Los extranjeros dejan atr¨¢s el horror de la guerra civil en Ruanda

JEAN H?L?NE (LE MONDE) Violentos combates volvieron a estallar ayer al alba en la capital de Ruanda Kigali, mientras los residentes extranjeros escapaban a toda prisa del horror de la guerra ¨¦tnica. Los disparos de armas pesadas proced¨ªan del sector del antiguo Parlamento, donde se hicieron fuertes los combatientes del rebelde Frente Patri¨®tico Ruand¨¦s (FPR).

"La situaci¨®n militar contin¨²a bajo el control de las fuerzas armadas ruandesas en todo el pa¨ªs, incluido Kigali" inform¨® ayer la radio nacional. Sin embargo, un portavoz de Naciones Unidas confirm¨® la entrada en la capital el martes de tropas rebeldes que pretenden ganar terreno.

El Gobierno, que ha propuesto una tregua, ha acusado a la misi¨®n de la ONU en Ruanda (MINUAR) y a los soldados belgas de "entregar ayuda t¨¦cnica a los rebeldes". Por su parte, la radio del FPR anunci¨® que la MINUAR y el FPR hab¨ªan firmado un acuerdo por un per¨ªodo de 48 horas, destinado a permitir la evacuaci¨®n de extranjeros. El representante de los rebeldes en Nueva York advirti¨® a las tropas occidentales que, si no respetaban el acuerdo, "se ver¨ªan envueltos en la lucha".

El martes una violenta ca?onada, un poco m¨¢s pr¨®xima que las escuchadas los d¨ªas precedentes, sembr¨® el p¨¢nico en toda la ciudad incluso entre las tropas occidentales encargadas de evacuar a los ¨²ltimos extranjeros que hu¨ªan del infierno b¨¦lico. Hacia las tres de la tarde, un convoy belga escoltado por un blindado se inmoviliz¨® ante las puertas del hotel Mil Colinas. A voz. en grito, el comandante dio a los expatriados occidentales 15 minutos para hacer las maletas. Rechazado sin explicaciones, un farmace¨²tico ruand¨¦s vi¨® impotente como su esposa de origen ruso part¨ªa hacia el aeropuerto junto con sus tres hijos.

P¨¢nico entre los civiles

El p¨¢nico ha hecho mella principalmente entre los civiles que en largas columnas de decenas de miles huyen a pie hacia el sur del pa¨ªs. Por todas partes, en la capital, milicianos armados con machetes, cuchillos y granadas se atrincheraban en las barricadas levantadas en los grandes nudos de comunicaci¨®n. Los tutsis tem¨ªan a¨²n nuevas acciones violentas de la guardia presidencial, esencialmente compuesta por hutus. Y los hutus no dudaban ya de la venganza de los combatientes tutsis del FPR cada vez m¨¢s infiltrados en la ciudad.

Mientras que no era posible contactar con nadie del Gobierno, que abandon¨® Kigali el mismo martes, probablemente para refugiarse a unos 50 kil¨®metros al sur de la capital, un portavoz de los rebeldes afirmaba que el FPR hab¨ªa ocupado otras cuatro posiciones alrededor de la capital ruandesa.

Rota de vez en cuando por r¨¢fagas de ametralladora un tanto lejanas, una calma extra?a reinaba ayer a mediod¨ªa en el centro de la ciudad. En el barrio de los ministerios, los soldados ocupaban los cruces y patrullaban las calles. Algunos veh¨ªculos civiles, cargados de militares circulaban a toda marcha. Era dif¨ªcil saber si abandonaban Kigali o se dirig¨ªan al frente.

En el aeropuerto continuaban ayer estacionados alrededor de 1.150 soldados extranjeros (800 belgas y 350 franceses), pero Par¨ªs decidi¨® retirar un tercio de sus efectivos, mientras que Roma anunciaba el env¨ªo de 80 hombres encargados de asegurar la seguridad de las pistas. El general italiano al mando de las tropas de las Naciones Unidas manten¨ªa el contacto entre los beligerantes.