Tatuajes y algo m¨¢s

El ciclista holand¨¦s Gert Jan Theunisse (TVM) cogi¨® fama de bestia y rompedor en 1988, en el Tour ganado por Delgado. Junto a su inseparable Steven Rooks -les apodaban los siameses- se trabaj¨® un justo papel de personaje de culto en el mundo del ciclismo. Gan¨® en Alpe d'Huez y se gan¨® el apelativo de La bestia. De ¨¦l se dec¨ªa que antes de pegar bocado, cuando se entrenaba, se sub¨ªa un par de veces el Alpe d'Huez, su puerto fetiche. Puro mito que ¨¦l alimentaba con su comportamiento esquivo, su mirada de iluminado, su larga melena, sus pendientes y sus fetiches.Despu¨¦s llegaron sus a?os negros, su suspensi¨®n por su elevada tasa de testosterona. Theunisse es un habitual de la Vuelta, al igual que su compa?ero de equipo escoc¨¦s, Robert Millar. Y apenas se deja ver por las etapas. Parece un an¨®nimo cualquiera. "Me encanta correr en Espa?a", dice Theunisse, que hace varios a?os que no se lleva un mal triunfo. "El problema es que la Vuelta me viene detr¨¢s de las cl¨¢sicas y llego aqu¨ª para recuperarme y prepararme para hacer un buen Tour, para ganar all¨ª una etapa, que es mi mayor aspiraci¨®n".

Y gracias a ese oscurantismo, su mito no deja de crecer. El enigma Theunisse es uno de los hechos que emparenta al ciclismo con la contracultura. Ahora se habla de sus tatuajes. "Es falso que tenga todo el cuerpo tatuado", dice. "S¨®lo los honibros". Theunisse no es marinero y no gasta eso de corazones cruzados por una flecha y ¨¢ncoras tipo Popeye. "Los que m¨¢s me gustan son un tatuaje estilo chino, un drag¨®n retorcido, y otro con una leyenda que es m¨¢s o menos mi lema: siempre tienes lo que mereces. Ninguno de bicis ni de nada de eso". El gusto por los tatuajes le ha llegado al estramb¨®tico holand¨¦s v¨ªa Harley Davidson y rock and roll. "Me encanta ir en moto y el rock- duro". Todo muy Amsterdam a?os 70 y todo eso. Pero, curiosamente, a Theunisse no le gusta Holanda. M¨¢s hippismo: "En Holanda no hay monta?as y ese es el terreno en que disfruto. Me gusta Espa?a, donde hay sitios como Sierra Nevada. All¨ª puedo disfrutar de las cumbres, del sol y, adem¨¢s, del esqu¨ª, que es otro de mis pasatiempos favoritos".

Pero Theunisse no deja de ser part¨ªcipe de la cultura de la liberaci¨®n sexual. A veces popular por su desaforada libinidosidad, en el pelot¨®n, y algunos ciclistas lo dicen, es famoso por su defensa de la masturbaci¨®n. "Yo nunca he dicho eso", dice, pero alg¨²n veterano cuenta que le gustaba masturbarse antes y despu¨¦s de cada etapa. Y lo que no desmiente es la desacostumbrada longitud de su ¨®rgano masculino. "S¨ª, lo tengo largo", dice con orgullo. "Quiz¨¢s sea el m¨¢s largo del pelot¨®n". Pero ?cu¨¢nto mide?. "Eso es privado".