Las evasivas de Rubio indignan al Parlamento

Empez¨® balbuceante y acab¨® hundido y apelando a su larga trayectoria como alto cargo de la Administraci¨®n. De nada sirvi¨® el hostigamiento a que fue sometido. El ex gobernador del Banco de Espa?a Mariano Rubio ni convenci¨® en su comparecencia en el Parlamento ni lo intent¨®. Su actitud fue tan negativa que se encontr¨® con las iras del representante del PSOE, Hern¨¢ndez Molt¨®, que aludi¨® a su "ego¨ªsmo" y a su "cobard¨ªa", y le ret¨® a "salvar la poca dignidad que le queda". Pero fue in¨²til. Impasible, Rubio neg¨® todas las acusaciones de corrupci¨®n que se le hac¨ªan y se atrevi¨® a coronar la expectante sesi¨®n con un lamento: "Ha habido poca gente en cargos p¨²blicos que se haya atra¨ªdo tantos enemigos y tan poderosos como yo". El lunes le aguarda el fiscal.

La esperada comparecencia de Mariano Rubio, de 62 a?os, en la Comisi¨®n de Econom¨ªa y Hacienda del Congreso, para defenderse de las acusaciones de fraude fiscal y de haber manejado una cuenta secreta cuando era gobernador del Banco de Espa?a (julio de 1984 a julio de 1992) termin¨® en frustraci¨®n y con una ¨²nica garant¨ªa: "Jam¨¢s he utilizado mi puesto en el Banco de Espa?a para favorecerme".Los ataques m¨¢s duros los recibi¨® de los representantes de los grupos parlamentarios que sostienen al Gobierno: socialistas y catalanes rivalizaron en ello. Hern¨¢ndez Molt¨®, no obstante, acab¨® destac¨¢ndose. "Le queda poca dignidad", le dijo; "se?or Rubio, m¨ªreme a la cara, de frente, seguro que me recuerda...", para endosarle a continuaci¨®n una serie de responsabilidades, ante el Parlamento y ante la sociedad. Para nada. De lo que se le pregunt¨® no se obtuvo aclaraci¨®n.

Rubio se cerr¨® en banda y no convenci¨® lo m¨¢s m¨ªnimo en su respuesta sobre la supuesta cuenta corriente que le manejaba su amigo el ex agente de bolsa Manuel de la Concha, a trav¨¦s de la cual realiz¨® presuntamente distintas operaciones burs¨¢tiles no declaradas a Hacienda. Con unos t¨ªmidos "no soy consciente de...", trat¨® de evitar el acoso de preguntas directas, que se convirtieron en interrogatorio, sobre esa extra?a cuenta y su posible defraudaci¨®n al fisco. Lo hizo sin entusiasmo, y sin datos.

S¨®lo se mostr¨® algo categ¨®rico, aunque tambi¨¦n sin aportar documentaci¨®n que avalara sus afirmaciones, al negar su participaci¨®n inicial en la compra de Sistemas AF al Banco Urquijo Uni¨®n y su relaci¨®n con la sociedad luxemburguesa Schaff, donde se pierde el rastro de 100 millones de pesetas de beneficios obtenidos por la venta de acciones de Sistemas Financieros. Schaff tiene como accionistas principales a dos sociedades paname?as, y su apoderado fue durante mucho tiempo un cu?ado de Rubio.

Pero el ex gobernador hab¨ªa acudido sin papeles y ¨²nicamente consigui¨® sembrar m¨¢s indignaci¨®n, particularmente en los esca?os socialistas, donde se esperaba una valiente reacci¨®n al reto que la noche anterior Carlos Solchaga -ex ministro de Econom¨ªa y ahora portavoz parlamentario del PSOE- hab¨ªa lanzado a Rubio en televisi¨®n.

El acusado intervino en dos ocasiones. Tras la primera, en r¨¦plica a Luisa Fernanda Rudi, del Partido Popular, y a Francisco Frutos, de IU, varios diputados abandonaron la sala moment¨¢neamente y no dudaron en protestar: "No ha explicado nada. Es verdad que ha negado las cosas, pero muy matizadamente: "no soy consciente de haber tenido una cuenta secreta con don Manuel de la Concha ( ... ). No soy consciente de haber defraudado a Hacienda...", ironizaba uno de ellos antes de volver a entrar en la sala.

"Rubio ha marcado el campo muy claramente al recordar que tiene que comparecer el lunes ante el fiscal de Madrid. No iba a proporcionar informaci¨®n sobre los temas sujetos a investigaci¨®n", agregaba otro diputado.

El fuego lo rompi¨® Luisa Fernanda Rudi, quien record¨® que el PP ya hab¨ªa pedido hac¨ªa dos anos que se formara una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el caso Ibercorp para depurar responsabilidades. Rudi aludi¨® tambi¨¦n a la operaci¨®n de compra-venta de la empresa Sistemas Financieros, en la que hipot¨¦ticamente particip¨® Rubio en uni¨®n de Manuel de la Concha, Jaime Soto y el entonces subgobernador del Banco de Espa?a, Juan Antonio Ruiz de Alda, y acab¨® emplazando a Rubio a que hablase claro.

'Cultura del pelotazo'

Francisco Frutos, de Izquierda Unida, reiter¨® parte de la intervenci¨®n de la representante del PP e hizo un discurso basado en lo negativo de la llamada "cultura del pelotazo" para el sistema democr¨¢tico. Su final fue el mismo: pregunt¨® a Rubio si eran reales los datos aparecidos en los peri¨®dicos, si hab¨ªa especulado en bolsa y defraudado a Hacienda.

Muy vacilante al principio, equivoc¨¢ndose en numerosas ocasiones, el ex gobernador trat¨® de rebatir el marco de las acusaciones de la diputada del PP refugi¨¢ndose en matizaciones sobre la crisis bancaria y la intervenci¨®n directa e imperativa del Banco de Espa?a en la resoluci¨®n de algunos casos cuando ¨¦l mandaba. Luego emple¨® un aplomo algo mayor, pero siempre muy lejano de aqu¨¦l del que hac¨ªa gala cuando acud¨ªa al Congreso como gobernador, para referirse in¨²tilmente a las cuestiones que los diputados le hab¨ªan planteado.

No dio juego. Todos los grupos consideraron insuficientes su respuesta y se apresuraron a anunciar que solicitar¨¢n una comisi¨®n para investigar las irregularidades bajo sospecha. La iniciativa se discutir¨¢ de inmediato; el mi¨¦rcoles, tras el debate del estado de la naci¨®n, y el grupo catal¨¢n ya ha adelantado que quiere conclusiones r¨¢pidas, en un mes. Francesc Homs, representante de CiU, se march¨® ayer "indignado" y con la certeza de que las acusaciones de corrupci¨®n contra Rubio tienen una base s¨®lida.