Berlusconi suspende sus contactos con la Liga tras la amenaza de Bossi de irse con el centro-izquierda

Las nuevas acusaciones del l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, contra Silvio Berlusconi -a quien tacha de ser un peligro para la democracia, adem¨¢s de insistir en que Forza Italia es algo inventado y que ha ganado las elecciones un hombre que tiene detr¨¢s a Bettino, Craxi y a Giulio Andreotti- han revuelto las aguas del supuesto preacuerdo de las fuerzas de la derecha italiana. Berlusconi le ha respondido apelando a los diputados liguistas a que traicionen a su jefe, a lo que Bossi ha replicado que est¨¢ dispuesto a entenderse con el centro y la izquierda. La crisis ha llegado al extremo de que Berlusconi decidi¨® ayer suspender las negociaciones que ten¨ªa previsto mantener hoy con sus aliados.

"A partir de hoy no iremos ni con la Liga ni con nadie m¨¢s", manifest¨® Berlusconi en una conferencia de prensa realizada en su residencia de Mil¨¢n. "Esperaremos a que se pronuncie el presidente de la Rep¨²blica [Oscar Luigi Scalfaro]". Scalfaro no puede proponer un nuevo primer ministro hasta que se re¨²na el nuevo Parlamento, sesi¨®n prevista para el pr¨®ximo d¨ªa 15. Pero ante el actual panorama, el presidente tiene dificil encargar la formaci¨®n del Gobierno. a Berlusconi.Umberto Bossi reaccion¨® con iron¨ªa a las palabras del empresario convertido en pol¨ªtico. "Creo que ha perdido los nervios", coment¨® Bossi. "Berlusconi lo que quer¨ªa en realidad era mandar, pero nosotros nos negamos a darle ese mandato", dijo Bossi, y asegur¨®: "Al final, lograremos formar un Gobierno, pero debe quedar claro que este implicar¨¢ un gran cambio".

Aunque no habr¨¢ consultas entre Forza Italia con la Liga para la formaci¨®n de Gobierno, s¨ª se mantienen las que Bossi tiene previsto evacuar con otras fuerzas pol¨ªticas, empezando por el Pacto por Italia del centrista Mario Segni. Quienes pensaran que a la derecha le sal¨ªan las cuentas para gobernar, incluso con la mayor¨ªa absoluta que daban los n¨²meros, la realidad les est¨¢ revelando lo poco autom¨¢tico del paso de una alianza electoral a un acuerdo de gobierno.

Sobre el escenario, Silvio Berlusconi, el hombre m¨¢s votado de Italia, grita traici¨®n. Y Umberto Bossi, l¨ªder de la Liga Norte, insiste en que es ¨¦l quien tiene mayor n¨²mero de parlamentarios, 118 frente a los 101 de Berlusconi. Su plan es conseguir el doble objetivo de unir a unas bases que presentan resquebrajamientos, atra¨ªdas por Forza Italia, y de vender cara su piel para lograr su objetivo de crear un Estado federal.

Pero en el escenario, o en sus aleda?os, est¨¢n tambi¨¦n el tercer gran aliado, el neofascista Gianfranco Fini, cuyo acuerdo con Berlusconi est¨¢ fuera de peligro, pero a quien Bossi sigue vetando sin paliativos, y una izquierda que ante el anuncio liguista de abrir consultas con todas las fuerzas y no s¨®lo con la derecha levanta la oreja.

Las recientes declaraciones de Fin? en las que calificaba a Mussolini como el mayor estadista del siglo XX no han contribuido a calmar ning¨²n ¨¢nimo, m¨¢xime cuando Bossi ha afirmado que Berlusconi, en la conversaci¨®n que mantuvieron la semana pasada, le propuso "un nuevo Ventenio" (los cuatro lustros de poder fascista). Ayer, Fini acus¨® a la Liga de bloquear la formaci¨®n del Gabinete y justific¨® la actitud de Berlusconi ante las "teatrales" declaraciones de Bossi.

Sin aspiraciones

Berlusconi, a quien su aliadorival del Norte llama Napole¨®n -aunque enseguida a?ade: "Yo soy el general Kutznetzov, y soy quien ha ganado"- cancel¨® ayer la tercera reuni¨®n con representantes de la Liga a la que no iba a asistir Bossi que ya le plant¨® en la reuni¨®n interior e insisti¨® en que no aspira a ser el futuro primer ministro italiano: "No tendr¨ªa problema en hacerme a un lado si mi candidatura fuera un problema".

Bossi volvi¨® a la carga con un "?cuidado con Berlusk¨¢iser!" que, afirm¨®, repetir¨¢ el domingo en el gran mitin que tiene previsto celebrar en Pontida. All¨ª, a?adi¨®, pondr¨¢ en guardia contra "el l¨ªder de un partido que no existe", que "gracias a sus televisiones puede manipular a la opini¨®n p¨²blica".

El segundo de Bossi, Roberto Maroni, expres¨® su confianza en la reanudaci¨®n de las negociaciones con Il Cavaliere. "Puedo comprender la reacci¨®n de Berlusconi, pero el problema, que planteamos, m¨¢s all¨¢ del tono, es serio: se trata de crear un Gobierno constituyente para darle un giro federal al Estado. Si esto no figura entre las intenciones de Berlusconi, la Liga no entrar¨¢ en el Gobierno", dijo Maroni.