Espa?a no otorgar¨¢ m¨¢s creditos a Rusia
Rusia ha solicitado m¨¢s cr¨¦ditos pero Espa?a no se los conceder¨¢. El viceministro ruso de Relaciones Econ¨®micas Exteriores, Ivan Materov, pidi¨® a su interlocutor espa?ol, el secretario de Estado Apolonio Ruiz Ligero, m¨¢s pr¨¦stamos en las reuniones preparatorias de la visita del presidente Boris Yeltsin, que ha sido precedido en Madrid por un s¨¦quito oficial de 120 personas. La respuesta ha sido negativa porque los impagos rusos con Espa?a ascienden ya a 700 millones de d¨®lares (96.000 millones de pesetas), que est¨¢n siendo refinanciados con cargo, en parte, a los Presupuestos Generales del Estado. El grueso de esta deuda tiene su origen en el cr¨¦dito a corto y largo plazo de 1.500 millones de d¨®lares otorgado por Espa?a a la URSS en 1990 para la compra de bienes de equipo y de consumo de fabricaci¨®n nacional.
Otras razones adicionales para denegarla han sido la ca¨ªda de las exportaciones espa?olas a Rusia y, en consecuencia, el gran d¨¦ficit de la balanza comercial cuya cobertura es de tan s¨®lo el 28%. Las empresas espa?olas s¨®lo obtienen adem¨¢s contratos en la antigua URSS por un valor equivalente a un tercio de los 6.900 millones de pesetas que Espa?a aportar¨¢ a lo largo de los pr¨®ximos a?os al programa de cooperaci¨®n comunitaria.
Es, sin embargo, posible que el Ministerio de Comercio conceda alg¨²n cr¨¦dito modesto y puntual a Rusia si la delegaci¨®n que acompa?a Yeltsin presenta alg¨²n proyecto concreto que, por motivos tecnol¨®gicos o de penetraci¨®n de mercado, interese a alguna empresa espa?ola. "No hay que hacerse ilusiones sobre cr¨¦ditos generosos", recalc¨® el viernes al telediario de la primera cadena de televisi¨®n rusa.
Durante la estancia de Yeltsin en Madrid se firmar¨¢n, no obstante, siete acuerdos, la mayor¨ªa de car¨¢cter econ¨®mico. Inspirado en el que se concluy¨® en su d¨ªa con la URSS de Mija¨ªl Gorbachov, el m¨¢s importante de los tratados ser¨¢, sin embargo, el de amistad y cooperaci¨®n, que prev¨¦ la celebraci¨®n anual de una cumbre entre el presidente ruso y el jefe del Gobierno espa?ol.
Otro documento desempolva el proyecto, suscrito en tiempos de Gorbachov, de establecer un tel¨¦fono rojo entre el Palacio de la Moncloa y el Kremlin para utilizarlo en situaciones de emergencia. El acuerdo que tendr¨¢ consecuencias pr¨¢cticas a m¨¢s corto plazo ser¨¢ el de la Seguridad Social, que permitir¨¢ a los llamados ni?os de la guerra, que emigraron a la URSS durante la guerra civil espa?ola, cobrar en Espa?a su jubilaci¨®n rusa. Como ¨¦sta no suele alcanzar los 30 d¨®lares (4.000 pesetas), el Estado espa?ol les abonar¨¢ la diferencia hasta el equivalente de la m¨ªnima pensi¨®n contributiva espa?ola.
La visita de Yeltsin tiene en Madrid toda la solemnidad de las de los jefes de Estado pero, en Barcelona, reviste la particularidad de incluir un encuentro con el equipo m¨¦dico que en 1990 le oper¨® de una hernia discal. Lo que ya est¨¢ claro es que Yeltsin no se someter¨¢ a un chequeo en Espa?a.
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