La viuda de Cort¨¢zar atribuye a Espa?a el renacimiento del inter¨¦s por el escritor
"Si en Argentina ha habido una reacci¨®n al silencio que se produjo tras la muerte de Cort¨¢zar [silencio pol¨ªtico y cr¨ªtico], ha sido gracias al entusiasmo de Espa?a por su obra", dijo anoche la viuda de Cort¨¢zar, Aurora Bern¨¢rdez, en la tercera de las jornadas de una Fiesta Cort¨¢zar que se inici¨® el lunes en la Casa de Am¨¦rica de Madrid con documentales sobre el escritor argentino, y terminar¨¢ el viernes con una audici¨®n de jazz. El p¨²blico desbord¨® el aforo previsto.
En otro momento, Aurora Bern¨¢rdez, que particip¨® en el coloquio, asegur¨® que "Julio se arrepinti¨®" de sus propuestas en la famosa pol¨¦mica sobre el lector hembra: por tal Cort¨¢zar se refer¨ªa al lector pasivo, no activo en la lectura, distinto del que ¨¦l propugnaba. Tambi¨¦n constituy¨® una peque?a sorpresa la revelaci¨®n de Aurora Bern¨¢rdez de que lo que a Cort¨¢zar le gustaba sobre todo era la m¨²sica cl¨¢sica -y no el jazz como se suele creer-, y en particular un quinteto para clarinete de Mozart que fue el que quiso oir antes de morir. Hab¨ªa sido el primer disco que se compr¨®, incluso antes de disponer de tocadiscos. Adem¨¢s le gustaban Monteverdi, la ¨®pera italiana, las canciones irlandesas y la m¨²sica contempor¨¢nea.
Para Sa¨²l Yurkievich, amigo del escritor y compilador de los cuentos y obra cr¨ªtica que la editorial Alfaguara ha publicado en cinco vol¨²menes, el secreto de Cort¨¢zar reside en que conserv¨® siempre la mirada fresca de un ni?o. La mirada "no para ver el pato con las plumas, sino las plumas desde el pato". La imaginaci¨®n de Cort¨¢zar no conoc¨ªa otro l¨ªmite que el de la palabra. En lo personal, evoc¨® Yurkievich, profesor en Par¨ªs, era divertido, atento, afable, ajeno a lo soez y lo vulgar, muy p¨²dico en lo privado y nada cotilla. Toda su vida se empe?¨® en responder a las cartas de sus lectores.
Seg¨²n el cr¨ªtico Miguel Garc¨ªa-Posada, la lectura de Cort¨¢zar "dispensa la alegr¨ªa del contacto con la verdadera creaci¨®n literaria", y toda ella se trasciende a s¨ª misma de un modo continuo.
Fernando A¨ªnsa, que habl¨® en representaci¨®n de la Unesco, revel¨® que Cort¨¢zar nunca quiso ser funcionario de este organismo, donde trabajaba, pese a haber aprobado la correspondiente oposici¨®n; prefer¨ªa la libertad de no ser funcionario.
Seg¨²n A¨ªnsa, la obra de Cort¨¢zar se sintetiza en un radical anticonformismo, contrario a toda ret¨®rica y toda banalidad, denuncia los t¨®picos y gusta de la sorpresa, impulsada por una enorme curiosidad intelectual. "Frente a un mundo que est¨¢ de vuelta, reivindica el estar de ida".
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