Las grandes tabaqueras de Estados Unidos se enfrentan a un auto de fe pol¨ªtico y social
La publicaci¨®n de los 599 compuestos de los cigarrillos no tranquiliza al consumidor
La guerra antitabaco entra en Estados Unidos en fase turbulenta. Los grandes capitanes de la industria del tabaco se sentaron esta semana en el banquillo y tuvieron que levantar su mano derecha y jurar que sus empresas no manipulan los, cigarrillos con nicotina y otros productos para mantener la adicci¨®n de los fumadores. Los siete presidentes y consejeros delegados de las compa?¨ªas tabaqueras comparecieron por primera vez ante un comit¨¦ de la C¨¢mara de los Representantes para enfrentarse a una opini¨®n p¨²blica y unos congresistas que trataban de hacerles sentir su hostil¨ªdad.
"La publicidad de su tabaco", les espet¨® Ron Wyden, dem¨®crata de Oreg¨®n, "trata de enganchar a mis hijos. Espero que me digan c¨®mo pueden vivir con esa carga asesina sobre sus conciencias". En lo que se asemejaba m¨¢s a un auto de fe que a una sesi¨®n informativa, no faltaron testimonios infantiles y dram¨¢ticos ejemplos de v¨ªctimas del c¨¢ncer.,El congresista californiano Henry Waxman, gran inquisidor en la batalla contra el humo, hab¨ªa ya marcado el tono de enfrentamiento desde el mi¨¦rcoles: los ejecutivos de la industria del tabaco, dijo Waxman, mienten cuando dicen que no manipulan los niveles de nicotina. El contraataque de las empresas consisti¨® en presentar una lista con 599 ingredientes utilizados en la elaboraci¨®n de los cigarrillos que pueden encontrarse tambi¨¦n en multitud de productos alimentarios, desde el extracto de alfalfa presente. en la reposter¨ªa hasta el b¨¢lsamo de Per¨² de la goma de mascar.
Las seis horas largas de sesi¨®n informativa del pasado jueves en el Capitolio tuvieron momentos cargados de dramatismo, cuando los congresistas que han asumido un papel de vanguardia en la cruzada contra el tabaco interrogaban a unos ejecutivos poco habituados a estas situaciones y que se encontraban a disgusto fuera de sus despachos. "?Cu¨¢ntos fumadores mueren cada a?o de c¨¢ncer?", pregunt¨® Henry Waxinan a Donald Johnston, presidente de la Compa?¨ªa Americana de Tabaco. "No s¨¦ cuantos, porque las estimaciones generadas por ordenadores son solamente estad¨ªsticas", fue la respuesta. Waxman, molesto con el ejecutivo, concentr¨® su interrogatorio: "?Fumar hace da?o al coraz¨®n?" "Puede hacer",fue la escueta respuesta, que se repiti¨® con la misma brevedad en las preguntas sobre c¨¢ncer de pulm¨®n, enfisema y dem¨¢s enfermedades. Otros directivos insistieron en que no hay constancia cient¨ªfica del da?o del tabaco y compararon el h¨¢bito de fumar con el de tomar caramelos. Waxman no dej¨® pasar la oportunidad: "Usted y yo", le dijo a William Campbell, presidente. de Philip Morris, "sabemos que los caramelos no matan. La diferencia entre los cigarrillos y los caramelos es la muerte".
El ambiente guerrero, del que se quejaron en p¨²blico y en privado los directivos sometidos a interrogatorio, se completaba con decorados preparados por los ayudantes de los congresistas. En un cartel situado en l¨ªnea directa con las c¨¢maras de televisi¨®n se pod¨ªa leer: "Cada 80 segundos muere un norteamericano a causa del tabaco". Este cartel se sustitu¨ªa peri¨®dicamente por otros en los que figuraban estad¨ªsticas sobre los niveles de nicotina en los cigarrillos y espeluznantes fotos de, operados de c¨¢ncer de laringe. Durante la sesi¨®n, un ni?o de 7 a?os explic¨® c¨®mo el humo de cigarrillo que respira en su casa ha empeorado el asma que sufre y un congresista ley¨® la carta de una mujer en la que relataba la muerte por enfisema de su padre "con un cigarrillo en la boca".
La lista presentada por las empresas destaca los productos m¨¢s comunes que se a?aden a los cigarrillos, como levadura, vino, cafe¨ªna, cera de abeja, beta-caroteno, chocolate y aceite de coco, todos ellos permitidos por el organismo que regula los asuntos alimentarios y farmace¨²ticos (FDA). Pero tambi¨¦n reconoce el uso de extractos de tabaco con nicotina, de un insecticida cuya inocuidad no est¨¢ clara, de un edulcorante con el que se fabrica goma de mascar y caramelos para diab¨¦ticos que est¨¢ pendiente de aprobaci¨®n y de otros ingredientes sobre los que la FDA tiene dudas o todav¨ªa no se ha pronunciado. En cualquier caso, la lista supone un mundo de olores, colores y sabores que quiz¨¢ no dejen completamente tranquilos a los fumadores, por mucho que sepan que el 1 -Butanol es legal y se encuentra en el queso cheddar y que el furoato et¨ªlico est¨¢ de forma natural en el kiwi y en los cacahuetes.
La m¨¢quina publicitaria de la industria del tabaco subraya que los 599 ingredientes son "pr¨¢cticamente los mismos que pueden encontrarse en las comidas de todos los d¨ªas". "M¨¢s del 98% de estos ingredientes son aditivos aprobados por la FDA", que se han utilizado en los ¨²ltimos 150 a?os para mejorar el sabor y el aroma de los cigarrillos,. a?aden los informes de cient¨ªficos encargados por R. J. Reynolds.
A vueltas con la adicci¨®n
Los directivos de las tabacaleras insistieron en que no hay una manipulaci¨®n que incremente los niveles de nicotina y en que fumar no produce adicci¨®n, en contra de los informes citados por el congresista Henry Waxman y del estudio en que el organIsmo responsable de Salud del Gobierno de EEUU asimila la capacidad de adicci¨®n del tabaco a la de la coca¨ªna y hero¨ªna. Pero los ejecutivos reconocieron que se puede controlar el nivel de nicotina; que un estudio de Philip Morris sobre la adicci¨®n no s¨®lo no se public¨®, sino que se ocult¨®; y que los cigarrillos pueden causar c¨¢ncer y otras enfermedades. Y todos confesaron preferir que sus hijos no fumaran.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.