Medio Ambiente propone las soluciones m¨¢s pol¨¦micas para el cierre de la autov¨ªa de Valencia
La Direcci¨®n General de Medio Ambiente ha optado por las soluciones m¨¢s costosas para cerrar la autov¨ªa N-III (Madrid-Valencia), en contra del criterio de la Direcci¨®n General de Carreteras, que propon¨ªa otras t¨¦cnicamente m¨¢s asumibles. Las contradicciones entre ambas direcciones, tuteladas por Jos¨¦ Borrell, se iban a saldar con una decisi¨®n salom¨®nica, a la que no se ha prestado el director de Medio Ambiente, Domingo Jim¨¦nez Beltr¨¢n, quien ha firmado las declaraciones favorables a la soluci¨®n sur para la traves¨ªa del J¨²car y la norte para el cruce del r¨ªo Cabriel.
El cierre de la autov¨ªa N-III avanza a ritmo lento, aunque no ser¨¢ posible antes de finales de 1995, tal como acordaron en su d¨ªa la Generalitat valenciana y el Ministerio de Obras P¨²blicas. Desde la aprobaci¨®n, en agosto de 1991, del estudio informativo sobre el desdoblamiento de esta carretera entre Madrid y Valencia, inexplicablemente excluida del I Plan de Carreteras, la pol¨¦mica ha acompa?ado a toda iniciativa tomada en torno a esta autov¨ªa.Las primeras v¨ªctimas fueron los habitantes de Cuenca, a quienes el ex ministro Virgilio Zapatero prometi¨® en su d¨ªa que la autov¨ªa pasar¨ªa cerca de la ciudad para enlazarla con la red de autov¨ªas del Estado. Las promesas de Zapatero no se han cumplido, como tampoco las del dictador Primo de Rivera, o Federico Silva Mu?oz, quien siendo ministro de Franco anunci¨® que en 1983 empezar¨ªan las obras de la autopista Madrid-Cuenca-Valencia.
El Bolet¨ªn Oficial del Estado publicar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas la declaraci¨®n de impacto ambiental de los dos ¨²ltimos tramos que quedan por definir: los que atraviesan los r¨ªos J¨²car y Cabriel. Seg¨²n ha adelantado a este diario el director general de Medio Ambiente, Domingo Jim¨¦nez Beltr¨¢n, su departamento considera ambientalmente viables la soluci¨®n 5 (al sur del embalse de El Picazo) para la traves¨ªa del J¨²car y la soluci¨®n (la m¨¢s pr¨®xima al trazado actual de la N-III) para la del r¨ªo Cabriel.
La decisi¨®n de Jim¨¦nez Beltr¨¢n ampara las tesis defendidas por los ecologistas y las consejer¨ªas de Medio Ambiente de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, pero es contraria a las propuestas por los t¨¦cnicos de la Direcci¨®n General de Carreteras.
Para el tramo entre Atalaya y Motilla del Palancar, los t¨¦cnicos apostaban por un trazado pr¨®ximo a la zona denominada de Los Arenales. Pero la Asociaci¨®n Ecologista para la Defensa de la Naturaleza (Aedenat) y el grupo ecologista Hoces de Alarc¨®n, apoyados en un estudio avalado por eminentes ec¨®logos, alegaron que esa opci¨®n producir¨ªa un da?o ecol¨®gico irreversible. El secretario general de Obras P¨²blicas, Emilio P¨¦rez Touri?o, declaraba en las Cortes el 15 de marzo que "lo m¨¢s razonable desde la perspectiva sectorial de carreteras era la soluci¨®n 1, con un coste de 13.600 millones de pesetas; la soluci¨®n 5 propugnada por la Consejer¨ªa de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha y los ecologistas ten¨ªa un coste de 19.000 millones. Seg¨²n Touri?o, las 6.000 millones de coste superior y una tasa de rentabilidad seis puntos inferior eran condicionantes contrarios a esta soluci¨®n.
Pero negociaciones posteriores encabezadas por los secretarios de Estado de Infraestructuras y Medio Ambiente asumieron las alegaciones y optaron por la soluci¨®n 5, que discurre por el sur del municipio de T¨¦bar y salva el J¨²car por deba o de la presa de El Picazo, hasta confluir con el viejo trazado de la N-III por encima de El Peral. T¨¦cnicos de planificaci¨®n de carreteras creyeron que si se ced¨ªa a las exigencias de Medio Ambiente en este tramo se optar¨ªa, en una decisi¨®n salom¨®nica, por la alternativa sur en el tramo del Cabriel. La que discurre junto al actual trazado, pegado a la presa de Contreras, presenta una geolog¨ªa fr¨¢gil que dificultar¨ªa en extremo el asentamiento de una autov¨ªa capaz de soportar tr¨¢ficos de m¨¢s de 3.000 veh¨ªculos pesados al d¨ªa.
Jim¨¦nez Beltr¨¢n insiste en que, mientras no se demuestre la imposibilidad de resolver la fragilidad de los terrenos, la soluci¨®n viable medioambientalmente es la suya.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.