban trabajos. Uno de los empresarios afirma que el director del Centro de Gesti¨®n Catastral entre 1987 y 1991, Francisco Javier Russin¨¦s, le gestion¨® un encuentro con el gerente de Catrisa, Juan Morrall Ballb¨¦, para un trabajo a reafizar en L¨¦rida por el que, posteriormente, Morrall solicit¨® una comisi¨®n del 3,5%. En otros casos, las comisiones llegaron al 15%.

Los trabajos para modernizar el catastro han costado m¨¢s de 70.000 millones de pesetas. La revisi¨®n, que pretend¨ªa incrementar la base de tributaci¨®n, acab¨® en el denominado catastrazo debido a la gran contestaci¨®n que se produjo.El encuentro entre Gregorio Poveda, el director del catastro, Francisco Javier Russin¨¦s y el gerente de la empresa p¨²blica de revisi¨®n catastral Catrisa, Juan Morrall Ballb¨¦, tuvo lugar en el domicilio del segundo, un chal¨¦ de varias plantas de la calle Luis D¨ªaz Cobe?a 6 (Madrid). En ese momento, parte del chal¨¦ serv¨ªa de sede a la empresa Gesti¨®n, Asesoramiento y Planificaci¨®n (Gapsa), con la que Russin¨¦s manten¨ªa un contrato de arrendamiento de negocio.

Russin¨¦s y Morrall eran amigos, seg¨²n han confirmado personas cercanas al ex director del catastro y el propio Russin¨¦s. Hasta 1987, una empresa fundada por Morrall, Ingetsa (Instituto de Gesti¨®n Tributaria), dedicada a tareas relacionadas con el catastro, tambi¨¦n hab¨ªa tenido sede en el chal¨¦ de Russin¨¦s. ?ste, ha negado que tuviera lugar la reuni¨®n mencionada.

Poveda explica que la comisi¨®n que le pidi¨® Juan Morrall con posterioridad a la reuni¨®n "para ¨¦l en particular, ascend¨ªa al 3,5%, importe menor al habitual 5%". La comisi¨®n, seg¨²n Poveda, no se lleg¨® a pagar y posteriormente se rescindi¨® el contrato. El empresario puso en conocimiento de Javier Russin¨¦s la petici¨®n de la comisi¨®n particular solicitada por Morrall. "La respuesta de Russin¨¦s fue un encogimiento de hombros". Morrall asegura al respecto: "Jam¨¢s he cobrado comisiones".

La coincidencia entre el domicilio del director del catastro con la empresa de Gregorio Poveda provoc¨® algunas situaciones equ¨ªvocas. Manuel Pastor, empleado de Poveda en la ¨¦poca, que estuvo presente en algunas de las reuniones mantenidas por Russin¨¦s y Poveda en el chal¨¦ de Luis D¨ªaz Cobe?a 6, recuerda: "En una ocasi¨®n, me llam¨® a Luis D¨ªaz Cobe?a [domicilio de Russin¨¦s], un gerente territorial del catastro. El tel¨¦fono lo cogi¨® el mismo Russin¨¦s. Se puso nervioso y dijo que hab¨ªa que acabar con esa situaci¨®n [de coincidencia entre su domicilio y el centro de trabajo de la empresa privada]".

Otro empresario, Joaqu¨ªn Lled¨® (Zaragoza), tambi¨¦n sostiene que hubo petici¨®n de comisiones. Lled¨®, proveedor de croquis de parcelas catastrales para Catrisa, es claro: "Ven¨ªan de Barcelona dos directivos de Catrisa a cobrar el 15%, casi al otro d¨ªa de cerrar la operaci¨®n. En una de las ocasiones, fui con los directivos a una sucursal del Banco Atl¨¢ntico en Zaragoza, y all¨ª les pagu¨¦ dos millones de pesetas en met¨¢lico". "?Pruebas?, esta gente no dejaba rastro, como es natural. Les entregaba el dinero en sobres. Pag¨¢bamos todos, todas las empresas. Siempre te ten¨ªan con much¨ªsimo dinero pendiente de cobro y te dec¨ªan: 'si quieres cobrar..., ya sabes'. Incluso hab¨ªa veces que, despu¨¦s de haber cobrado su porcentaje, te devolv¨ªan las letras. La ¨²ltima vez en que me llamaron para pedirme la comisi¨®n, yo les dije que con ese dinero le compraba un abrigo de vis¨®n a mi mujer."

Catrisa lleg¨® a una situaci¨®n de pr¨¢ctica quiebra en 1991, tras cuatro a?os de actividad. Fundada por la Diputaci¨®n de Barcelona, y participada por el Banco de Cr¨¦dito Local (BCL) desde 1989 con un 49%, tuvo una r¨¢pida expansi¨®n por toda Espa?a. Lleg¨® a contar con 30 delegaciones y m¨¢s de 700 personas contratadas. La sospecha de que exist¨ªan cobros de comisiones provoc¨® investigaciones del BCL, de la Diputaci¨®n de Barcelona y de los liquidadores de la sociedad, seg¨²n han confirmado diversas fuentes. Las investigaciones, aparentemente, no arrojaron ning¨²n resultado.

En los cuatro a?os de actividad, Catrisa perdi¨® 2.000 millones de pesetas. La empresa ha sido liquidada recientemente. El ex director del catastro afirma que no jug¨® ning¨²n papel en las contrataciones del centro que, dirig¨ªa con Catrisa. "Por lo que a m¨ª respecta, Catrisa era una sociedad m¨¢s del sector".

Russin¨¦s achaca las acusaciones a una venganza de su antiguo inquilino, Gregorio Poveda. Este mantiene un contencioso con Russin¨¦s por causa, precisamente, del alquiler y otros conceptos que le pagaba su empresa por la utilizaci¨®n de parte del chal¨¦ de Luis D¨ªaz Cobe?a como centro de trabajo. El consejero delegado de Catrisa hasta 1989, M¨¢ximo Loizu, afirma, por su parte, que "en lo que a m¨ª respecta, lo ¨²nico que se me puede achacar en Catrisa, quiz¨¢, es que hubo un exagerado crecimiento de la empresa, sin demasiado control". Loizu traslad¨® por escrito la existencia de una queja relacionada con el pago de comisiones a responsables de Catrisa.

Informaci¨®n elaborada por Santiago Carear y Jos¨¦ Yoldi.