Fracasa en Alemania el primer intento de una televisi¨®n de calidad destinada al gran p¨²blico
Hace tan s¨®lo 15 meses, un nuevo nombre se uni¨® a la veintena de canales de televisi¨®n que se reciben en Alemania: WOX, con una ambiciosa programaci¨®n de calidad y el apoyo financiero y moral de s¨®lidas empresas, bancos y del Partido Socialdem¨®crata del Norte del Rin-Westfalia. La cadena alemana, propiedad en casi un 25% del potente grupo editorial Bertelsmann, ha fracasado y, desde principios de abril, se encuentra en v¨ªas de liquidaci¨®n.
La empresa estima las p¨¦rdidas en unos 400 millones de marcos (32.000 millones de pesetas). Sin embargo, esta cifra, seg¨²n voces m¨¢s pesimistas, puede triplicarse. Pese a poder llegar te¨®ricamente a 18 millones de espectadores, la participaci¨®n real no ha llegado a superar os 300.000, lo que significa un escaso 1,5%. WOX comenz¨® con un 78% de producciones propias, mientras un 75% de la programaci¨®n ten¨ªa car¨¢cter informativo o culturizante. La aventura intelectual finaliza ahora con deportes y teleseries norteamericanas, entre ellas Cannon, Lassie y Riviera.La WOX, con su concepto marcadamente elitista, hab¨ªa pretendido ser el primer canal dirigido exclusivamente a los adultos, prescindiendo de programas deportivos, infantiles o superficiales. WOX iba dirigida a la peque?a parte del p¨²blico que voluntariamente busca un alto nivel. Los sondeos de mercado cre¨ªan descubrir a este p¨²blico entre la generaci¨®n del 68, envejecida, madurada y establecida, que a cinco lustros de la rebeld¨ªa estudiantil ha abandonado su esp¨ªritu revolucionario, pero supuestamente conserva sus preferencias por el an¨¢lisis en profundidad y la ilustraci¨®n.
Su programa cultural Canale grande presentaba temas como 'Voces de Sarajevo', seguidos de informaciones sobre ,'El comic sadomasoquista espa?ol' o los efectos da?inos para el ojo, el o¨ªdo y el cerebro de los espect¨¢culos tecno. En WOX no se jugaba a la ruleta de la fortuna, sino que se contestaba a las preguntas del Trivial pursuit. Durante la programaci¨®n nocturna no se consum¨ªan pel¨ªculas er¨®ticas, sino que se adquir¨ªa la base te¨®rica imprescindible para lograr una vida conyugal satisfactoria mediante sesudos programss de instrucci¨®n sexual. Programas de sobremesa con tertulias se alternaron con revistas televisivas. La prensa de calidad tambi¨¦n intent¨® hacerse un hueco en la peque?a pantalla. Los semanarios Der Spiegel y Die Zeit ofrecieron programas de entrevistas o documentales.
Medios
Pero el protagonista principal de WOX eran los propios medios. El canal, con una est¨¦tica de v¨ªdeo musical a medio camino entre discurso y dise?o, se caracteriz¨® por altas dosis de autocr¨ªtica y autoiron¨ªa. En vez de crear reality shows, mostraba en sus programas c¨®mo funciona la televisi¨®n.Las encuestas realizadas en 1993, a los pocos meses del comienzo, indicaban que el p¨²blico consideraba que WOX "pone demasiado ¨¦nfasis en la palabra", as¨ª que el canal, paulatinamente, fue sustituyendo los programas de tertulia por pel¨ªculas, teleseries y espect¨¢culos informativos.
Durante la fase de liquidaci¨®n, los 70 empleados que quedan de los 400 iniciales est¨¢n realizando una programaci¨®n de urgencia, y WOX se ha convertido en un programa m¨¢s, con teleseries y publicidad.
Bertelsmann, mientras tanto, minimiza el desastre; lo que para su portavoz, Manfred Harnischfeger, no es sino un "accidente lamentable pero m¨¢s bien limitado y peque?o", para el sindicato IG Medien es una "quiebra r¨¦cord".
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