Robert Doisneau se despide de Par¨ªs

Robert Doisneau (Gentilly, Francia, 1912), fallecido el viernes en un hospital de Par¨ªs a los 81 a?os, es el fot¨®grafo caracter¨ªstico de toda una generaci¨®n -en torno a la d¨¦cada de los cincuenta- cuya producci¨®n tiene como denominador com¨²n la minuciosa descripci¨®n de Par¨ªs, sus calles y sus gentes vistas con un gran sentido de lo humano. Su c¨¦lebre foto del beso en la plaza del, Hotel de Ville (Par¨ªs IV), tomada en 1950, quiz¨¢ sea el referente m¨¢s divulgado de su obra y tambi¨¦n uno de los m¨¢s difundidos de la historia del medio de este siglo. Esta fotograf¨ªa, difundida en 410.000 carteles y 80.000 postales por todo el mundo, provoc¨® 40 a?os despu¨¦s un litigio ante los tribunales al reclamar derecho de imagen los dos j¨®venes de entonces. De formaci¨®n autodidacta, Doisneau aprendi¨® fotograf¨ªa leyendo las instrucciones de las cajas de emulsiones y especialmente en los libros que le prestara Vigneau, un escultor-fot¨®grafo determinante en su trayectoria con el que trabaj¨® como ayudante en 1932. Anteriormente, se form¨® en el oficio de grabador en la escuela Estienne (1926-1929) y comenz¨® a ejercer como fot¨®grafo publicitario en un estudio, donde fue contratado como dise?ador de caracteres alfab¨¦ticos. Desde 1939, fecha en la que fue despedido de la Renault -empresa en la que ejerci¨® como fot¨®grafo industrial-, se dedic¨® a tomar im¨¢genes con el talante de un fot¨®grafo de domingo, como ¨¦l mismo se autocalificaba obviando cualquier sentido de trascendencia art¨ªstica a su obra.

Su vasta producci¨®n, en la que los ni?os ocupan un lugar destacado, se puede estructurar en tres grandes apartados: el costumbrismo urbano, *acontecimientos sociales y una gran galer¨ªa de retratos con los m¨¢s variados personajes -desde notables como Picasso, Pr¨¦vert, Savignac... a porteras de Par¨ªs.

Retratos

Doisneau coment¨® en alguna ocasi¨®n que al principio no se acercaba a estos personajes por su timidez, lo que le imped¨ªa hacer los retratos en primer plano, aunque despu¨¦s pudo comprobar que estas fotograf¨ªas con ambiente envejec¨ªan menos. La diferencia entre sus primeras tomas y las ¨²ltimas corri¨® en paralelo a la evoluci¨®n de su personalidad. Al principio captaba distantes a las gentes. Con los a?os, Doisneau afirm¨® que "fotografiar es un acto que no tiene sentido sin el continuar¨¢", es decir sin propiciar una posterior comunicaci¨®n preferentemente verbal con los sujetos retratados. "El no hacerlo as¨ª es actuar como un turista", afirmaba, los cuales hacen una instrumentalizaci¨®n de la fotograf¨ªa que tanto detest¨® en su ¨²ltima etapa. "En mis im¨¢genes procuro encontrar en la gente un espacio interior por donde corra el aire; es lo que en definitiva hace que una fotograf¨ªa resulte legible", explicaba en una entrevista. Con motivo de su estancia en Madrid, en 1990, para presentar la exposici¨®n Un tal Robert Doisneau, en el palacio del marqu¨¦s de Salamanca, el autor dec¨ªa que la fotograf¨ªa era "como parar la vida para luchar contra la muerte, pero es una lucha perdida desde el principio". Doisneau public¨® los libros Las afueras de Par¨ªs, con textos de Blaise Cendrars, e Instant¨¢neas de Par¨ªs, con sus propios comentarios.