a 'Rusia imposible' de Bor¨ªs Yeltsing bjeto del nuevo libro de Pilar Bonet

"La gran pregunta es si los reformistas que intentan hacerse hueco entre los cuadros del viejo aparato comunista podr¨¢n crear un r¨¦gimen moderno y democr¨¢tico o si no podr¨¢n superar los esquemas obsoletos de la URSS". La corresponsal de EL PA?S en Mosc¨², Pilar Bonet, resume as¨ª su preocupaci¨®n ante el futuro del mayor pa¨ªs del mundo, al que ha dedicado 10 a?os de su vida profesional, y cuya transici¨®n pol¨ªtica es objeto de su ¨²ltimo libro, La Rusia imposible, editado por EL PA?S-Aguilar en su colecci¨®n El Nuevo Siglo y presentado ayer por el consejero delegado del Grupo PRISA, Juan Luis Cebri¨¢n.

Para explicar la pasta period¨ªstica de la que est¨¢ hecha Pilar Bonet, Cebri¨¢n cont¨® ayer c¨®mo, en 1987, el subdirector de The New York Times le mostr¨®, esc¨¦ptico, una portada de EL PMS en la que la autora de La Rusia imposible daba la noticia, en exclusiva mundial, de que Bor¨ªs Yeltsin hab¨ªa sido destituido como jefe del partido comunista en Mosc¨². La noticia se confirm¨® d¨ªas despu¨¦s.

Bonet ha asumido desde entonces, con rigor extremo, muchos otros retos profesionales. El ¨²ltimo,, el de este libro, es internarse en el farragoso mundo de la provincia rusa, del microcrosmos de los Urales, en la frontera entre Asia y Europa, para explicar los mecanismos de poder en la antigua URSS y, escarbando en los archivos, efectuando unas 60 entrevistas, explicar c¨®mo se da el gran salto hacia el poder con may¨²sculas, el del Kremlin.

La Rusia imposible comenz¨® a hacerse realidad en 1992, durante una estancia de nueve meses de Bonet como investigadora en el Instituto Kerman de Washington para Estudios Avanzados sobre Rusia, pero se complet¨® con un trabajo minucioso efectuado en Yekaterinburgo y otros puntos de la provincia rusa de SverdIovsk, donde Yeltsin fue m¨¢ximo dirigente comunista antes de dar el salto a Mosc¨², y donde el hoy presidente ruso reclut¨® a sus principales colaboradores.

"Este libro", destac¨® Cebri¨¢n, "genera muchas reflexiones sobre c¨®mo la transici¨®n se hace en algunos pa¨ªses por suicidios e incluso por traiciones pol¨ªticas" de los dirigentes del antiguo r¨¦gimen, falangistas en Espa?a o miembros del PRI en M¨¦xico, por ejemplo. As¨ª, a?adi¨®, la nueva Rusia ha sido construida por excomunistas que han renunciado a sus principios, aunque en ocasiones terminen cayendo en algunos de los viejos defectos. "Yeltsin no es el ¨²nico protagonista", se?al¨® ayer Pilar Bonet, "sino que es la suma de elementos diversos, de claves de la transici¨®n y el cambio de sistema pol¨ªtico".

El libro se estructura en tres partes: el microcosmos comunista en el SverdIovsk que dirigi¨® Yeltsin entre 1976 y 1985; la victoria de la provincia pujante y renovadora sobre la URSS que, aunque en transici¨®n, todav¨ªa representaba Mijafi Gorbachov (1986-1991); y el nuevo estancamiento (a partir' de 1992), cuando los provincianos, instalados en el Kremlin, rota ya la URSS, fueron incapaces de dinamizar a la sociedad y reprodujeron patrones de direcci¨®n que, en teor¨ªa, tendr¨ªan que haber eliminado. El libro contesta a muchas preguntas pero, como Rusia es un mundo, o varios, y los rusos tienen en sus manos su propio futuro, deja muchas otras abiertas.