La morosidad de Banesto a final de 1993 era del 37,6%, cinco veces m¨¢s que la media del sector
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Los deudores morosos de Banesto a 31 de diciembre de 1993 ascend¨ªan a 784.870 millones de pesetas, lo que supone un ¨ªndice de morosidad del 37,6%, cantidad que supera en m¨¢s de cinco veces la media del sistema bancario espa?ol, que es del 7,5%. ?ste es uno de los muchos datos que aparecen en la memoria del banco correspondiente a las cifras consolidadas del pasado ejercicio. El cuadro cl¨ªnico que presentan las cuentas de Banesto demuestra el estado de primera y urgente necesidad de intervenci¨®n de la entidad que descubri¨® el Banco de Espa?a.
Los deudores morosos crecieron de 188.787 millones de pesetas a 784.870 millones a lo largo del ejercicio, mientras el riesgo computable (es decir, los cr¨¦ditos concedidos) disminuyeron de 2,6 a 2,08 billones de pesetas. La relaci¨®n entre ambos conceptos depara un porcentaje del 37,6%. Es decir, 37,6 pesetas de cada 100 son de dudosa recuperaci¨®n. La cobertura que el banco ha destinado para hacer frente a esa morosidad apenas supera la mitad, es el 53%. No obstante, el banco estima que de la cantidad total que ha cifrado como cr¨¦ditos morosos, ¨²nicamente considera como de cobertura necesaria total (los cr¨¦ditos que est¨¢n en luz roja) 338.328 millones. Una cifra que, no obstante, es el 301% superior a la que estaba en esa misma situaci¨®n en 1992.Los datos hablan por s¨ª solos. El actual equipo gestor de Banesto, presidido por Alfredo S¨¢enz, ha puesto un especial inter¨¦s en poner al d¨ªa las cuentas y entregarlas junto al folleto que ha remitido a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Las p¨¦rdidas totales se elevan a 585.150 millones (577.923 millones en el banco matriz), que suponen una relaci¨®n del -7,6% sobre los activos totales medios (ATM), o lo que es lo mismo, por cada 100 pesetas que maneja pierde 7,6. Esas p¨¦rdidas, junto a los 27.200 millones de dotaciones pendientes del fondo de pensiones, han constituido un quebranto patrimonial -tras comerse las reservas- de 313.000 millones, que debe cubrirse con las aportaciones del Fondo.
Los escasos ingresos obtenidos por Banesto dejan mucha tarea pendiente a la entidad que finalmente se quede con el banco el pr¨®ximo lunes, seg¨²n esas cuentas, al margen de la ayuda del Fondo al adquirir activos da?ados. Esos ingresos, que son lo que se puede considerar como t¨ªpicos del banco, ascienden a 843.784 millones de pesetas, el 11% bruto de los ATM cuando el a?o anterior fue del 11,7%. Eso quiere decir que de cada 100 pesetas que maneja por distintos conceptos, s¨®lo 11 remuneran la cuenta de resultados (v¨¦ase cuadro). El margen de intermediaci¨®n tambi¨¦n fue a peor en 1993. Eso se debe, seg¨²n dicen los responsables del banco en la Memoria, al estrechamiento de los m¨¢rgenes derivado de la bajada de los tipos de inter¨¦s que tuvo lugar a lo largo de 1993.
Tambi¨¦n lo atribuye al incremento de los activos dudosos. Asimismo, el rendimiento de la cartera de valores variable (Bolsa) solamente remuner¨® un 1,4% y las participaciones en empresas un 2,6%, siendo sensiblemente inferior a los de 1992.
Con un margen de intermediaci¨®n m¨¢s bajo, un margen ordinario que creci¨® levemente y unos gastos de explotaci¨®n y de personal que se elevaron a 275.550 millones (un 28,9% m¨¢s que en 1992), el margen de explotaci¨®n cay¨® un 32% hasta 59.025 millones y es s¨®lo el 0,8% de los ATM. Los gastos de explotaci¨®n, a su vez, son el 3,6% de los ATM cuando en 1992 eran el 3,1%. Dentro de los gastos de explotaci¨®n, es especialmente significativo el aumento de los gastos de personal (de 121.736 a 149.597 a nivel consolidado).
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