Comparsas privilegiados de la mayor¨ªa negra
La inminente llegada al Gobierno de la mayor¨ªa negra hace que a no pocos blancos no les llegue la camisa al cuerpo. Casi todos est¨¢n resignados a lo que se les viene encima, pero les resulta imposible mirar al futuro sin ansiedad. Los intratables se?ores de anta?o comprenden que a partir de ahora s¨®lo ser¨¢n comparsas de la mayor¨ªa negra, bien que comparsas privilegiados. Han conseguido que la inevitable vuelta de la tortilla no les aplastase y tienen garantizado participar en un Gobierno de unidad nacional de aqu¨ª al a?o 2000. Lo que desean es que su presencia en el puente de mando al comienzo de la transici¨®n sirva para establecer un rumbo que evite el verse subyugados. En estas horas previas a la votaci¨®n de la semana entrante, los blancos se tientan la cartera y cruzan los dedos.Uno de los que lo tiene claro es el due?o de un casino del centro de Durban. "?Todav¨ªa est¨¢s vivo?", pregunta a modo de saludo a quien ha estado varias veces en los guetos que rodean la ciudad. "Me largo. Esto nunca m¨¢s", dice en un espa?ol rudimentario mezclado con ingl¨¦s. "Son todos comunistas. ?Y qu¨¦ han hecho los comunistas siempre? Com¨¦rselo todo". Su espa?ol precario tiene una raz¨®n de ser. Se larga a Espa?a, a montar un casino en Benidorm, donde ya ha contactado con las autoridades correspondientes. Para crear un casino necesita depositar una fianza de cientos de millones de pesetas y ya tiene parte de ese dinero en Espa?a.
En cambio, el propietario de una papeler¨ªa en Ladysmith, en el norte de Natal, no tiene aprensi¨®n a lo que viene. "El ANC ha comprendido que no puede seguir el ejemplo de otros partidos que han llegado al poder en el resto de ?frica", comenta. "Ha aceptado el sistema de mercado. Es cierto que vamos a tener que pagar m¨¢s impuestos, pero no me importa. Tal y como est¨¢n las cosas, no pienso dejar Sur¨¢frica".
Otros no est¨¢n tan tranquilos y en la prensa aparecen anuncios de compa?¨ªas que se brindan a hacer gestiones para emigrar al extranjero. En las reuniones sociales de los blancos acomodados de Johanesburgo se habla sin empacho de que se han puesto los ahorros a buen recaudo en el extranjero. Nelson Mandela sabe de esta inquietud y el otro d¨ªa, tras firmar el pacto que permite la participaci¨®n de Mangosuthu Buthelezi en los comicios, manifest¨®: "Con este acuerdo se va a evitar que la gente se marche del pa¨ªs y desaparezcan todos sus conocimientos; y se conseguir¨¢ que los que se han ido vuelvan y que los que estaban pensando en irse, nada deban temer".
Los que no est¨¢n pensando en irse porque eso no ser¨ªa soluci¨®n para ellos son los trabajadores poco cualificados que hasta ahora ven¨ªan ocupando posiciones de privilegio s¨®lo por el color de su piel y que ahora tendr¨¢n que hacer frente a una fuerte competencia de los negros. Este tipo de persona es la m¨¢s propensa al miedo pero puede hacer poco m¨¢s que acaparar alimentos. Leche en polvo, productos enlatados y hasta velas han desaparecido de las tiendas del centro de Johanesburgo por temor a lo que pase a partir del d¨ªa 29, una vez que se confirme la victoria del ANC.
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